El último Índice de Capacidad de Pago de Argentina (ICPA) que elabora el Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano, registró en julio último una nueva declinación, esta vez del 26,9%.
Según destacó el director del CENE, Víctor Beker, la caída en julio tiene que ver, en primer lugar, con la fuerte disminución registrada en el superávit fiscal.
En efecto, si se excluyen 1544 millones de pesos correspondientes al traspaso de carteras de las AFJP al ANSES -lo que en modo alguno puede considerarse un ingreso corriente- los ingresos restantes apenas superan a los gastos en 332 millones de dólares. Esto es, remarcó Beker, la mitad de lo que solía ser el superávit fiscal mensual en 2006.
El ICPA se elabora en base a un promedio ponderado de cuatro indicadores: resultado fiscal primario medido en dólares, tipo de cambio real, reservas del Banco Central y saldo de la balanza comercial.
Sin embargo, no sólo disminuyó en julio el superávit fiscal sino que también se registró un fuerte retroceso en el saldo de la balanza comercial, que se redujo a 479 millones de dólares frente a 900 millones registrados en junio. En cambio, las reservas del Banco Central aumentaron en unos 1000 millones de dólares en el mes previo a la corrida cambiaria que se desató por la crisis financiera internacional, comentó Beker.
