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¿Es la nacionalización de los bancos la solución a la crisis financiera que afecta a EE.UU?

El mundo económico y financiero atraviesa por estos días, uno de los períodos de mayor agitación de los últimos tiempos. Los rumores van y vienen y cada uno de ellos funciona como detonantes que puede hacer estallar el precio de las acciones de las principales compañías del mundo.

Por estas horas, la posible nacionalización de algunos bancos estadounidenses es el tema que mantiene en vilo a todos los analistas internacionales.

Para algunos de ellos, será inevitable, tal como expresó el economista Orlando Ferreres a este medio: “La nacionalización de los bancos es prácticamente la única salida por el momento”. El analista también explico que “si el Estado les brinda el apoyo financiero que necesitan, los fondos del Gobierno serían casi todo su capital”. “Es decir que, en la práctica, las entidades serían del Gobierno a pesar de que éste no los maneje”, subrayó.

Para otros, es una decisión con costos políticos de fondo muy importantes que, mientras pueda, el primer mandatario estadounidense tratará de evitar.

“Obama no quiere correr el riesgo político de apoyar decididamente a los bancos y eso impide resolver el problema de fondo”, señaló días atrás el economista Miguel Angel Broda a iProfesional.com

Día agitado
En medio del tembladeral, los principales organismos reguladores de EE.UU., encabezados por el Departamento del Tesoro y la Reserva Federal, debieron salir a reiterar su disposición a respaldar las necesidades de liquidez de los bancos y aseguraron que su voluntad es que éstos permanezcan en manos privadas.

Pero, lo que en primera instancia podría ser una excelente noticia para las entidades involucradas, para sus accionistas y para el mercado, puede representar un retroceso, luego que la prensa de todo el mundo especulara largamente con que el gobierno de Obama avanzaría hasta alcanzar el 40% del capital de Citigroup.

“El Gobierno de EE.UU. continúa firmemente detrás del sistema bancario y garantizará que los bancos cuenten con el capital y la liquidez suficiente para proporcionar el crédito necesario destinado a restaurar el crecimiento económico”, señaló el comunicado emitido por el Tesoro, la Fed, la Agencia Federal de Garantía de Depósitos (FDIC), la Oficina de Control de la Divisa (OCC) y la Oficina de Supervisión Cambiaria (OTS).

Además, anunciaron que el nuevo programa de asistencia a entidades comenzará a funcionar el próximo miércoles, fecha que para muchos especialistas suena demasiado lejana, luego de todo lo hablado desde el pasado viernes.

“En mercados tan aceitados como los de EE.UU. 48 horas son una eternidad. Es una ventaja enorme para los que operan a corto plazo. Da tiempo para pensar y ganar dentro del mercado”, señalo Agustín Cramo, analista de mercados internacionales a iProfesional.com

¿En qué consiste el nuevo programa?
El nuevo programa de asistencia de capital que entrará en funcionamiento establece que:

* Cualquier inyección de capital público se realizará en forma de acciones preferentes convertibles obligatorias

* Solamente serán transformadas en acciones comunes si fuera necesario para mantener bien capitalizadas a las entidades

* Podrán ser retiradas si las condiciones financieras mejoran antes de que la conversión sea obligatoria

* Los bancos que necesiten fondos adicionales después de los llamados stress-tests (test de viabilidad) que no puedan obtener el dinero de manos privadas podrán conseguir más dinero público

El programa busca, según los analistas internacionales, asegurar al público estadounidense que estos tests, que se llevarán a cabo en unos 20 bancos estadounidenses, son parte de un plan para reflotar a las entidades, y controlar las especulaciones sobre una posible desaparición o nacionalización de los bancos.

“Este programa está diseñado para asegurar que las principales instituciones bancarias cuenten con capital suficiente para desempeñar su rol fundamental en nuestro sistema financiero”, señaló el comunicado oficial.

Sin embargo, un detalle que no pasó desapercibido para muchos expertos es que el anuncio de dicho programa no desmiente rotundamente que no se vayan de nacionalizar más entidades.

Nacionalizar o no nacionalizar, ¿esa es la cuestión?
Por estas horas se intensifica el debate sobre si la eventual nacionalización de entidades puede poner punto final a la crisis y si, asumido el costo político, puede marcar un punto de inflexión otorgando mayor calma a los inversores.

“La nacionalización sirve para cortar la especulación de corto plazo. Puede ayudar a cambiar el humor del mercado y a salvar la economía real. Lo peor que puede pasar es que ésta se siga deteriorando”, explicó Cramo.

Para Daniel Artana, de FIEL, “la nacionalización transitoria de la banca tiene la ventaja de resolver el problema de la incertidumbre sobre cuanto valen los activos de los bancos, y las entidades no tienen que mandar todos los activos tóxicos a pérdida”.

“El problema en EE.UU. es que los activos que muestran los bancos en sus libros están valuados por encima del valor de mercado. El inconveniente que se les plantea a las entidades es que si llegasen a tomar sus activos a valor mercado se hunden”, concluyó Artana.

