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Inversores le sueltan la mano al dólar y apuntan a nuevos refugios más rentables

Una vez superada la contienda electoral de fines de junio, el Banco Central, la entidad dirigida por Martín Redrado, ingresó en una etapa de virtual congelamiento de la cotización del tipo de cambio, a punto tal que en el lapso de 44 ruedas hábiles sólo se registraron tres modificaciones, de las cuales dos fueron bajas de un centavo.

Ante el abrupto cambio en las expectativas de particulares y ahorristas, que previo a los comicios apostaban a una significativa devaluación del peso, se generó una fuerte corriente vendedora de moneda estadounidense en la búsqueda de aprovechar los buenos rendimientos, en pesos, que ofrece el mercado local.

Del otro lado del mostrador, estas ventas masivas tuvieron prácticamente un solo comprador que, como en los viejos tiempos, volvió a ser el Central. Tal es así que en apenas tres ruedas incrementó sus reservas en unos u$s500 millones.

Este nuevo contexto, según analistas consultados por iProfesional.com, resulta muy beneficioso para la Argentina pues significa una revalorización de la inversión en moneda local.

“El dólar, al mostrarse estable, evidentemente hace que las inversiones en pesos resulten más atractivas, siempre teniendo en cuenta el perfil de mayor o menor riesgo que tenga el inversor”, explicó Mariano Tavelli.

Es así como las colocaciones a plazo fijo, los fondos comunes de inversión, los bonos ajustados por CER, los fideicomisos financieros -también ajustados por ese indicador- y los cheques de pago diferido vuelven a suscitar el interés de una gran parte de la sociedad.

¿Quiénes son los que venden dólares?
Son los exportadores, los bancos locales, aprovechando su elevada liquidez, e inversores institucionales del exterior que ponen fichas en un mercado de alta rentabilidad, como es el argentino, aceptando claro está, asumir un mayor riesgo.

Cabe resaltar que el contexto actual invita a la especulación. En este sentido, están los que apuestan al “dinero fácil” y aprovechan el actual escenario de tasas y la chatura del billete verde para echar a rodar la famosa bicicleta financiera. ¿Quiénes? En particular los bancos y las grandes empresas. El movimiento es el siguiente:

* Venden dólares de contado a $3,85 y se pasan a pesos.

* Con lo obtenido, arman un plazo fijo corto –a 60 días– que rinde un 12% anual (TNA).

* Al mismo tiempo compran dólar futuro, para asegurarse así el valor de la divisa al vencimiento de la colocación.

* A los 60 días, con los pesos generados por el plazo fijo, cancelan el contrato pactado (de dólar futuro).

* Recompran billete verde.

* De esta manera se hacen de la diferencia de tasas (entre el plazo fijo y la casi nula variación del tipo de cambio).

Para montos elevados, la ganancia obtenida resulta sumamente atractiva.

Según Carlos Risso, director de Notibancos.com, quienes venden dólares al contado realizan en forma simultánea una compra a futuro que “en el lapso de unos sesenta días les permite obtener una rentabilidad -en esa divisa- del orden del 2,5 al 3% y sin hacer nada”.

Prueba de ello es el llamativo crecimiento en el volumen operado en el ROFEX y en el MAE, que son las plazas a las que recurren los inversores para celebrar estos contratos (de dólar futuro), por los que se aseguran que van a poder recomprar más adelante el monto convenido al precio del billete verde pactado hoy. (Ver nota: Bicicleta financiera: qué hacen los inversores para ganar un 15% en dólares)

Para muchos analistas este accionar también explica, en gran medida, el crecimiento en las colocaciones a plazo, desde las elecciones a la fecha.

Los fondos comunes comienzan a pisar fuerte
Tal como diera cuenta este medio, un fondo común de inversión (FCI) es un instrumento que ofrece ventajas muy valoradas por el inversor: es muy sencillo ingresar, con montos chicos y poseen la suficiente liquidez para convertirlos rápidamente en cash.

Por ejemplo, para entrar en los administrados por Santander Río, la inversión inicial es de $1.000 y lo mismo ocurre en el BBVA. En el cuadro se muestra quiénes son los bancos que se constituyen como sociedades depositarias y los fondos que administran a través de las sociedades gerentes:

En la Argentina la oferta de FCI se puede clasificar:

* Renta Variable: invierten principalmente en acciones. Unos lo hacen en aquellas listadas en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Otros apuntan al mercado de San Pablo, EE.UU. o Europa. La cuotaparte está denominada en dólares o pesos y su horizonte (de inversión) es a largo.

