Intel, el principal fabricante mundial de chips del mundo, arma en su centro de desarrollo de software en la ciudad de Córdoba una movida para afianzar su crecimiento en uno de los mercados tecnológicos de mayor crecimiento en el planeta: las netbooks, las computadoras ultra portátiles cuyo ritmo de ventas es superior al del famoso teléfono multimedia iPhone y la videoconsola de juegos Wii.
Pero los 130 empleados del gigante de los semiprocesadores que trabajan en el segundo piso de una galería en el centro de la capital mediterránea no se dedican sólo a las “nettops”, sino también al otro extremo de la cadena de la computación: los servidores y clusters, pasando además por las notebooks y los equipos de escritorio.
Los desarrollos realizados en Córdoba, donde la firma se encuentra instalada desde 2005, tienen una importancia “fundamental” para este grupo, según dijo Don Harbert, manager general de la división de software y servicios de Intel.
Este ejecutivo, a cargo de un área que integran más de 3.000 personas en todo el mundo, visitó la Argentina, donde anunció que en enero próximo se lanzará mundialmente una tienda de aplicaciones de Intel para netbooks que se armó en “La Docta”.
Ultra portátil
La apuesta de Intel por las netbooks tiene un eje central: Es el chip Atom, diseñado especialmente para estas mininotebooks. En Córdoba se propuso y realizó un programa para desarrolladores (http://appdeveloper.intel.com) que incluye herramientas de certificación, validación de desarrollo y certificadores de canales de distribución.
Pero además, en el centro argentino, se armó una tienda de aplicaciones, una movida con la cual Intel se subirá a esta tendencia, que encabeza Apple con sus “stores” virtuales de programas para el iPhone. Esta movida fue imitada por otros jugadores como Nokia y RIM con su BlackBerry.
“La Argentina fue la incubadora de estas aplicaciones, que comenzó en 2008. Lo vendieron internamente y despegó”, recordó Herbert.
Esteban Próspero (en la foto superior), líder del equipo de trabajo dedicado a esta tienda, explicó que buscaron “aplicaciones atractivas para usuarios de la web”, para lo cual realizaron estudios de mercado. Sin embargo, el ejecutivo admitió que “todavía no existe un modelo de uso claro de las netbooks, porque no son notebooks ni celulares”.
El foco del trabajo de diseño de la tienda estuvo en la facilidad de uso, la obtención de información y la ejecución de programas. El lanzamiento de este “store” tendrá como socios a Asus, la marca taiwanesa que difundió el concepto de la netbook, y otros fabricantes.
Luis Blando, el manager general de las oficinas cordobesas de Intel, destacó que la Argentina tuvo a su cargo desde hace dos años la idea, la estrategia, el análisis del negocio, la venta interna dentro de la organización, el armado y la plataforma común que permitirá replicar esta experiencia con otros equipos donde haya un Atom; teléfonos inteligentes, receptores de TV digital o computadoras de mano.
Esta plataforma requiere elementos como autenticación y seguridad en su gestión y administración y la construcción de repositorios.
En el marco del Intel Developer Forum (IDF) que se desarrolló en octubre en San Francisco, Estados Unidos, este programa para proveedores de software independientes (ISVs, sigla en inglés) y desarrolladores, armado en Córdoba, fue lanzado por el propio CEO de la compañía, Paul Otellini.
El programa tiene como objetivo estimular la creación de aplicaciones innovadoras para productos basados en Atom y ofrece un marco para que los desarrolladores ideen, produzcan y comercialicen software para netbooks, dispositivos móviles y smartphones.
Blando agregó que la iniciativa ofrece “una gran oportunidad, por un lado, para los desarrolladores a quienes permite potenciar su negocio a través de la generación de aplicaciones innovadoras para netbooks y dispositivos portátiles. Y, por otro, para el consumidor que, a través del Application Store, también parte del programa, podrá acceder a estas aplicaciones muy fácilmente”.
