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El boom de las bodegas móviles

Para elaborar un vino no es necesario tener una bodega, ni contratar personal, mucho menos aún tener una cava para estibar los vinos, así como tampoco comprar una línea de fraccionamiento o una cámara de frío. En la industria vitivinícola la tercerización de servicios (“outsourcing”) es cada vez más popular. “La demanda es tan importante que este año tuvimos que rechazar algunos pedidos, porque no dábamos abasto”, asegura José Jesús Millán, propietario de Wine Valley. La firma ofrece servicio de elaboración de vino, guarda en botella, crianza en barricas de roble y fraccionamiento. “Ofreciendo este servicio nos ha ido muy bien, este año le hemos elaborado una cantidad importante de bodegas, entre ellas Luigi Bosca, Norton, Santa Carolina, Fabre Montmayou”, relata. La bodega tiene una capacidad de elaboración de 8 millones de litros, y entre sus clientes se cuentan clientes tan variados como unos rabinos que elaboran jugo y vino kosher. Millán tiene además las marcas Los Toneles y Dos Estacas.

Su dueño se enorgullece de poseer la estiba de botellas “más grande del país”, siempre hablando de vino. La firma también se dedica al vestido de las botellas, y mediante una sociedad con forwarders, consolidan contenedores y los envían a cualquier punto del mundo.

Por este trabajo el tercerizador cobra 25 centavos por botella: este servicio incluye lavado de botella, colocación de la etiqueta y cápsula, más el guardado en las cajas y el armado para consolidar en contenedor.

“Para una bodega chica el outsourcing sigue siendo conveniente”, asegura Millán. La guarda se cobra por pallets y por mes (el pallet vale $16 por mes). Dependiendo del trabajo y del volumen que mueva una bodega, una guarda refrigerada puede costar mucho más caro.

Mano de obra, se alquila
Amén de las tres grandes consultoras de Recursos Humanos de la región (Manpower, Adecco y Sesa Select) se multiplicaron en los últimos años empresas que proveen a la industria de mano de obra eventual. Diego Rodríguez, responsable de selección de Patronus Outsourcing Services, indica que las oficinas trabajan intensamente Estamos en selección y búsqueda de personal en las zonas de Maipú Luján, Valle de Uco y en San Rafael. “La gente necesita este servicio para levantar una cosecha, o personal para una bodega nueva”, explica.

La empresa también terceriza el servicio de liquidación de haberes, muy solicitado por las bodegas y los viñateros en la época de cosecha. “En algunos casos damos servicios de capacitación en recursos humanos. Cursos de liquidación de sueldo, manejo y gestión, selección de personal y otras capacitaciones que demanda la empresa. Cuando aparecieron las grandes empresas como Manpower, Adecco y Sesa Select, la competencia se puso intensa, pero el fuerte nuestro es regional con una cartera fija de 81 empresas clientes”, indicó.

Rodríguez puntualizó que la mayor demanda en personal eventual se da en el área de fraccionamiento. “En operarios de bodega se da un porcentaje mucho menor; las empresas toman el servicio dependiendo de cómo trabajen. Las que se dedican a la exportación trabajan sólo por pedidos y por tanto les conviene más el personal eventual. Por operación la mano de obra que se emplea ronda los 25 o 30 operarios, en cambio las que tienen mercado interno, tienen personal estable”.

Con esta modalidad la bodega paga el canon establecido por la empresa, ya que la relación contractual del empleado es con la consultora y es ella la que paga todas las cargas sociales. “Ante cualquier situación que la persona tenga, la persona se tiene que adaptar a lo que el cliente disponga, pero todo problema de liquidación de haberes, o problemática legal lo hacen con nosotros”, dice Rodríguez.

Angel Márquez de JR Servicios coincidió en que los pedidos de personal especializado para fraccionamiento y personal de cosecha, olivícola y viñedos crecen cada año. “La demanda del personal va creciendo y el pico es Vendimia. Gente para cosechar no se consigue tan fácilmente porque los trabajadores no quieren perder los planes sociales, el gran problema lo tenemos con las municipalidades, que les quitan el plan cuando aparecen en Anses aun cuando es un trabajo temporal. Además hay una gran competencia de personal por parte de las empresas grandes”, detalló.

Línea de fraccionamiento fija
Interwine SA que brinda el servicio de fraccionamiento de vino es una empresa conformada por Carvit SRL, Genaro Cacace e Hijos SRL, y Don Cayetano SA, ubicada en Rivadavia. Cada una de estas empresas a su vez elabora su propio vino.

Emiliano Carbonero, propietario de la firma, resaltó que sus clientes no son sólo de Zona Este, “tenemos muchos clientes de bodegas pequeñas que exportan que a su vez también son clientes de nuestro enólogo principal”. Carbonero apunta que algunas bodegas no dan abasto con el envasado, por eso buscan una línea de fraccionamiento de terceros, como es el caso de Alto Las Hormigas, uno de sus clientes.

“La inversión en una línea de fraccionamiento es muy elevada y no conseguís personal que haga este trabajo”, observa Carbonero cuyo servicio incluye un auto elevador y carga de contenedores. “Hoy se cobra por este servicio 35 centavos por botella. La línea trabaja con electricidad, y algunos gases, como el nitrógeno, hemos ido aumentando un poco el precio porque nos ha subido mucho la mano de obra. No obstante la demanda sigue subiendo de forma sostenida, aumentan las exportaciones y se incrementa el servicio de fraccionamiento”, concluye.

Su empresa emplea a mujeres en un 80% son mujeres. Muchas de ellas también hacen etiquetado a mano, para botellas especiales de exportación. “Es el mejor personal, por una cuestión de delicadeza y limpieza”, enfatizó Carbonero.

Servicios móviles
Rodán fue pionero en Argentina en brindar el servicio de fraccionamiento móvil. Su dueño Rodolfo Montilla recuerda en 1998 se puso en marcha lo que habían visto en Francia en 1991: embotellado puerta a puerta. El proyecto fue financiado por el Fondo para la Transformación, y con el tiempo la firma compró 5 equipos móviles.

En aquel entonces lo miraron con cara rara. “Tuvimos que hacer el mercado, generar la necesidad, con el tiempo el cliente puso en la balanza la confianza en nosotros, y por otro lado que ve cómo se envasa el vino en su propiedad, no tiene que mover su vino a la bodega fraccionadora, que implica muchas autorizaciones del INV. Nosotros hacemos ese trámite”.

Montilla aclara que estos servicios generan una importante cantidad de empleo. “Le estamos dando trabajo por lo menos a 30 personas por cada línea, más los empleados eventuales”. ¿Quiénes son sus clientes? En general bodegas de menos de 1,5 millones de litros que no consideran conveniente comprar una línea de envasamiento, que vale u$s 100.000 funcionando, sin contar el mantenimiento, el salario de los empleados y el costo de la energía. El valor del servicio es un costo fijo de 30 o 40 centavos. Rodán también ofrece el servicio de envase en bag in box, “pero en general las bodegas no incursionan en ese merado, ya que la prueba es al menos de 3.000 cajas”, explica Montilla.

Rodán también ofrece un servicio de laboratorio de análisis enológicos con los mismos equipos que utiliza el INV. “También hacemos análisis tradicionales de madurez de la uva, ésta es una demanda que va creciendo todos los años, ya que montar un laboratorio también supone costos muy elevados”.