Desde la consultora de Orlando Ferreres, Fausto Spotorno resaltó: “hasta que los activos y pasivos de los bancos no sean revaluados, la crisis no se va a solucionar”.

Fabián Belletieri, analista de mercados globales, también sostiene que “la única solución pasa por comprar los activos tóxicos para cerrar la pérdida de una vez por todas.”

Tanto para Cramo como para Belletieri, la salida a la crisis pasa por “renegociar los activos tóxicos a valores reales, con el compromiso estatal de hacerse cargo del costo de la crisis”.

Es así como los expertos coinciden en señalar que la nacionalización resuelve uno de los problemas de fondo, que es el de la valuación de activos. Pero queda otro, no menor, en pie: la reactivación del crédito, un elemento clave para que los mercados puedan, poco a poco, encontrar un poco más de calma. Claro está, que para esto suceda debe volver la confianza.

Al respecto, se refirió el economista Camilo Tiscornia, de Castiglioni, Tiscornia y Asociados: “La nacionalización sería una forma de resolver el miedo que existe sobre la insolvencia de algunos bancos, pero eso no va a resolver automáticamente el hecho de que vuelva a haber crédito. Aunque en la medida que tome más participación el Estado, es probable de que sea éste el que trate de forzar los préstamos”, apuntó.

Gustavo Perilli, economista de Finsoport especializado en temas internacionales, coincidió con Tiscornia: “Si los bancos siguen cayendo, lo que queda es una corrida contra todo el sistema financiero, la nacionalización sirve para evitar que se profundice el miedo. No va a solucionar del todo la crisis, pero puede evitar una catástrofe. La crisis se va a solucionar cuando los consumidores empiecen a consumir y los productores a producir”. Y para ello deberá reactivarse el crédito.

Por su parte, Tiscornia afirmó : “Lo que hace falta es recuperar la demanda de la economía y es difícil cuando los bancos no prestan. La nacionalización no resuelve esto del día a la noche, pero es importante como señal, porque no se puede permitir que caiga un banco grande”.

¿Qué pasa con el Citigroup?
Citigroup, que hasta la crisis fue el primer banco estadounidense, perdió u$s18.715 millones en 2008, de ellos u$s8.294 millones en el último trimestre, frente a los beneficios de u$s3.617 millones logrados el año anterior.

El grupo bancario ya ha recibido del gobierno u$s45.000 millones para intentar capear la crisis, lo cual supone un 8% de participación en la entidad, a la que exigió que adoptase medidas para su reactivación.

Según un artículo firmado por Megan Davies y Jonathan Stempel y publicado por la agencia Reuters, la entidad estaría en conversaciones para darle al Gobierno de Estados Unidos una mayor participación.

Vikram Pandit, el presidente ejecutivo de Citigroup, ha intentado estabilizar al banco mediante su fragmentación en dos: Citicorp sería el hogar de los negocios más saludables que el banco se quiere quedar y Citi Holdings tendría las operaciones que pretende vender o cerrar.

En octubre y noviembre, Citigroup emitió acciones preferenciales por u$s52.000 millones, de las cuales u$s45.000 millones fueron considerados como aportes de capital y el resto como una comisión para que Estados Unidos aceptara compartir las pérdidas en una cartera de activos problemáticos de u$s301.000 millones.

La situación del Bank of America
Kenneth Lewis, consejero delegado de la entidad, ya había señalado este fin de semana en un memorando a sus empleados que no hay razón que sustente una posible nacionalización del banco.

Con sus palabras, Keneth Lewis ha querido disipar las preocupaciones acerca de la posible nacionalización de la entidad y ha rechazado que vaya a necesitar financiación adicional.
“No veo ninguna razón para que una compañía que genera beneficios, con fuertes niveles de capital y liquidez, debería ser tenida en cuenta para una nacionalización”, señaló en un comunicado enviado a sus empleados recogido por el diario estadounidense The Wall Street Journal.

Greenspan advierte
En tanto, el ex presidente de la misma FED, el legendario Alan Greenspan, dijo que “en algunos casos, la solución menos mala es que el Gobierno tome el control temporalmente” de los bancos en problemas, bien a través de la Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC) o de otros mecanismos.

Greenspan cree que esto “permitiría al gobierno traspasar los activos tóxicos a un ‘banco malo’ sin el problema de como valorarlos”.

Pero también avisó que los poseedores de deuda senior (aquella que tiene la prioridad a la hora de recibir los pagos) también podrían tener que ser protegidos en caso de nacionalización.

“Hay que ser muy cuidadosos al imponer pérdidas a los acreedores de deuda senior de cualquier banco bajo control gubernamental porque esto podría tener impacto en la deuda senior de todos los demás bancos”, añadió Greenspan.

“En definitiva, luego de tantas idas y venidas, lo que el gobierno de EE.UU. debería hacer es lo mismo que se hizo en nuestro país para salir de la crisis del 2001, crear un ‘banco nuevo’ y un ‘banco malo que absorba los pasivos tóxicos. Creo que es la solución”, concluyó Belletieri.