Fate, líder en producción de neumáticos del país, presenta cinco nuevas medidas de su reconocido producto Range Runner: 225/75R15, 255/70R15, 205R16, 235/70R16 y 245/70R16. Con estas incorporaciones, Fate alcanza una cobertura del 85% sobre el mercado de Camioneta, SUV y 4×4, en el cual se comercializan más de 1.300.000 neumáticos al año.
“Los nuevos neumáticos fueron desarrollados con el fin de satisfacer la demanda de las camionetas líderes de este segmento, como la Toyota Hilux, la Ford Ranger y la Chevrolet S-10 en todas sus versiones. Además, estos rodados podrán equipar otros vehículos tipo SUV como Chevrolet Blazer, la Jeep Cherokee y Grand Cherokee, Nissan Frontier y Kia Sorento, entre otros. Fate sigue apostando e invirtiendo en el país aumentando permanentemente la oferta de productos con la misma calidad y tecnología de siempre”, sostuvo Ariel Berardi, Gerente de Producto para Auto y Camioneta de Fate.
Debido a su construcción, los neumáticos Range Runner de Fate poseen una óptima adherencia, manejabilidad, estabilidad y alto rendimiento kilométrico. Su doble cintura de acero combinada con el sistema estabilizante de nylon asegura una progresiva distribución de tensiones a lo largo de toda el área de contacto con el suelo. El casco reforzado con dos pliegos de poliéster provee una gran flexibilidad lateral, rápida respuesta al volante y resistencia extra a los impactos.
Principales características de Range Runner de Fate
Desarrollado especialmente para su aplicación en SUV, vans, camionetas y minibuses, sus principales características son:
* Rodado apto para todas las posiciones y todas las condiciones climáticas
* Se adecua a todo tipo de camino
* Su diseño optimizado logra una marcha silenciosa y segura
* Permite un excelente drenaje de agua, evitando el hidroplaneo
* Tiene muy buen rendimiento kilométrico y desgaste parejo
Los nuevos productos se comercializan a partir del mes de julio, a través de la amplia red de distribuidores oficiales de Fate de todo el país. La elaboración de estos neumáticos se lleva a cabo íntegramente en la planta que Fate posee en San Fernando, con tecnología aplicada de última generación.
