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La confianza de los consumidores sigue en baja y se refleja en la caída de ventas

La crisis financiera internacional y los vaivenes locales comenzaron a reflejarse en la caída de la confianza de los consumidores.

Así, la postergación de muchas compras surge como un factor común entre los encuestados de todo el territorio nacional. El último estudio de la Universidad Di Tella (UTDT) correspondiente a 2008 expresó claramente esta tendencia.

La baja más reciente, en este sentido, se había registrado durante el conflicto campo-Gobierno. Pero fue ahora la crisis de los mercados que detonó nuevamente esa caída de confianza sobre el devenir de la economía local.

Las principales cifras
El último informe de la Universidad de Di Tella arrojó datos contundentes sobre la situación que se vive en el país:

* El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) disminuyó 9,7% en relación a septiembre, y se situó en niveles similares a los mínimos de los últimos cinco años. De esta forma, comparado con el mismo mes del año pasado, la baja acumulada es 16,3 por ciento.

* Por otra parte, el comportamiento fue homogéneo entre las distintas regiones del país. En Gran Buenos Aires se deterioró 10,1%, en Capital Federal 9,3% y en el interior del país 9,1 por ciento.

* El relevamiento también expone una caída en todos los subíndices, y destaca principalmente el de bienes durables e Inmuebles (-27,6 por ciento).

* Después de la recuperación de septiembre, la confianza de los consumidores de menores recursos se contrajo un 14,2%, mientras que la de los de mayor poder adquisitivo un 3,2 por ciento.

Frente a ese escenario, desde Finsoport, Jorge Todesca, recordó que “ya se había registrado una caída en el ICC durante el conflicto con el campo, aunque luego hubo una recuperación que no se pudo sostener”.

Por otra parte, Miguel Kiguel, de Ecoviews, consideró que “la baja es importante, pero que al mismo tiempo hay que tener en cuenta que se trata de algo muy volátil. Hay que evaluar cómo continúa”.

Frente a la situación que se vivió a nivel internacional, Kiguel agregó que “no sorprende en un mes de pánico financiero. Estas cifras reflejan la preocupación”.

En tanto, Marina dal Pogetto, del estudio Bein & Asociados, explicó: “La cifra de 9,7% es relevante, hay que recordar que en la Argentina se venía de un 2008 complicado, con una desaceleración de la economía que se potenció con el conflicto del campo y que sintió las consecuencias de la crisis financiera”.

Asimismo, indicó el inform de Di Tella que el índice de confianza se encontró un 16,3% por debajo del valor correspondiente a igual mes del año anterior y 34,2% por debajo de enero de 2007, cuando había alcanzado su máximo histórico.

La mirada sobre lo macro
Con respecto al indicador que mide las Expectativas Macroeconómicas, se observó una importante merma en las respuestas positivas, en términos de la situación esperada en el corto plazo, del orden del 10,5 por ciento.

En términos interanuales, la variación acumulada del componente fue de -13,6%, mientras que para el de tres años aumentó 1,8 por ciento.

Por otra parte, Todesca destacó: “En la salida de cualquier crisis, los subíndices como Durables e Inmuebles son los primeros que suben, y también los primeros que caen, es decir, que son los primeros en despegar o aterrizar, como puede ser la compra de autos, casas”.

Como comparación sobre la situación, el especialista mencionó: “Lo mismo pasó en Estados Unidos, donde la caída fue mayor. Por ejemplo, la industria automotriz cayó un 25%, lo que muestra la profundidad del impacto”.

“Acá estamos lejos de esa situación, pero es lógico” aclaró, “no hay un aumento del desempleo registrado, por lo cual hay que recordar que se refiere principalmente a una sensación sobre el futuro”.

En un análisis más detallado, Kiguel coincidió con Todesca: “Los subíndices Durables e Inmuebles y las Expectativas Macroeconómicas son los que primero caen”.

La percepción sobre el futuro personal
La contracción muestra que la situación personal, aquella que se relaciona con cómo espera el encuestado que evolucione su situación económica individual en los próximos doce meses, cayó -4,9%. En este sentido, Kiguel aseguró: “Con respecto a este subíndice, la lectura que se desprende es que la crisis aún no golpeó el bolsillo”.

De esa forma, el analista explicó los motivos por los cuales la Expectativa Macroeconómica cayó más que la Situación Personal. “En estos casos los encuestados responden pensando que no fueron afectados directamente porque continúan con empleo. Si bien no siempre se da esta relación entre los dos indicadores, los porcentajes son razonables”.

En el mismo sentido, dal Pogetto agregó: “Como no hay pérdida en empleos, no se siente directamente en los bolsillos. También hay que considerar que la economía nacional no estaba muy ‘apalancada’ por lo tanto la caída en la confianza tiene que ver con la percepción de la crisis que se tiene a través de los medios y no con un cambio en los ingresos personales”.

Así lo expresa el informe, que afirma que la visión en términos de las condiciones presentes versus las de una año atrás crece 1,5%, a causa de un importante aumento en el optimismo del público de Capital Federal +10,5%, aunque frente a octubre de 2007, se observó además un mayor pesimismo tanto en términos de las condiciones presentes del encuestado de -11,3%, como para el futuro inmediato de -8,3 por ciento.

Tal como puede observarse en el cuadro superior, las expectativas futuras y las condiciones actuales, han disminuido. Específicamente, explicaron desde el Centro de Investigación de Finanzas, las mismas son consideradas como el factor que mide las condiciones presentes y experimentaron una caída mensual importante de entre -4% y -16,7 por ciento.

Por último, el documento de Di Tella señaló que la variación interanual de los datos referidos a las circunstancias actuales es negativa de -27,4%, de la misma manera que el cambio en las expectativas de -6,3 por ciento.

Es en este escenario que la crisis financiera comenzó a traducirse en cifras que, por el momento, reflejan expectativas. Pero que deberán ser tenidas en cuenta ya que las mismas son las que definen cual será la actitud que tomará la sociedad frente al consumo, el factor impulsor de la economía argentina en los últimos años.