Como hace tiempo no ocurría, el dólar se mostró firme por “compras genuinas”, según los operadores, y así la actividad cambiaria recuperó un protagonismo al que no estaban acostumbrados los operadores.
En las pantallas de las principales agencias de cambio del microcentro porteño la divisa norteamericana subió otros tres centavos a 3,15 pesos para la compra y 3,20 para la venta, de manera que en los primeros tres días de la semana la divisa acumula una suba del 2,23 por ciento.
“Las expectativas de nuevos ajustes terminó por potenciar más las operaciones de cobertura, cuando simultáneamente los mercados emergentes de la región también presentan bajas en sus monedas”, apuntaron en la mesa de cambio de un banco extranjero.
En el segmento mayorista el “billete-físico” ganó 0,45 por ciento al finalizar en 3,180 pesos y el tipo transferencia en 3,182 avanzó 0,65 por ciento. El tipo de cambio de referencia se estableció en 3,1713 pesos (ayer 3,1382).
La misma sensación térmica se pudo medir en todas las posiciones a futuro. Los contratos que vencen a fin de mes reconocieron un valor de 3,190 pesos (+0,54%); los de agosto se resolvieron a 3,2050 (+0,60%) y para setiembre se ofreció 3,220 (+0,66%).
Los operadores reiteran ante cualquier consulta que el Banco Central sigue avalando el comportamiento del mercado cambiario y que tiene todas las herramientas para estabilizar los precios cuando lo crea conveniente.
El stock de reservas internacionales asciende a 44.235 millones de dólares, aunque por efecto de la volatilidad mundial y las restricciones al ingreso de fondos especulativos, disminuyó el ritmo de intervenciones del Central en la plaza cambiaria.
Entre los factores que se esgrimen para justificar la reacción de la divisa norteamericana, se menciona el desarme de carteras de bonos de inversores que terminan por posicionarse en dólares.
Tanto en el mercado minorista como en el mayorista los valores alcanzaron sus niveles más altos desde marzo de 2003 y, en opinión de los operadores, la tendencia podría continuar si la autoridad monetaria no se decide a vender divisas.
“Está claro que el Banco Central busca darle mayor volatilidad al dólar, con la idea de desalentar la entrada de capitales especulativoss con un tipo de cambio que se presentaba casi fijo”, opinó un cambista de la calle Sarmiento.
La realidad del mercado está demostrando que el billete norteamericano comenzó a fortalecerse a partir de las recientes medidas para frenar la operatoria de contado con liquidación, que permite ingresar dólares del exterior eludiendo los controles de capitales.
“En momentos de turbulencias en los mercados mundiales los capitales golondrinas buscan refugio en los bonos del Tesoro norteamericano”, explicó un analista en referencia a la caída que sufren los bonos y acciones.
Los operadores interpretan que la reacción del dólar se debe en gran parte a la tensión financiera internacional por los temores de que se “pinche” la burbuja especulativa con los créditos hipotecarios de alto riesgo en los Estados Unidos.
La hipótesis de que el flamante ministro de Economía, Miguel Peirano, preferiría un tipo de cambio más competitivo para favorecer las exportaciones industriales, también se mencionó como otro de los factores que impulsan la moneda norteamericana.
“En realidad se nota un aumento de la demanda, producida por los bancos y financieras que estan cambiando su cartera”, opinó Carlos Lizer, jefe de mesa de Puente Hermanos.
Por otro lado, las tasas interbancarias experimentaron otro fuerte repunte que las colocó en los niveles más altos desde abril del año pasado.
La demanda de pesos se vinculó con las coberturas en dólares que realizan las entidades privadas para cubrirse de los ajustes en el tipo de cambio.
Los préstamos entre bancos de primera línea se resolvieron al 12,00 por ciento anual y cuando los fondos se derivaron hacia una entidad de menor rango se pidió 12,50 por ciento.
La semana pasada, se recuerda, el Banco Central aumentó las tasas de “repos” (préstamos a las entidades contra garantía), por sexta vez en el año, y esto se enmarca en la suba de tasas de corto plazo en el circuito mayorista de dinero.
