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“El colesterol malo es sólo la punta del iceberg en el riesgo cardiovascular”

En el marco del 29no Congreso de Cardiología en la ciudad de Córdoba, se debatió sobre Lípidos y la Regresión de la Aterosclerosis en una mesa conjunta de la FAC (Federación Argentina de Cardiología), la SAL (Sociedad Argentina de Lípidos) y la IAS (International Atherosclerosis Society). Entre los distintos esquemas terapéuticos posibles, se destacaron los tratamientos combinados, con los que se demostró regresión de placa y disminución de eventos cardiovasculares de hasta un 90% en los últimos estudios realizados. Por otra parte, se explicó que el colesterol LDL (o “malo”) no es el responsable de una gran cantidad de infartos de miocardio: Existe un riesgo cardiovascular del 70% aún con C-LDL bajo.

Ciudad de Córdoba, 26 de mayo de 2011_ El 21 de mayo, en el marco del 29no Congreso de Cardiología, se presentó el simposio “Reunión Conjunta FAC – SAL – IAS: Lípidos y Regresión de la Aterosclerosis”, que estuvo a cargo del Dr. Gerardo Elikir, Presidente de la Sociedad Argentina de Lípidos y médico de la Fundación Favaloro y se centró en el análisis de estudios clínicos con diferentes esquemas terapéuticos para tratar la aterosclerosis y producir regresión de la placa de ateroma.

“Diferentes estudios determinaron que aún con el colesterol LDL bajo (colesterol malo), el riesgo cardiovascular residual permanecía alto. Esto llevó a la búsqueda de los factores de riesgo aún no controlados, entre los que se destacaron los valores de C-HDL (colesterol bueno) que se encontraba bajo y resultaba en un agravante del riesgo. Ese tipo de pacientes, aún con LDL bajo tienen un riesgo de un 70% de padecer una enfermedad cardiovascular”, explicó el Dr. Alfredo Lozada, Jefe de Lípidos FLENI, médico de Universidad Austral y de SMG, quien también participó del simposio.

En la charla disertaron también el Dr. Juan Carlos Rivas, Director de la Sección Lípidos del Instituto Parque y del Instituto Cardiovascular de Rosario, y, como invitada extranjera, la Dra. Ada Cuevas, miembro de la Sociedad Internacional de Aterosclerosis y Jefa del Departamento de Nutrición Clínica en Clínica Las Condes, en Santiago de Chile.

Por su parte, en la presentación de estudios de imágenes, el Dr. Gerardo Elikir afirmó que “tanto la ecografía arterial como la determinación del calcio coronario permiten identificar individuos aparentemente sanos con alto riesgo que no hubieran sido tratados de haberse evaluado solo los scores habituales, en esos pacientes se debería que tratar la regresión de placa”. “El C-LDL es sólo la punta del iceberg”, advirtió también la Dra. Cuevas, invitada extranjera de la IAS, refiriéndose a la creencia falsa de que el único factor para tratar en pacientes con aterosclerosis es el colesterol “malo”. “Tenemos mucho que hacer para mejorar la sobrevida de nuestros pacientes en riesgo y evitar otro evento cardiovascular fatal.”

La exposición de la reunión se basó en los últimos resultados de estudios en los que se combinaron estatinas para la disminución del C-LDL y ácido nicotínico para elevar el C-HDL: los estudios ARBITER II, III y VI, en los que se observó una mejoría en las alteraciones de la pared arterial. Estos estudios registraron regresión de la placa aterosclerótica en la medición del grosor de la íntima-media de las arterias carótidas durante 12 a 24 meses de tratamiento. Se estimó que por 1 mg/dl de elevación de C-HDL, el riesgo cardiovascular disminuía hasta en un 3 %.

De acuerdo a los expositores, en la Argentina, para este tipo de tratamientos, se sigue midiendo solamente el valor de C-LDL, sin tener en cuenta en primera instancia la importancia del eje TG-HDL. En el simposio se remarcó que desde los primeros estudios con ácido nicotínico en los últimos años se ha demostrado con estos tratamientos regresión de placa y disminución de ECV de hasta un 90%.

Asimismo, el alto riesgo cardíaco es atribuido a otro factor independiente, el aumento de TG (triglicéridos). Los TG son lípidos complejos que están relacionados con la generación de partículas aterogénicas (modificación del C-LDL). Para el tratamiento de los TG se suelen utilizar fibratos, siendo el fenofibrato el más seguro en el caso de que el paciente se encuentre tomando estatinas. Aunque, en cada caso, el médico realiza su evaluación de acuerdo a los análisis clínicos y la historia del paciente, al nivel de riesgo cardíaco y al tratamiento.