* Renta Fija: invierten principalmente en títulos de deuda pública o privada. Unos lo hacen en instrumentos de deuda argentinos, otros del exterior, en forma directa, o a través de Cedears. La cuotaparte está denominada en dólares o pesos y su horizonte puede ser corto, mediano, o largo.

* Renta Mixta: invierten en una combinación de acciones y títulos de deuda, como los descriptos en los casos anteriores.

* Mercado de Dinero: en esta categoría se engloban a los fondos de Plazo Fijo y a los fondos de Mercado de Dinero. Construyen sus carteras con depósitos en entidades financieras (principalmente depósitos a plazo fijo y colocaciones a la vista en entidades).

Desde las elecciones a esta parte, el patrimonio de los FCI ha ido creciendo de manera sostenida (7,5%), con una fuerte alza de los de Renta Fija (34%) y variable (20 por ciento).

Los fondos de plazo fijo continúan siendo los que se llevan las preferencias de los inversores –50% del total invertido-, pues consiguen rendimientos similares a las colocaciones bancarias, pero no necesitan inmovilizar el dinero más allá de límites mínimos, que no superan los tres días.

Para aquellos que apuestan a operaciones más riesgosas, se ofrecen todo tipo de alternativas con rentabilidades, en muchos casos, difíciles de obtener en otros mercados.

La razón es que el abanico de posibilidades va desde plazos fijos en pesos hasta alternativas que replican los mercados brasileños, Wall Street, Europa, Asia, commodities, etc. Esto permite apostar fronteras afuera y, de esta manera, “subirse al tren” del crecimiento que marcan otras economías.

En este contexto, por ejemplo un fondo conformado por acciones brasileñas ganó, desde fines de julio, más del 30% y su patrimonio se incrementó el 46 por ciento.

Mas aún, si se amplía el horizonte a un año, pueden encontrarse rendimientos cercanos al 140% anual, tal como diera cuenta iProfesional.com.

Los bonos, a la espera
En cuanto a los títulos públicos, que luego de un largo ostracismo vuelven a las primeras planas, existe un consenso casi generalizado en el mercado en recomendarlos, aún cuando se pronostican ruedas con importantes ajustes. En este punto, todo está condicionado a lo que ocurra en las negociaciones con el FMI y el Club de París.

Para Mariano Tavelli, presidente de Tavelli & Cía., “siempre que el dólar se muestre planchado, las inversiones en pesos van a ser atractivas, como son los bonos ajustados por CER, más que nada por la inflación que se puede prever hacia fin de año. Los rendimientos son mayores a los de los plazos fijos, en cuanto a las expectativas a corto plazo”.

En general los analistas recomiendan la compra del Bogar o Pro12, cuyos rendimientos van desde el 14 al 16% anual.

Para los inversores especulativos, el Boden 2015 en dólares resulta interesante, en tanto que los bonos en pesos también mostraron una recuperación importante.

En tanto, Rodrigo Conde, analista de InvertirOnline, afirmó que “en dólares se muestran como más atractivos el AM11, el Boden 2012, también los títulos atados al PBI”.

Las acciones también existen
En términos generales, el mercado accionario luce más atractivo por la entrada de capitales. Un punto fundamental pasa por analizar, caso por caso, el estado de cada empresa.

Para los bancos, la situación es muy buena porque la plaza tiene liquidez.

“Si el BCRA mantiene al dólar planchado, como lo vemos en estos días, también se hace más atractivo el mercado accionario para aquellos que estén dispuestos a asumir un mayor riesgo”, explicó Tavelli.

Para los más conservadores, Conde afirmó que conviene apostar a los papeles de Cresud, Minetti, Siderar y Aluar. Respecto de las dos últimas explicó que “deberían repuntar bastante porque no tienen deuda financiera”.

Para un inversor más agresivo, se concentraría en Tenaris y Petrobras porque “se estima que siga creciendo el valor del petróleo”.

En Puente Hermanos, el operador Juan Ignacio Di Santo, se refirió a las acciones de Tenaris, Petrobras Brasil, Banco Macro y Grupo Financiero Galicia como papeles atractivos para tener en cartera.

ETF y Monedas
Aquellos que deciden apostar a colocaciones en el exterior, por fuera de los fondos comunes, pueden seleccionar papeles individuales o la compra de los denominados “iShare” que son índices que replican a un mercado en particular.

