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Fundación Diquecito informa acerca de la obesidad infanto-juvenil

El Día Mundial de la Salud, el 7 de abril, señala la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1948, un organismo de las Naciones Unidas que constituye una oportunidad para llamar la atención del mundo sobre un tema relevancia para la salud mundial.

Si bien en este 2008 el Día Mundial de la Salud se centrará en la necesidad de proteger la salud de los efectos negativos del cambio climático, nos parece importante desde nuestra área de trabajo profesional, destacar otra de las preocupaciones de la Organización Mundial de la Salud como lo es la Obesidad Infanto-Juvenil.

Según la OMS: “La obesidad en todos los grupos de edad se ha incrementado dramáticamente en las últimas dos décadas constituyendo una epidemia global, y se convirtió en un serio problema de salud pública mundial”.

Estudios recientes realizados en distintos países confirman que más del 15 % de los niños en edad escolar son obesos, aún cuando la mayoría de ellos esté en la pre-pubertad y la adolescencia, con diferencias según las regiones del país. Según datos de un estudio epidemiológico de la Sociedad Argentina de Pediatría realizado a nivel Nacional para detectar trastornos alimentarios, en nuestro país, el 26,4 % de los chicos y adolescentes es obeso o tiene sobrepeso.

Y, por otro lado, las estadísticas de la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, realizada por la cartera sanitaria, muestra que entre los niños argentinos más chicos, entre 6 meses y 5 años, el 6,5 % ya es obeso.

La Encuesta Nacional de Salud 2007, durante el año pasado, reveló que la obesidad y el sobrepeso en niños de 5 a 11 años de edad se elevaron del 18.6 al 26 por ciento en el periodo comprendido entre 1999 y 2006.

En Argentina
Los datos son contundentes y Argentina es el tercer país en el ranking de países americanos, con alta presencia de obesidad en escolares. Por lo tanto, la obesidad infantil constituye un problema sanitario de magnitud mayor aún que la desnutrición infantil.

El sobrepeso y la obesidad parecen constituir un problema ya instalado en nuestro país ya desde temprana edad, aún en niños de diferentes niveles socio-económicos.

Durante muchas generaciones estuvo la creencia de que cuanto más redondito y rozagante sea el nene, mejor. Hoy, los kilos de más son un problema de salud.

Existen varias consecuencias que son únicas para la obesidad que se inicia durante la niñez:

1- La discriminación que sufren los niños con obesidad por parte de sus compañeros, que se adquiere en formas más institucionalizadas al mismo tiempo que los niños crecen.

2- Instalada la obesidad, el niño o adolescente suele presentar baja autoestima y depresión en una sociedad donde la imagen corporal es de suma importancia.

3- Problemas ortopédicos que se presentan sólo durante la niñez se detectan con mayor frecuencia entre niños obesos. De manera frecuente se observan anomalías como escoliosis (desviación de la columna vertebral), pie plano, etc. Algunas lesiones menores, como esguinces de tobillos, pueden tomar más tiempo para sanar o se pueden volver crónicas en niños y adolescentes con exceso de peso y pueden constituir la causa del dolor persistente en las extremidades del cuerpo.

4- Complicaciones cardiovasculares: Hipertensión arterial, Atero-esclerosis, Colesterol y Triglicéridos elevados.

5- Alteraciones respiratorias cobran gran importancia, condicionan una mayor incidencia de infecciones y en las obesidades mayores se puede presentar apnea del sueño (obstrucción de las vías respiratorias por acumulación de tejido adiposo), los casos se pueden dar invariablemente junto con ronquidos y la obstrucción puede originar hipoxia (falta de oxígeno), con somnolencia diurna.

6- Estrías en la piel, en distintos lugares del cuerpo, son frecuentes en las caderas y en las mamas en las niñas, en un comienzo pueden ser de color rosado más o menos intenso y posteriormente blanquecinas.

7- En los varones los genitales externos suelen parecer pequeños, aunque en realidad están ocultos por el tejido graso del pubis. En las niñas obesas la menarca (primera menstruación) aparece más tempranamente que en las delgadas.

8- Es importante considerar el riesgo de obesidad en la edad adulta, ya que un gran porcentaje de las obesidades infantiles terminan con una obesidad en la edad adulta.

9- El niño obeso tiene un elevado riesgo de padecer en la vida adulta enfermedades cardiovasculares, pulmonares, hipertensión arterial, diabetes mellitus, litiasis biliar, hipertensión arterial, trastornos psicológicos, entre otras patologías.

En niños y adolescentes las complicaciones metabólicas de la obesidad están relacionadas con un exceso de tejido adiposo intra-abdominal y/o (también llamada grasa visceral), que se manifiesta en el examen clínico como obesidad central.

Se destaca que la infancia es el mejor momento para corregir los hábitos alimentarios incorrectos y para prevenir enfermedades; esto se logra con un tratamiento y seguimiento con un profesional de la salud y los familiares que acompañan al niño. Por lo tanto, la obesidad debe ser prevenida y tratada tempranamente.

A tono con esta realidad, FUNDACIÓN DIQUECITO realiza diversas actividades para formar profesionales entrenados en la atención de estos pacientes, como fue el 1º curso de obesidad infanto – juvenil realizado en el 2007. Este año la Jornada de Actualización en Obesidad será el 14 de Junio, en el Holiday Inn Córdoba, contando con la presencia de especialistas nacionales de gran prestigio.