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India, una gran oportunidad

No son épocas sencillas para India. Los atentados de la última semana volvieron a sacudir el clima interno y agregaron incertidumbre a un panorama económico que ya preveía modificaciones por la crisis internacional.

Las proyecciones que existían para 2009 probablemente deban reverse ahora. India suponía un crecimiento de alrededor de un 7,5 por ciento para el año próximo, pero el turismo, una de las industrias que sostienen el boom indio en los últimos tiempos, quizá no aporte en 2009 los ingresos esperados. El terrorismo conspira hoy contra cualquier previsión.

Hasta hace una semana, en esta ciudad y en Bombay, capital financiera de la India, analizaban cómo y cuánto podía influir la crisis económica mundial en los números locales.

La India preparaba para el año próximo un crecimiento alto, con números apenas más austeros que los de 2008. Y nadie incluía como variable la inseguridad. De hecho, por las calles indias, hasta hace un puñado de días se podía caminar sin temores.

Ahora, a pesar de que el mercado interno, con 1100 millones de habitantes, es uno de los más grandes del planeta y de que el crecimiento proyectado -que bajó en un principio de un 9 a un 7,5 por ciento- de todas maneras será uno de los más llamativos del planeta, la India teme que su economía se retraiga no sólo por los efectos colaterales del derrumbe financiero en el Primer Mundo.

Si de algo están seguros aquí es de que no habrá desacople de la crisis. No valen las teorías kirchneristas en la India, según reconocen funcionarios, economistas y empresarios. Sí habrá, en cambio, algunas modificaciones en la cartera de clientes del segundo gigante asiático.

Ante la recesión que ya ha empezado en Europa y los Estados Unidos, este país que posee la segunda población del mundo, sólo superado por China, podría reemplazar parte de los mercados a los que les vende y a los que les compra.

Es en ese lugar donde entran en escena América latina y, en particular, la Argentina, a la que la India le exporta telas y artesanías, y de la que importa principalmente aceite de soja.

El dilema por aquí es cuánto y cómo influirá la crisis mundial. De lo que no se duda es de que, de una u otra manera, influirá.

“En un mundo globalizado, cualquier problema grave en un país grande repercute en el resto del planeta. En nuestro caso, es probable que una recesión en los Estados Unidos haga que desde allí nos compren menos productos”, razonó Hardeep Singh Puri, secretario de Relaciones Económicas de la Cancillería.

Estados Unidos vende productos por alrededor de 15.400 millones de dólares a la India y compra aproximadamente 17.000 millones de dólares (el 14,9% de las exportaciones locales).

La diferencia con la Argentina resulta gigantesca: el comercio con nuestro país resulta el 0,2% de las ventas al exterior que realiza India (aproximadamente 211 millones de dólares por año) y el 0,4% de las importaciones (836 millones de dólares).

El efecto secundario de la crisis podría modificar estas tablas comerciales. Si los Estados Unidos o Europa (que representan el 21,3 por ciento de las exportaciones locales) compran menos bienes, la India deberá buscar mercados sustitutos para colocar su producción, bastante bien dividida entre las industrias textil, tecnológica, automotriz, farmacéutica, turística y de artesanías.

“Exportamos a la Argentina una parte pequeña de nuestra producción textil. A pesar de la recesión en los Estados Unidos y Europa, no habrá ahora una invasión de productos indios allí. No generaremos trastornos en la industria argentina”, prometió Puri.

Subir Gokarn, jefe de Economía de Standard & Poor´s en Nueva Delhi, coincidió: “Seguramente, se buscarán mercados alternativos, aunque es difícil que la Argentina pueda convertirse en uno de relevancia, porque es muy chico y porque suponemos que la crisis también afectará allí.”

Roopa Kudva, directora ejecutiva de la consultora Crisil en Bombay, aclaró que, a pesar de esto, “el desafío de la India es que crezca el intercambio comercial con la Argentina y con América latina”. Crisil tiene una oficina en Buenos Aires en la que trabajan 50 empleados.

Balanza marginal
La balanza comercial con la Argentina, actualmente, es marginal. Los empresarios locales esperan ahora que la próxima visita de la presidenta Cristina Kirchner, prevista para el primer trimestre del año próximo, modifique este escenario.

Lo reclamó Nagaraj Subramanya, jefe de la Confederación de la Industria India en Mysore, ciudad de casi un millón de habitantes ubicada a una hora y media de Bangalore, una especie de Sillicon Valley local.

