El comercio minorista intenta pasar el invierno y poder revitalizarse con la divisas del turismo en la temporada estival. La actividad comercial se redujo en el primer cuatrimestre del año y las ventas por el Día del Padre cayeron 6,8% promedio en los principales rubros, respecto del año pasado, según un relevamiento de la Cámara Argentina de Comercio (CAC).
A pesar de las promociones que suelen ofrecer los diferentes comercios locales con tarjetas de crédito, las ventas en la semana previa al Día del padre no pudieron levantar cabeza.
La retracción económica que comenzó a producirse en el comercio minorista tras una mala temporada estival y la devaluación de enero constituye una muestra de la situación de estancamiento que registra actualmente el nivel de actividad del sector.
Pese a que el ministro de Economía, Axel Kicillof, insiste con que en mayo hubo una “sustantiva desaceleración de los precios, el bolsillo del ciudadano continúa apretado y la falta de presupuesto para consumir se refleja en los comercios argentinos.
La billetera de los trabajadores y la clase media, luego de recibir tantos golpes en los últimos seis meses, aún sufre las consecuencias de la devaluación y la inflación, que desde principio de año galoparon de la mano, además la falta de expectativas en la economía provoca cautela a la hora de endeudarse. Hasta que el gobierno nacional no logre controlar la inflación no habrá esperanza de reactivación para el comercio minorista que por estos días hace un gran esfuerzo por sostener el empleo en nuestra ciudad.
