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Kikai Labs lanzó Maker, la primera línea de impresoras 3D producidas en el país

Kikai Labs. En el marco de MICA 2013 (Mercado de Industrias Culturales Argentinas), evento que se llevó a cabo del 11 al 14 de abril en el predio de Tecnópolis, la empresa argentina realizó el lanzamiento oficial de su primera línea de impresoras 3D. Además, realizó la entrega simbólica de la primera unidad a la Universidad Nacional de Córdoba, que de esa manera se convirtió en el primer cliente de Kikai Labs.

La línea de impresoras Maker está compuesta por dos diferentes modelos: la T-100, que cuenta con un extrusor y permite imprimir con PLA, y la T-105 que imprime con ABS y PLA. Ambos permiten imprimir en capas desde 0.3mm hasta menos de 0,1mm de alto (100 micrones). Además, tienen la mayor capacidad del mercado para impresoras de este tipo en cuanto a volumen, al ser de 20×20 de base por 22 cm de alto (la mayoría no sobrepasa 15cm de alto). Están disponibles en color blanco, azul o madera natural, a un precio de venta hasta fin de abril de 9.668,75, IVA incluido.

Marcelo Ruiz Camauër, presidente de Kikai Labs, anunció que ya se está trabajando en el desarrollo de un tercer modelo, el T-110, que contará con dos extrusores que permitirán imprimir con dos colores o dos materiales distintos, en ABS y PLA.

Además, durante la presentación, el máximo responsable de la firma explicó los diez puntos más importantes por los cuales considera que el uso de estos dispositivos pueden ser realmente muy beneficiosos para el ámbito educativo: permite hacer objetos que no era posible hacer uno mismo anteriormente; permite hacer copias que era imposible hacer anteriormente; permite pasar fácilmente del plano abstracto del diseño al plano físico de objetos reales, permite hacer cosas imposibles; es una nueva forma de crear arte y decoración; es adecuado para un aula; facilita el trabajo cooperativo distribuido; es aplicable a casi todas las disciplinas (Medicina y biología, paleontología y arqueología, arquitectura, matemática, robótica, etc.) y que las instituciones pueden acceder a los productos comprándolos en forma totalmente ensamblada o como kit, donde el armado de la máquina es una interesantísima propuesta educativa.

Además del mercado educativo, el público al que apunta la empresa incluye los diseñadores industriales, arquitectos, ingenieros y artesanos. “La disponibilidad de estas impresoras en el mercado local a este precio abre muchísimas posibilidades, siendo útiles para crear moldes y matrices, objetos artísticos, maquetas y prototipos, etc.”, destacó Camauër. “También crea la posibilidad de ofrecer servicios de impresión en 3D a costos inferiores a los pocos existentes actualmente”, agregó.