Sin embargo, los más sofisticados podrán volcarse a los ETF (Exchange Traded Funds) , que siguen la evolución de las cotizaciones de materias primas, como la plata o el oro.

En líneas generales, los ETF son certificados que representan una cuotaparte de una “canasta” de activos.

Hace tiempo se convirtieron en un novedoso instrumento de inversión, pues permiten reproducir, con un alto grado de aproximación, el rendimiento de los más diversos índices, (NASDAQ, NYSE), o bien sectores específicos (Energía, Comunicación o Tecnología) o incluso una canasta conformada por los papeles de las principales empresas de un país en particular. “Existen más de 400 ETF”, sostuvieron desde Puente Hermanos.

A su vez, debido a que los fondos cuentan con cotizaciones intradiarias, pueden ser comprados y vendidos durante la rueda normal de operaciones, al igual que una acción de una empresa que cotiza sus valores en la bolsa. Las ventajas que ofrecen son su bajo costo y la diversificación del riesgo.

Todos estos tipos de instrumentos se han vuelto a potenciar a partir de que los inversores dejaron de lado la crisis y fueron en busca de un mayor riesgo.

Según Cramo, “los mercados externos están dulces, buscando rentabilidades por todas partes, sin fijarse demasiado a dónde ponen las fichas”.

El experto resaltó que “hoy todos huyen del billete verde, sean particulares o bancos centrales, porque el elevado déficit que alcanzó EE.UU. se paga con un dólar débil”.

En lo que respecta a otras monedas “una de las más atractivas hoy es la libra esterlina, que es la gran perdedora de esta crisis. Asimismo, todo indica que el yen debería devaluarse y que el euro mantendría su poder frente a la divisa estadounidense”.

Cheques de pago diferido y fideicomisos
En el caso de los cheques de pago diferido la tasa que ofrecen en la actualidad no se aleja demasiado de las que brindan los depósitos en bancos, pues para plazos menores a 30 días, se paga el 11,6% y para los 60 días, el rendimiento es del 12,9% anual.

Algo similar ocurre con los fideicomisos financieros, cuyas tasas perdieron 7 puntos porcentuales en menos de dos meses, para ubicarse en el 12 por ciento.

El tradicional plazo fijo
Constituir un depósito en un banco es la primera opción a la que recurre el ahorrista.

Sin embargo, la caída en las tasas de interés no deja a esta alternativa como buena cobertura frente a una inflación que, según estimaciones privadas, tiene un piso del 15% anual.

Desde los comicios hasta el viernes 15 de octubre, el tipo de interés por operaciones a 30 días cayó en promedio 80 puntos básicos (0,8%) para estacionarse levemente por debajo del 12% anual.

“Creo que las tasas se van a mantener, no seguirán bajando”, explicó Conde.

A pesar del bajo rendimiento, en comparación con la suba real de precios, las colocaciones treparon un 5,6% en ese lapso. Del total ($83.500M), el 57% está a menos de 60 días, y otro 16% entre 60 y 90.

Qué puede esperarse de aquí en más
“Muchos veían el punto de equilibrio en el dólar a $4 pesos a fin de año, pero es posible que el BCRA lo mantenga en un nivel cercano al actual, ya que la fuga de capitales no es tal como la que se registró durante los primeros meses del año, en especial durante el período de elecciones”, concluyó Tavelli.

Dionisio Corneille, director de Corneille Sociedad de Bolsa, afirmó que “estamos en un impasse, los bonos se recuperaron bastante, hay retornos de 14 y 16% anual. Sin embargo, hay que estar atentos a que lo que se anuncie desde el Ministerio de Economía esté en línea con el programa del Ejecutivo”.

Corneille dijo que “hay que ver si continúa el plan de revisión del FMI, si se avanza en las negociaciones con el Club de París y el acuerdo con los holdouts. No nos olvidemos que somos un país que está calificado como de frontera. Además los títulos cumplieron un período de recuperación con márgenes que permitieron una toma de ganancias”, resaltó.

“Haría falta un acuerdo con los organismos multilaterales. Una tasa normal para nuestro país sería de 11 o 12% para bonos a diez años, pero para lograr eso es necesario volver al mundo”, agregó Corneille.

Las inversiones en pesos se potencian, los inversores ahora no miran al dólar y el gran punto de inflexión será si la Argentina se amiga con los mercados internacionales, algo que contribuirá a reducir el costo de los créditos y a que este “veranito financiero” que vive la economía local pueda prolongarse en el tiempo.