Pensemos en el verano… las vacaciones siempre son una buena oportunidad para reflexionar, echar la vista atrás, revisar acontecimientos, y mirar hacia el futuro con esa perspectiva. Cualquiera de nosotros quizá haya reparado que anda de vacaciones cargado de aparatitos: móvil, MP3 ó 4 ó 5, cámara de fotos y de vídeo, quizá un recién estrenado iPad… Y quizá esa “carga” le haya llevado a pensar en lo mucho que la tecnología ha entrado en nuestra vida cotidiana.
Aunque parezca increíble, esa invasión tecnológica no ha sido tan fuerte en las empresas.
Si bien hoy en día es absolutamente común ver a un chico de 14 años con su propio móvil, enviando correos y gestionando sus redes sociales; las estadísticas reflejan que hay un número ingente de empresas, no necesariamente pymes, que no se han dotado de la pieza esencial de su tecnificación: una solución de gestión de las conocidas como ERP y CRM.
El ERP, como integrador de toda la información transaccional de una empresa, es el cimiento imprescindible para luego poder dotarse de todo lo demás que la tecnología puede ofrecer a las empresas: CRM, e-Business, etc. Sin este auténtico corazón operativo de los sistemas de información de una empresa, ésta nunca podrá asegurar que el resto de las soluciones que incorporen vayan a dar todos los resultados y beneficios para los que se han concebido.
Y en ese sentido sí que esta tecnología, la de los ERP’s, ha seguido un camino totalmente homogéneo con las otras áreas tecnológicas: igual que los primeros teléfonos móviles eran un lujo sólo al alcance de grandes personalidades y hoy hay más líneas móviles que habitantes, los ERP’s ya no son coto exclusivo de las grandes corporaciones internacionales. Actualmente, cualquier empresa puede dotarse de un ERP por menos del 1% de su facturación anual. Así, verdaderamente no hay excusa para que, ni en estos tiempos de crisis, las empresas se beneficien de las mejoras en la gestión y en el control interno que estas soluciones pueden aportarlas.
Pero la democratización no sólo alcanza al ERP en tanto que sistema principal, sino que también ha llegado a toda la gama de soluciones que una empresa puede incorporar para su gestión interna: gestión de la producción, control de calidad, CRM, gestión de procedimientos y cumplimiento de normas ISO, son soluciones que están ya accesibles a empresas de todos los tamaños. Incluso las soluciones de última hornada como Business Intelligence o portales empresariales, han dejado de estar encuadradas en proyectos prohibitivos y sólo al alcance de muy pocas empresas.
Igual que la democracia es mucho más que ir a votar cada 4 años, las empresas tienen que tomar parte y apostar activamente por beneficiarse de esta democratización de las tecnologías de gestión empresarial.
Aún en tiempos tan duros y críticos como los que atravesamos, la inversión en tecnología ha demostrado que es de la que más rápidamente devuelven lo invertido en términos de ahorros tangibles y de mejoras a todos los niveles. Es precisamente porque sobrevivir a la crisis es un imperativo para cada empresa, por lo que no es el momento de renunciar a las herramientas que más pueden ayudar a conseguirlo.
Si las empresas están en momentos de cierta escasez de actividad, es el momento oportuno para invertir tiempo en prepararse para gestionar mejor, tanto la crisis presente como la recuperación que sin duda llegará dado el carácter cíclico de la economía.
Respecto al capítulo económico no sólo es importante recordar que no hablamos de un porcentaje elevado respecto al nivel de facturación, sino que también los fabricantes estamos trabajando en opciones como el Renting, que puedan hacer más accesibles los proyectos.
Y por último, no conviene tampoco olvidar que tanto la administración central, como la mayoría de las autonomías, tienen programas destinados a subvencionar este tipo de inversiones, dado su carácter estratégico en la modernización de nuestro tejido empresarial.
