Inicio Clickeando El rol de una DMC en turismo corporativo

El rol de una DMC en turismo corporativo

El turismo corporativo es una de las áreas que más se ha especializado en los últimas décadas a través de agencias receptivas o DMC (Destiny Management Company), lo cual permite contar con un departamento especializado en turismo receptivo en el país, para recibir a grupos que viajan para participar de convenciones, congresos o viajes de incentivo, con el que alguna empresa premia al empleado o directivo, viajes enfocados puramente al placer. En estos casos, cuando una empresa decide llevar a sus empleados, clientes u otros a Argentina, se contacta con su agencia de viajes local, quien a su vez se contacta con una agencia DMC.

Para las agencias del exterior es fundamental contar con un partner en el país de destino que les permita operar sus grupos con mayor expertise; una empresa establecida que conozca las últimas novedades y las mejores opciones, que esté en permanente contacto con los proveedores y que, en cada instancia del viaje, brinde soluciones y alternativas innovadoras.

Cuando se trata de turismo corporativo, la idea es mostrar al país como un destino de experiencias. Esto significa, ofrecer experiencias para conocer el país de una manera que esté más conectada con nuestra cultura y costumbres. Por ejemplo, llevando a una persona que viene a hacer turismo a comer un asado o, en el caso de ser un grupo, se les puede dar una clase de cómo hacerlo ellos mismos. Aquí lo central es la experiencia para hacer estos viajes mucho más atractivos.

Existen muchos tipos de requerimientos dependiendo del perfil del grupo, desde los austeros hasta los más lujosos para grupos grandes o más reducidos, orientados a las necesidades de los participantes; como por ejemplo hacia el deporte golf, polo, rugby; o viajes más “tailor made” orientados al arte o la cultura en general. En todos los casos, la DMC cubre las necesidades de seguridad, confidencialidad y calidad de servicios.

Operativamente, sea para un pasajero individual con o sin jerarquía o un grupo de invitados por una empresa, la tarea de una DMC comienza al momento que arriban los pasajeros a Ezeiza. La prestación se ocupa desde el servicio de maleteros, traslado en privado, servicio de pre check-in, de controlar que todos los servicios se presten con absoluto orden y calidad, en suma, que los visitantes se sientan contenidos y cuidados. Se los lleva a almorzar y cenar a los mejores lugares para que conozcan lo mejor de nuestra gastronomía, lo cual es una buena opción para acercarlos a nuestra cultura, desconocida para el extranjero. Básicamente, una DMC debe mostrarse al mundo y promocionar su destino.