“Nos encantaría que la presidenta Kirchner viniera con una delegación de empresarios, así podemos empezar a explorar sociedades comerciales con argentinos. Hay una tendencia mundial en negocios, que es que las empresas extranjeras vienen a India, invierten aquí, venden casi toda la producción en el mercado interno y se llevan la plata a su país”, contó Subramanya.

La tendencia en cuestión se advierte en las calles. El parque automotor, liderado por la firma local Tata, presenta una fuerte competencia entre automotrices japonesas y coreanas. Las firmar orientales Toyota, Suzuki y Hyundai, por ejemplo, tienen una marcada presencia en el caótico tránsito de cualquier ciudad india.

“Y la industria automotriz seguirá creciendo, a pesar de la crisis”, vaticinó Dilip Chenoy, director general de la Sociedad Automotriz india. El empresario se apoyó en una estadística que pretende demostrar la potencialidad del mercado interno: hay sólo ocho autos por cada 1000 personas. Para las motos, la relación es un poco mejor: existen 45 motocicletas por cada 1000 habitantes.

Sin control de natalidad
El argumento de que la India apunta a convertirse en el mercado más grande del mundo se sostiene con que, con sus actuales 1100 millones de habitantes, no hay control de la natalidad y, supuestamente, en los próximos cinco o diez años debería superar la población china, de 1300 millones de habitantes, pero que tiene un fuerte control de natalidad desde hace varios años.

Actualmente, el 55% de los indios tiene 25 años o menos. Es una población joven cada vez más consumista, y esto se aprecia en las telecomunicaciones: hay, en todo el país, 300 millones de teléfonos celulares. Esta cifra nada despreciable lo convierte en el tercer mercado mundial, detrás de Estados Unidos y China.

El desafío del crecimiento en medio del terremoto financiero busca que la proyección no se derrumbe junto con los índices bursátiles.

“Creceremos dos años al 7,5 por ciento y después recuperaremos el nivel de los últimos años, que es del nueve por ciento anual, en promedio”, afirmó Roopa Kudva. El interrogante es cómo incorporar al mercado interno, en medio de la crisis, a una parte de la población sumida en la pobreza.

En la India, el 27% gana menos de un dólar por día y el 21% no alcanza a la canasta alimentaria básica.

“La población que consume crece cada vez más, y esto no va a cambiar. En diez años, la India será el mercado más grande del mundo y necesitará, principalmente, muchos alimentos y mucha energía. Por eso, no vamos a dejar de comprar aceite de soja a la Argentina. Cada vez se utiliza más aquí y no tenemos posibilidades de extender la producción”, explicó Bharat Mehta, premier de la Asociación de Aceites Vegetales.

Comercio de artesanías
El comercio de artesanías es uno de los mercados abiertos en la relación entre ambos países. La Argentina también compra aquí productos textiles, mientras que vende aceite de soja y girasol, cobre y trigo. En realidad, como la India por ahora se autoabastece en cuanto a producción de alimentos, la compra de granos depende de cuanto suceda con la producción local.

Por todo esto, la relación bilateral, sostenida por el intercambio comercial, debería crecer, a pesar del freno de la economía.

“Ahora es el momento para centrarse en América latina. Los demás mercados ya están explorados”, consideró en Bangalore el director de la consultora de negocios india Infosys, Mohandas Pai. La firma analiza la apertura de una oficina en América del Sur, y la Argentina, según el ejecutivo, es una opción firme para ser la sede de la filial.

La crisis mundial, en definitiva, no impedirá que la India mantenga un crecimiento fuerte, pero la obligará a readaptar en algún punto sus mercados. América latina y la Argentina, allí, aparecen como nuevas oportunidades para el intercambio comercial con un mercado de enorme proyección.

1100
Millones de habitantes

Consideran que dentro de 5 o 10 años la India tendrá la mayor población del mundo.

1,7
Millones de autos

Es el mercado de vehículos cero kilómetros que tiene la India en un año.

7,5%
Crecimiento económico
En 2008, las proyecciones eran de alrededor de 9%, pero después de la crisis las previsiones bajaron.

60%
Población rural

Seis de cada 10 pobladores de la India viven en zonas rurales.
390
Multinacionales

Actualmente, esa es la cantidad de multinacionales que se han establecido en territorio indio.
5%
Inflación

Es la proyección del aumento de precios para el año próximo, según estimaciones oficiales.