Los interesados pueden saber más sobre el programa, las APIs, el proceso de aprobación y el ámbito de las tiendas de aplicaciones consultando en http://appdeveloper.intel.com.
Actualmente se están aceptando solicitudes de ISVs y desarrolladores de software para ingresar como miembros. Los miembros recibirán gratuitamente el acceso a herramientas y recursos.
Los kits de desarrollo de software del Intel Atom Developer Program estarán disponibles a finales del otoño.
Supercomputación
En una sala de acceso restringido en el centro se encuentra uno de los orgullos de las oficinas de Intel: Una sala de clusters con procesadores Xeon, que funcionan en paralelo y tienen así la capacidad de procesamiento de una supercomputadora. En Córdoba se arman las recetas, denominadas Intel Cluster Ready Program, para que todos estos chips funcionen sin problemas.
Estos clusters se utilizan para pronósticos del clima, simular accidentes automovilísticos, medicina, investigación científica y películas, como “Ratatouille”.
En el caso del cluster cordobés, está compuesto por 22 nodos, cada uno de ellos con dos procesadores de 4 núcleos cada uno. El poder de procesamiento asciende a 1,8 teraflops. En total son 176 núcleos. A modo de comparación, una PC común tiene procesadores de dos núcleos.
Blando anunció que este cluster estará disponible gratis para universidades argentinas para que hagan análisis de resistencia de materiales u otras investigaciones que demanden mucha potencia de cálculo.
Presión inmobiliaria
Intel comenzó sus actividades en Córdoba en 2005, en el centro de negocios del Sheraton Hotel cordobés. A los pocos meses los empleados pasaron al edificio Ecipsa que les quedó chico y en noviembre de 2007 se mudaron a las oficinas en el Garden Shopping. Hoy allí trabajan 130 personas, 125 de las cuales son ingenieros. El 50% tiene estudios de posgrado y 7 profesionales son doctores. El promedio de edad oscila entre los 27 y 28 años, y un sexto del total son mujeres. La mayoría, un 60%, son cordobeses. El único extranjero es un kazako.
La evolución del centro cordobés pasó de sus inicios de un equipo de seguridad para páginas en formato XML a la prestación de servicios que tienen siempre como único cliente a la corporación.
Hoy el lugar está colmado y a fin de año se estima llegar a las 140 personas, la capacidad límite de las oficinas. “Estamos unos arriba de otros”, advirtió Blando.
Este colapso perjudica al centro, porque debido a la imposibilidad de crecer en superficie y por consiguiente, en cantidad de empleados y equipos, algunos proyectos debieron trasladarse a otros lugares, como las oficinas de Intel en la ciudad mexicana de Guadalajara.
En 2005 el Gobierno provincial benefició a Intel con exenciones impositivas y la sedujo con la promesa de la construcción de un edificio, pero éste no se concretó. La compañía aguarda que la licitación para levantar el inmueble en el Parque Empresarial Aeropuerto se haga realidad antes de fin de año. La obra implicaría una inversión superior a los 40 millones de dólares, de los cuales 30 millones provendrán del Ejecutivo cordobés.
“Queremos que el gobierno nos construya el edificio”, dijo Harbert (en la foto superior), quien advirtió que Córdoba ya se perdió la oportunidad de ser la sede de nuevos programas de desarrollo dedicados a los clusters.
“Esto requiere espacio y tuvimos una divergencia porque no lo teníamos para estas computadoras y lo llevamos a Guadalajara”, señaló el veterano ejecutivo. Por el reducido lugar que tiene hoy, la oficina de Córdoba perdió un cluster con el doble de capacidad.
“Estamos trabajando a pleno (con el Gobierno), son decisiones a cinco años de plazo”, aclaró Blando, quien recalcó a iProfesional.com que estos retrasos en el cumplimiento de las promesas oficiales les generan problemas para captar proyectos de innovación, como el desarrollo de software para teléfonos inteligentes.
