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El boom de la Patagonia

Los que exportan podrán argumentar que es el dólar alto. Los que reciben turistas que también es el valor de la moneda estadounidense, pero, por sobre todo, el devaluado peso argentino.

A los amantes de los paraísos que ofrece el sur argentino se los podrá oír decir que son las maravillas naturales que atraen de a miles a los turistas. A otros, que el precio de las commodities como el petróleo o los minerales está por las nubes.

No importa demasiado cuáles son los argumentos: todos tienen razón.

Lo cierto es que desde hace unos años, apoyada en algunos de estos factores enumerados, la Patagonia convive con una suerte de boom económico que ha impulsado innumerables proyectos productivos, anclados en una coyuntura no menor: los bienes y servicios que allí se producen, en su mayoría, son cotizados en el exterior.

Hay proyectos hay de millones de dólares como los petroleros, los mineros o los turísticos. Pero no muy lejos de ellos conviven pymes o emprendimientos familiares como chacras que producen frutas finas o criaderos de truchas que aprovechan el agua clara y gratuita que corre debajo del río Colorado.

Y hay más: tecnológicos, en Ushuaia; forestales, en Chubut; laneros, en toda la meseta, o vitivinícolas, en Neuquén o en Río Negro; pesqueros, en la costa, y marítimos en los puertos. Algunos planean aprovechar el viento con enormes molinos, y otros ya exportan sus servicios petroleros a otros países de América latina.

Los números les sonríen a los patagónicos. Sólo a Santa Cruz llegan cerca de 300.000 turistas, el 44% de los cuales son extranjeros, que realizan un gasto promedio de 150 dólares diarios por persona. Una millonada si se anualiza. En la última década, el turismo tuvo un crecimiento sostenido del 12% en la tierra más kirchnerista de la región.

El petróleo, que si bien ha registrado una caída en las exportaciones, ha desarrollado decenas de empresas que prestan sus servicios a las grandes compañías. El patentamiento de autos no ha parado de crecer. En Chubut, los autos 0 kilómetros que se patentaron en 2007 crecieron un 19,89%. En Neuquén y en Tierra del Fuego, alrededor de un 19%; en Río Negro, un 31%, y en Santa Cruz, un 37 por ciento.

Pero más allá de estos números, que se parecen a los de otras regiones del interior, uno de los cambios que se están dando es en las pequeñas y medianas empresas, muchos de ellos emprendimientos familiares, que han decidido cambiar de escala para mirar al exterior.

Asociadas para reunir volumen o compartir misiones comerciales, las pymes de Chubut interesadas en ubicar su producción en el mercado exterior generan estrategias orientadas a saltar uno de los principales inconvenientes a la hora de cerrar una operación comercial: los altos costos que demanda el traslado a destino de los productos debido a los escasos medios de transporte en la Patagonia.

“Las que sufren con mayor frecuencia estos inconvenientes en Chubut son las pymes que salen al mercado ofreciendo productos estacionales. Otras industrias, como la metalmecánica, muy desarrollada en la provincia, biocombustibles o energías renovables, no sienten tanto el efecto por el perfil de producto que ofrecen”, explicó Eduardo Arzani, ex subsecretario de Comercio Exterior de Chubut y actual secretario de Producción e Inversión de Comodoro Rivadavia.

Las pymes de Chubut salieron en busca de soluciones. Un caso es el de la empresa Make It Happend, integrada por cuatro socios que exportan una línea de dulces artesanales y frutas en almíbar al mercado exterior.

“Nuestra línea se llama Patagonia Berrie y la producción se realiza desde una chacra ubicada en la localidad de El Hoyo. Allí trabajamos desde el año 2003”, cuenta Nicolás Lanusse, miembro de la firma.

Antes de mirar fronteras afuera, el emprendimiento producía los dulces El Monje, en frascos redondos y con una gráfica en sus envases muy típica del sur argentino. Pero llegó el momento de la exportación. La firma cambió los envases redondos por otros hexagonales, que encajaban mejor a la hora de pagar por una logística que los transportara, y mudó su nombre para el mercado externo en Patagonia Berries. Actualmente, esta pyme exporta un promedio de 25.000 frascos por año y llega a España, Venezuela y Japón.

Otro producto emblemático en las pymes chubutenses es el de la cereza. Rubén Rondini encabeza un proyecto familiar asentado en la localidad de Sarmiento -ubicada 160 kilómetros al oeste de Comodoro Rivadavia- que se asoció con otros productos para abaratar los costos que demandaba la logística de exportación. Rondini preside actualmente la Cooperativa Frutihortícola Colonia Sarmiento Limitada, firma cuyo volumen de exportación promedia los 400.000 kilos anuales. “Hoy se nos presenta un problema claro: la falta de capacidad de las bodegas de los aviones, pocos y ocupados muchas veces por productos provenientes de Chile, que era el principal medio de transporte para trasladar nuestro producto”. Los productores hicieron cursos para enviar las cerezas en atmósfera controlada en la bodega de los barcos que parten de los puertos patagónicos. “Las cerezas tienen un período de vida de 21 días, si se las envía en avión, pero duplican este número si son correctamente preparadas para viajar en bodegas de barcos. Sobre esto hicimos los cursos”, dijo.

Otro caso es el de las pymes de la cuenca del golfo San Jorge. Unos 50 empresarios de Chubut ya cerraron alguna operación comercial con el exterior o están en vías de concretarla, sobre un total de 190 instaladas en el parque industrial. El armado de productos petroleros, equipamiento de tornería o capacitación del personal que realiza tareas específicas dentro de los yacimientos es parte de la materia exportable de la cuenca.

Las pymes que prestan servicios petroleros a las operadoras que explotan los yacimientos de esta cuenca decidieron asociarse y formar Prochubut.

En exportación de productos, existe un caso emblemático: Tornería Oscar, un emprendimiento familiar. En su taller se diseñó y se fabrican los cabezales para bombas de cavidad progresiva que utilizan Capsa desde hace cuatro años, Pan American Energy y Tecpetrol, entre otros. Ahora, también Chevron quiere los cabezales en Venezuela y dos multinacionales compiten por comercializarlos en el exterior.

Exportaciones
US$ 84,3 millones

Es el monto de la exportación de berries en 2007, según datos del Senasa.

Empleo
42,4 por ciento

Es la tasa de actividad que tiene la Patagonia, la más alta del país, según el Indec.

Turismo
300.000 visitantes

Por año llegan solamente a Santa Cruz, de los cuales alrededor de un 44% son extranjeros.