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El placer de colgarse

Al pensar en la escalada o el rappel, las altas cumbres de la Cordillera aparecen en la mente al instante. Sin embargo, para enfrentarse a paredes complicadas o para iniciarse en estas actividades, no es necesario disponer del tiempo para viajar tan lejos. Las antiguas sierras de la provincia de Buenos Aires o las más jóvenes de Córdoba proveen las condiciones ideales para practicar estas disciplinas.

Uno de los sitios más renombrados por la calidad y cantidad de vías equipadas con que cuenta es la Sierra La Vigilancia. Se trata de una formación antiquísima de baja altura y forma alargada. Allí, funciona la Escuela de Escalada y Montañismo Acción Directa, que también opera el refugio y camping del lugar. El complejo se encuentra en el kilómetro 45,5 de la ruta 226 que vincula a Mar del Plata y Tandil.

Justamente en este último lugar se concentran varias opciones para tomar contacto con las paredes graníticas. Ocurre que en Tandil, durante los últimos años del siglo XIX y los primeros del siglo XX, se dio una intensa actividad en las canteras de piedra que abundan en las sierras locales. Ya en desuso, han quedado gran cantidad de paredes cortadas en línea perpendicular al suelo, absolutamente rectas, ideales para el rappel. Obra del barreno y la dinamita, estas paredes son aprovechadas por diferentes empresas que ofrecen alternativas para grandes y chicos, experimentados o no.

También vale la pena visitar El Valle del Picapedrero. Ubicado en la zona del Cerro Centinela, se trata de un predio poblado de retamas (una planta invasora, pero no por ello menos agradable a la vista), donde un grupo de docentes se encarga de guiar un pequeño recorrido didáctico entre los vestigios de una casa de piedra hecha por los picapedreros que vivían en la cantera, o bebederos hechos en granito para que los pájaros se acerquen a tomar agua. Siempre en la ciudad de los quesos y los salamines, la empresa Kumbre organiza salidas para hacer rappel en un grupo de canteras ubicadas cerca de la Villa del Lago. Tras caminar unos minutos se llega a la antigua cantera donde hay pequeñas paredes con una inclinación cercana a los 45 grados, por las cuales los más chicos terminan yendo y viniendo como expertos, bajo la atenta mirada de sus padres.

Tierra de Gigantes
Tanti es un bellísimo pueblo serrano ubicado al pie del macizo Los Gigantes. Este nombre es sinónimo de escalada, de paredes graníticas aptas para neófitos y profesionales. Tanti está edificada en las márgenes del arroyo que lleva su nombre y que tiene como destino aumentar las aguas del Dique San Roque. Los balnearios y piletas naturales marcan el recorrido de las aguas y seducen durante los cálidos días cordobeses. En el corazón del pueblo se alza imponente la parroquia de Nuestra Señora del Rosario, construida en 1880 sobre sólidas paredes de adobe, y que constituye una de las reliquias edilicias de la población que fue retratada por diversos artistas. Las ruinas coloniales de la zona componen un paisaje de casonas y estancias que remontan su fundación a 150 años. Pero en esta oportunidad, el atractivo es la sierra. La zona de escalada está ubicada a 50 kilómetros de Córdoba y a sólo 15 kilómetros de Carlos Paz, por lo cual es posible contratar excursiones en ambos centros urbanos.

La altura máxima en Los Gigantes es de 2.374 metros, mientras que los cerros que componen el cordón van formando valles surcados por pequeños arroyos, cavernas ocultas e imponentes paredes de roca. La más impresionante es la del cerro de la Cruz, que presenta un muro rocoso de aproximadamente 70 metros de altura, apenas un poco más que lo que mide el Obelisco porteño.