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El iPad, el mejor amigo de los libros electrónicos

Con 15 millones de dispositivos vendidos en 2010 desde su lanzamiento en abril, y contribuyendo a las más de 10 mil millones de aplicaciones descargadas de la plataforma iOS junto con el iPhone y el iPod Touch, se puede decir, sin dudas, que el iPad de Apple es un éxito difícil de igualar. El producto ha tenido definitivamente una aceptación masiva, tanto en consumidores finales como también en el mundo corporativo.
Uno de los aspectos fundamentales del iPad es la capacidad de leer todo tipo de libros electrónicos en su pantalla LED multi-touch de 9,7 pulgadas.

Es que no sólo se trata de la posibilidad de almacenar un buen número de libros sino de cómo se relaciona el iPad con esos textos. Sobre el libro electrónico, a diferencia del papel, se tiene la posibilidad de interactuar con los documentos, cambiar la tipografía, el fondo, resaltar párrafos, hacer búsquedas en diccionarios o googlear una palabra, todo con gestos manuales, intuitivos y obvios.
La pantalla del iPad y su capacidad de proceso hacen que sea posible reproducir todo tipo de documentos, ya sean imágenes, videos, ilustraciones, PDFs, texto plano y que, además, se pueda interactuar con ellos.

¿Cuál es la diferencia entre un libro electrónico –ebook- y un PDF?
Los libros electrónicos son productos donde se puede visualizar el texto en una pantalla que simula ser un tradicional libro de papel, e inclusive, al pasarle el dedo, se “doblan” las “hojas virtuales” como si realmente se tratara de un libro. Al tener este texto disponible en el iPod se lo puede marcar con un señalador, resaltar un párrafo, subrayar. Y aquello que queda resaltado será parte de un índice de marcadores que permitirá realizar una búsqueda muy sencilla cuando se necesite volver a ese párrafo. Algo que en un libro de papel implica dejar anotado el número de página resaltada o revisar todo el libro para encontrar aquello marcado.

Otro aspecto de gran utilidad de este dispositivo es que simplemente marcando con el dedo alguna palabra o frase dentro del texto, podemos buscarla, primero las veces que figura dentro del propio texto, y de inmediato buscarla además en un diccionario o en Google. Nunca más nos quedaremos con la duda sobre una palabra o un concepto que estamos leyendo porque tenemos que buscar la referencia en otro libro de papel, y tampoco tendremos que sentarnos en una computadora a buscarlo en Google.

Cualquier texto se puede convertir en formato ebook. Hoy en día existen software, tanto libres para uso doméstico como profesionales para editores o autores, que permiten transformar casi cualquier formato de texto en ebook. Así, se puede interactuar con cualquier texto que se tenga con las facilidades que brinda el ebook.

También se pueden comprar libros electrónicos o descargarlos de forma gratuita. Apple, Amazon, Barnes & Noble y otras firmas venden libros en este formato que están protegidos para la copia, y además en la red abundan ebooks que no están protegidos y que se pueden descargar y compartir por correo electrónico.

Pero el iPad no limita los libros al formato ebook solamente, porque muchas publicaciones tienen ventajas usando el formato PDF, en el cual la visualización del libro o revista se encuentra bajo mayor control del que lo publica ya que se asemeja más a la página impresa.

Aquí aplica una propiedad del iPad, su famoso gesto de ampliación, en el que haciendo un “pellizco” sobre la pantalla con dos dedos se amplía rápidamente la imagen o texto del PDF. Las aplicaciones básicas del iPad permiten leer, buscar y navegar por los documentos PDF a través de índices o páginas en miniatura. Y descargando aplicaciones de “anotación”, se puede además agregar notas, marcar los PDF en forma manuscrita o por tipeo, agregarle notas habladas, y subirlos a distintos servicios “en la nube” para compartirlos con otros colaboradores.

Algo muy común en el mundo de los negocios es que nos pidan llenar un formulario en PDF y devolverlo. Si bien hay herramientas para preparar documentos PDF especiales, es muy sencilla hacer esta operación en el iPad sobre cualquier documento PDF, esté preparado previamente o no. Las aplicaciones para trabajo manuscrito pueden funcionar básicamente con el dedo, pero muchos usuarios prefieren hacerlo con un lápiz capacitivo que se consigue como accesorio y resulta más intuitivo para escribir, firmar, resaltar como marcadores, pintar o seleccionar objetos en la pantalla con mayor precisión que el dedo.

Más allá de la capacidad de interactividad con el texto que tiene el dispositivo, el producto tiene una pantalla extremadamente estable y tiene la facilidad de la ampliación y disminución instantánea del tamaño de la letra. La lectura, al poder variar el tamaño de la tipografía, se hace muy cómoda. Como extra, la respuesta inmediata, la velocidad de su procesador, la memoria y la capacidad gráfica hacen que el iPad sea muy agradable y fluido en el uso.

Otra propiedad destacable del iPad para usuarios que manejan diversos lenguajes es la de cambiar su lenguaje operativo en forma inmediata y permitir el uso de tecnologías de asistencia. De esta manera, la mayoría de los textos, tanto de libros como de sitios web o textos de cualquier tipo, pueden ser visualizados y utilizados en idiomas con distintos alfabetos, latinos, árabe, hebreo, chino, coreano, etc., y en muchos de ellos (español e inglés y otros) se cuenta con tecnologías asistivas que permiten al iPad pronunciar en voz alta los textos de las pantallas, comandos, páginas de libros o páginas de Internet según el caso. Y no solamente para personas que tengan problemas visuales, sino para quienes deben realizar una actividad que les ocupa las manos y la vista pero que desean aprovechar para escuchar la lectura de su autor favorito o del texto de estudio que necesita aprender.