Con el objetivo constante de ofrecer un mejor servicio a sus socios y a sus estudiantes, la Asociación Argentina de Publicidad acaba de mudarse a un nuevo edificio, ubicado en Sánchez de Bustamante 106 —esquina Bartolomé Mitre—, en el que ya están funcionando los dos órganos que integran la AAP: la cámara que representa a la industria publicitaria argentina desde 1933 y el centro de aprendizaje que desde 1987 viene formando e incorporando al mercado a redactores publicitarios, directores de cuentas, directores de arte y planificadores de medios.
“Estamos felices de esta mudanza, y nuestros socios y alumnos ya están sintiendo lo mismo y haciendo suyas las nuevas instalaciones —afirmó Patricia Martin, gerente general de la entidad—. Hace muchos meses que la AAP se encontraba abocada a encontrar una nueva sede, que no debiéramos compartir con otra institución y en la que pudiéramos sentirnos en nuestra ‘propia casa’. El nuevo edificio cumple con creces esas condiciones e, incluso, permite proyectar la construcción de una mística y una identidad que la Asociación siempre privilegió a la hora de generar espacios de encuentro y de aprendizaje en comunidad”.
Las oficinas y las aulas de SDB 106 se estrenaron el mismísimo primer día de clases del ciclo lectivo 2014, que arrancó con un acto de bienvenida pensado especialmente para los ingresantes a primer año a La Asociación, el centro de aprendizaje de la AAP. Concreto y sencillo, el evento contó con explicaciones y descripciones de la carrera de tres años brindadas por la gerente general, por el director académico, por tres miembros del Consejo Académico, por uno de los tutores de primer año, por el coordinador de la orientación Dirección de Arte y por un ex alumno que hoy es redactor en Ogilvy Buenos Aires y, al mismo tiempo, es comediante en vivo.
Si bien el proceso de instalación no está definitivamente terminado y aún restan detalles menores de las obras de mudanza, la AAP deja abierta las puertas e invita a todos los interesados a acercarse y conocer el nuevo rincón de la Capital Federal en el que la publicidad late todos los días y a toda hora.
