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El Gobierno busca rescatar más empresas del sector privado

“Acá el único que decide quién se queda y quién se va soy yo….Desde mañana, como decía el sabio general: de casa al trabajo y del trabajo a casa”.

Sin que falte la liturgia, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, se presentó ayer como el nuevo dueño de la papelera del grupo Massuh en nombre del Gobierno, en el marco de un plan que rescatará con fondos estatales a otras empresas clave, como la industria automotriz y del cuero, entre otras. La estrategia implica resucitar el espíritu del Banco Nacional de Desarrollo (Banade), que fue liquidado a principios de los 90, pero sin institucionalizarlo, al menos por ahora, según explicaron a LA NACION calificadas fuentes oficiales que participan de las negociaciones.

La base para llevar adelante el plan son los recursos de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) -el único actor relevante de crédito interno, en el contexto de crisis global e incertidumbre local- y del Banco Nación, que se encargará de armar los fideicomisos para llevar a cabo el plan, como ya comenzó a hacerlo en la obra pública.

A estas dos fuentes podría sumarse el blanqueo de capitales que lleva adelante, hasta ahora con poco éxito, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y, eventualmente, fondos del sistema bancario en un escenario de mayor radicalización con el sector privado.

Por esta razón, habrá un monto de la Anses “pequeño” para Massuh y de unos $ 250 millones para las automotrices, según se confirmó (ver aparte) . En estudio está salvar las empresas que trabajan con el cuero ligadas al mercado interno. “El objetivo central es mantener el desempleo en un dígito, porque en este contexto, si esto quedara librado al mercado, habría despidos masivos en todas las empresas con problemas”, afirmó la fuente oficial.

El riesgo, admitió el funcionario, es que, como ocurrió en el pasado, haya una catarata de empresas que se concursen o avancen hacia una quiebra sabiendo que el Estado se hará cargo de sus establecimientos para salvar las fuentes de trabajo. En el caso de Massuh, además, el Estado pagará a los dueños originales un canon por dos años en concepto de arrendamiento, mientras que la deuda se resuelve dentro del concurso judicial.

Pero el Gobierno cree que el riesgo es menor frente a la importancia de “salvar las fuentes de trabajo” -evitando, además, conflictos sociales en medio de la campaña electoral-, por lo que transformará la lógica de la Anses.

“De financiar a los futuros jubilados en el pasado, el organismo pasará ahora a garantizar que los trabajadores activos mantengan su empleo para poder sostener la sustentabilidad del sistema previsional”, afirmaron los funcionarios.

El antecedente de esta incursión es el nombramiento de directores del Estado en empresas privadas donde las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) tenían acciones hasta su eliminación a fines de 2008, tenencias que pasaron a manos de la Anses con la nacionalización del sistema.

De todos modos, esta cuestión no desvela a Moreno, que consolida su poder interno en el Gobierno.
Recorrida

Cuando ayer recorrió la planta de la ahora llamada Papelera Quilmes, el funcionario logró la aclamación de buena parte de los empleados cuando aseguró que “toda la producción de Massuh ya está vendida desde el día de ayer, garantizando que esté vendida toda la producción de los próximos meses”. Del mismo modo, frenó el pedido de algunos trabajadores de “desplazar” a gerentes del grupo privado luego del agudo conflicto laboral de más de siete meses.

A partir de hoy, y luego de siete meses de conflicto, los trabajadores de la papelera comenzarán su jornada completa para reactivar el mantenimiento de la planta, y dentro de dos o tres semanas comenzará la producción, según explicaron a LA NACION los delegados internos Juan Naviero y Héctor Urbanovich. Cuando se reanude la producción, se les pagarán las deudas atrasadas a obreros y empleados.

Los gremialistas destacaron la actitud del Gobierno y criticaron a la Federación de Obreros y Empleados de la Industria del Papel, Cartón y Químicos “por no apoyarnos en nuestra lucha y ser cómplices de la actitud de los empresarios”. El secretario general de la Federación, Blas Alari, mantuvo una reunión por separado de la comisión interna con Moreno la semana pasada y expresó cierto escepticismo respecto de la viabilidad de mediano plazo del emprendimiento, aunque la elogió como salida de emergencia.

Pero el secretario de Desarrollo de la Municipalidad de Quilmes, Guillermo Robledo, buscó despejar esas dudas al afirmar a LA NACION: “Moreno nos dijo que ya comprometió a los supermercados a comprarle papel a esta planta y lo mismo hará con las empresas concesionarias de servicios públicos y los organismos del Estado”. La fuente oficial ratificó que Massuh “pasará a ser el proveedor exclusivo” del gobierno nacional.

En tanto, el intendente de Quilmes, Francisco Gutiérrez, declaró que tanto esa planta como las otras del grupo Massuh se regirán “por un fideicomiso administrado por el Estado, dejando afuera a toda la dirección, y la responsabilidad de Massuh [por la deuda] queda en la Justicia”. Por esa razón, luego de estar en Quilmes, Moreno se trasladó a dialogar con la jueza nacional en lo comercial 26, María Elsa Uzal, a cargo del concurso de esta firma, por unos $ 250 millones.

La jueza debe convalidar por escrito este acuerdo negociado entre Moreno, la municipalidad de Quilmes, los trabajadores y el propio Héctor Massuh, cuyo grupo fue sumariado por la Comisión Nacional de Valores (CNV), ya que parte de las acciones de la empresa cotizaban en la Bolsa de Buenos Aires.

Ajeno a estas cuestiones, Moreno advirtió que estará todos los días a las 8 en punto en la Papelera Quilmes para encabezar la reunión de directorio. Y nadie se animó a contradecirlo.

Claves

* Al rescate. Tras prometer fondos a Massuh, el Gobierno aportará dinero de la Anses a las automotrices y a la industria del cuero, entre otras, con un espíritu similar al liquidado Banade.

* Objetivo. El plan, según fuentes oficiales, busca garantizar que no haya despidos masivos en un contexto de crisis global e incertidumbre local.

* Garantía. Al recorrer la planta de Massuh en Quilmes, Moreno aseguró ayer que ya vendió la producción por “varios meses” a supermercados y al propio Estado. El grupo maneja el 25% del mercado local.

* Banco Nación. El otro actor relevante en esta estrategia es el Banco Nación, que armará el fondo fiduciario para las empresas privadas, al igual que ya ocurre con obras públicas.