Los problemas en la cadena de pago no quedan nada más que en los retrasos del Estado a la hora de honrar sus compromisos. Si el eslabón más grande de la cadena no desembolsa el dinero a sus proveedores, los que dependen de ese pago para desinteresar a sus acreedores se las ven en figurillas.
Algo de esto está sucediendo en la cadena de pago entre las empresas privadas. Los datos ya empiezan a mostrar, de forma incipiente, un resquebrajamiento de estos eslabones.
Según datos del Banco Central (BCRA) en lo que va del año, el total de cheques que fueron rechazados por los bancos trepó a los 7225 millones de pesos, cifra que representa el 1,95% de la totalidad de los cheques que fueron compensados.
Si bien el nivel de rechazos está lejos del pico máximo de 3,2% que marcó en plena crisis de 2001/2002 -cuando estalló la cadena de pagos por la devaluación y la pesificación asimétrica-, la cifra muestra una notable desmejora respecto del porcentaje de 1,5% que registraba un año antes.
Hace un año, el monto total en cheques rechazados fue de $ 5788 millones de pesos, es decir, un 25% inferior al que se registró en el mismo mes de este año.
Por supuesto, el correlato de la falta de pago de los cheques se ve inmediatamente reflejado en la Justicia, donde los acreedores acuden con el título impago. Los juicios ejecutivos -que son las demandas que se inician a emisores que no llegan a cubrir un documento de pago, sea cheque, pagaré o cualquier otro instrumento- marcaron en agosto el mayor nivel desde diciembre de 2004. En el octavo mes del año este tipo de reclamo judicial aumentó respecto de julio un 50 por ciento; de un mes a otro, pasaron de 4000 presentaciones a 6000, aproximadamente.
El juicio ejecutivo es un proceso breve, no mayor de los 60 días, que puede derivar en un embargo, remate o secuestro de bienes sobre el emisor. Se considera un paso necesario y previo a la quiebra, y por eso se supone que “anticipa” un inminente incremento en la cantidad de “pedidos de quiebra” para el mediano plazo.
Hasta agosto de este año se registraron unas 35.000 demandas de este tipo en el sistema nacional de pagos, según las cifras del BCRA, que representaron un incremento interanual de 17,23 por ciento.
Según el Informe Crediticio elaborado por la empresa Fidelitas, “todos los indicadores de riesgo crediticio se deterioraron durante el mes de agosto de 2009”.
Durante ese período, el informe da cuenta de que los concursos preventivos aumentaron un 84 por ciento y las quiebras decretadas, un 62 por ciento. “Los demás indicadores también experimentaron subas, en relación con las del mismo mes del año anterior”, concluye el trabajo.
Si lo que se toma es la comparación del acumulado del año, las cifras también muestran el deterioro en la cadena. En lo que va del año se ha producido un aumento de 12,7% en las quiebras con respecto a las de los ocho primeros meses de 2008.
Además, también se ha presentado un 18,9% más de concursos preventivos proveídos, en tanto que las demandas judiciales muestran un aumento del 21,5% frente a igual período de 2008, mientras que los pedidos de quiebra aumentaron un 4,9%. “Esto demuestra que los compromisos originados en compras financiadas están cumpliéndose con gran dificultad”, sostiene el documento.
Quienes miran y estudian los comportamiento de la Justicia consideran que parte del aumento de agosto podría obedecer a la feria judicial de invierno. Sucede que como consecuencia de las previsiones tomadas por la epidemia de la gripe A, prácticamente no hubo actividad por un mes y eso llevó a que en los primeros días de agosto se vea recargado el ingreso de demandas.
Sin embargo, el acumulado del año y la comparación con 2008 parecen mostrar que la cadena de pagos está maltrecha.
