Inicio Empresas y Negocios Cuidar al empleado es una buena idea

Cuidar al empleado es una buena idea

Hace tiempo atrás hablamos sobre el síndrome del sobreviviente en las organizaciones que viven en procesos de crisis agudas. En el devenir argentino, con tantos altibajos tan pronunciados, esto parecería lejano… pero a la luz de la realidad inflacionaria puede encontrarse nuevamente a la vuelta de la esquina.

Recordemos que el síndrome se produce como causa de los procesos de achicamiento de las plantillas de personal. Un estudio de la University of Cologne, advierte que estos individuos experimentan sensaciones como temor, tensión extrema, depresión e, incluso, un paradójico sentimiento por haber sobrevivido. Quienes padecen dicho síndrome presentan síntomas como resentimiento a la organización y desinterés por el desarrollo productivo de su tarea. Intentan pasar desapercibidos, evitando ser el próximo blanco de despidos, a la vez que, reducirán drásticamente su nivel de interacción socio-organizacional; evitando fomentar vínculos sociales con personas con las que no saben si prolongaran una relación. Ello, afectará progresivamente el buen clima laboral y, al igual que un cuadro cancerígeno, corroerá los cimientos mismos de la productividad organizacional.

Sin embargo, también hay otros males que pueden afectar a nuestra plantilla de personal. Por caso, la sobre saturación laboral. Un estudio del portal digital especializado Trabajando.com, que se realizó sobre una muestra de más de 2.800 personas, revela que el 42 por ciento de la base muestral ç manifiesta dedicar más de 47 horas semanales al cumplimiento de sus deberes laborales; mientras que un 68 por ciento destina menos de 20 horas a su familia y seres próximos. Casi una misma proporción, un 62 por ciento, afirma que sus familias y sus seres queridos son su principal fuente de bienestar. Más alarmante aún, solo un 8 por ciento consideró al trabajo como su prioridad.

Ante este escenario, se vuelve necesario pensar: ¿Qué hacemos desde las organizaciones para mejorar la calidad de vida de nuestros empleados y, en definitiva, aumentar su capacidad productiva?

Acaso, alguien puede creer aún que una obrero exigido por sobre sus capacidades físicas, intelectuales o afectivas puede ser más productivo. Este mito de los albores del industrialismo ha caído ya hace muchas décadas; sin embargo parece que muchos empleadores se resisten a entenderlo. Una actitud de necedad como ella solo contribuye a generar mayores niveles en el stress colectivo e individual de los miembros de la organización.

Los directivos de las empresas modernas deberán trabajar cada vez más para generar espacios de compatibilidad entre las necesidades organizacionales y la vida de cada uno de sus empleados. Así, se mejorará la productividad de la empresa y se potenciará la valoración que el factor humano tendrá con relación a su organización. En definitiva, se estará trabajando para crear un verdadero y sentido vínculo de fidelidad entre empleador y empleado.

Será bueno recordar que una correcta gestión del capital humano deberá tender a la gestación de fuertes niveles de compenetración con la visión organizacional, potenciando la pertenencia y la buscando el cumplimiento de los objetivos organizacionales por parte de todos los miembros de la organización.