Cuando se presentan momentos de la economía en la que la inflación es mayor a cero, es conveniente endeudarse usando la tarjeta de crédito. Pero no hay que hacerlo sin fijarse en algunos “detalles” que pueden costar caros.
Lo conveniente es pagar en cuotas que no tengan intereses. Y hay que evitar entusiasmarse y gastar más de lo que se puede pagar. Los créditos más caros del mercado, es bueno y útil saberolo, son los que se toman para cancelar deudas contraidas con anterioridad. Esto es, se usan para refinanciar lo que se financió en el pasado. Y en este cao, las tasas que se pagan más los costos administrativos llegan hasta a ser tres veces más altas que las prime del mercado.
Por otro lado, qe una compra en cuotas tenga tasa de interés igual a cero no implica necesariamente que no tenga costo financiero. Es decir, no indica que no habrá que pagar gastos extras por la adquisión de un bien en cuotas sin interés.
Hay compras en cuotas con tarjetas de crédito que si bien evita que el efecto pago de tasa, incluyen cargos por seguro de vida, por emisión de resumen y por renovación anual que encarecen la compra. A veces, con una compra de 24 cuotas sin interés, el usuario queda atado a pagar los gastos administrativos durante esos dos años. Sólo podrá evitarlo si puede cancelar en algún momento todas sus deudas de contado.
Leer la letra chica y preguntar al momento de hacer la compra siempre es la mejor manera de saber qué y cuánto se está pagando.
