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El balón Intragástrico: Cómo recuperar el equilibrio después de perder el control

Actualmente en Argentina más de la mitad de la población sufre sobrepeso u obesidad. El 53,4% tiene exceso de peso y la obesidad en el país es del 18%.

Existen varias técnicas que buscan contrarrestar esta situación. Las cirugías bariátricas (bypass, banda y manga gástrica), y por otro lado, los tratamientos farmacológicos, nutricionales y endoscópicos que no requieren de cirugía. Cada una de ellas tiene indicaciones determinadas. Los tratamientos endoscópicos, como el balón intragástrico, ofrecen una alternativa menos riesgosa e invasiva, aprobado para pacientes desde ocho kilos por encima de su peso ideal.

El índice de masa corporal (IMC) es un indicador simple de la relación entre el peso y la talla (altura) que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2). De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) un IMC igual o superior a 25 determina sobrepeso y un IMC igual o superior a 30 determina obesidad. Según la OMS 2,6 millones de personas mueren cada año en el mundo producto de estas patologías, y proyecta que para el año 2015, 2.300 millones de adultos tendrán sobrepeso y otros 700 millones más serán obesos.

El balón intragástrico está indicado para personas con sobrepeso (IMC ? de 27) y obesidad leve, con o sin patologías asociadas; pacientes súper obesos que no deseen/puedan someterse a tratamientos quirúrgicos y mujeres con IMC ? de 27 post embarazados/menopausia que hayan ganado excesivo peso.

¿En qué consiste el balón intragástrico?
Este método tiene como principio la inserción en el estómago, por endoscopia, de un dispositivo de silicona flexible que se inserta en el estómago y se llena con 400 a 700 ml de solución salina que permanecerá allí por un período de hasta 6 meses. Proporciona una sensación de saciedad precoz, reduciendo la ingesta de alimentos y facilitando el cambio de hábitos y estilo de vida junto con un acompañamiento multidisciplinario posterior.

La decisión de incorporar cambios de hábitos y el compromiso del paciente en el cumplimiento del tratamiento son los elementos fundamentales. El balón gástrico no debe ser considerado como una solución en sí misma para adelgazar o como un tratamiento definitivo sino como un sistema para empezar a adelgazar eliminando la sensación de hambre y la ansiedad.

Por ello, el acompañamiento multidisciplinario es imprescindible y consta de 4 cuatro pilares.

1. La colocación de balón intragástrico.

2. Acompañamiento nutricional, fundamental para diagnosticar factores y antecedentes genéticos que podrían llevar al sobrepeso y, consecuentemente, a la obesidad. Además de eso proporciona mejor calidad en las comidas.

3. Acompañamiento psicológico, importante ya que existen algunos síntomas perjudiciales a la pérdida de peso, con respecto al sobrepeso: ansiedad, trastornos alimentarios y depresión. Un acompañamiento psicológico diagnostica esos síntomas contribuyendo al éxito del tratamiento.

4. Indicación de ejercicios físicos, adecuado a su estructura corporal, posibilita la potencialización de los resultados y la optimización de los gastos calóricos, proporcionando una pérdida de peso más saludable.