Inicio Clickeando Ferias & Congresos: perspectivas 2010

Ferias & Congresos: perspectivas 2010

Cuando el 2008 cerraba, el panorama del sector de las ferias para 2009 no era muy alentador. Sin embargo, y a pesar de una situación difícil, caracterizada por la gripe A y las secuelas de la crisis internacional, el sector logró salir adelante y una vez más sobreponerse.

A pesar de que los números no fueron tan buenos como en otros años, hubo un descenso del 10,6% en la cantidad de ferias y exposiciones, se obtuvieron resultados positivos, que además, nos presentaron un futuro prometedor para el año que recién comienza.

La inversión total en el sector el año pasado fue de más de $2.000 millones, reflejo del posicionamiento que Argentina tiene a nivel internacional en el mercado de las exposiciones y congresos. Este hecho permitió que el sector mantenga su nivel a pesar de todo.

Parte de los logros obtenidos, se debió a la realización de congresos internacionales de gran magnitud: la Novena Sesión de la Conferencia de las Partes de la Convención de Naciones Unidas de Luchas contra la Desertificación (COP 9) y el XIII Congreso Forestal Mundial (CFM 2009) fueron organizados en Argentina.

Por otro lado, a nivel mundial los eventos de Argentina son altamente reconocidos, y muy bien conceptuados, porque se ofrece un buen servicio y porque la cadena de valor está preparada. En cuestión de imagen las exposiciones argentinas se asemejan al estilo y calidad europeos y están por encima de las mexicanas y estadounidense. En cuanto a los congresos, no ha habido organización mundial que haya hecho uno en Argentina y no se haya ido impresionada por la calidad del servicio recibido.

Pero los desafíos no se acaban, ya que aún hay mucho que hacer porque Argentina puede crecer todavía más dentro del sector.

A nivel regional, es importante entender que no podemos competir con Brasil, que tiene un mercado 10 veces más grande que el nuestro, ni debemos hacerlo, lo importante allí es complementarnos, a través de infraestructura e inversiones.

También cargamos con falencias que nos juegan en contra, una de ellas, y tal vez la principal, es la infraestructura. Estamos en una ciudad que representa del 50 al 55% del negocio de todo el país y no tenemos un palacio de congresos ni predios feriales alternativos. En el negocio turístico tradicional primero aparece la demanda y después la oferta. Un destino comienza a ser visitado y posteriormente los inversores empiezan a construir hoteles, restaurantes, habilitar alternativas de turismo en la zona. Pero en esta actividad, si no tenemos predios feriales ni centros de convenciones, no podemos organizar congresos ni exposiciones. En la ciudad estamos totalmente saturados, no se consiguen fechas.

Esta lectura es fundamental para el Estado, que tiene que convertirse en un gran actor para nuestro negocio. Porque el privado no hace la inversión hasta que no aparece la demanda. Entonces, el Estado debe generar la demanda y atraer inversores.

Con respecto a eso, es importante entender que el turista de negocios gasta tres veces más que uno que viaja por ocio, llega con una intensa agenda cada vez que visita un destino; incluye cenas, almuerzos, desayunos, visitas a plantas y movilidad permanente. Además, va de compras y lleva regalos para su familia. Toda esa masa de dinero queda en las empresas y en el Estado, a través de los impuestos. Así mismo, hay que resaltar que el turismo en Argentina representa el 7% del P.B.I. Ese es un concepto que cuesta incorporar en Argentina, aunque en algunos destinos del interior ya esté adoptado, como es el caso de Salta, Catamarca, Neuquén, y Rosario en alguna medida.

Este año evidentemente será un punto de inflexión en nuestra situación. El panorama se muestra mucho más favorable para nuestro país y en el mundo, apostamos a tener un año de eventos con muy buenos resultados.