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La presencia de un mentón pequeño afecta al 20% de la población

Es uno de los problemas estéticos más frecuentes y de fácil corrección. Determinada por el equilibrio entre las proporciones del componente óseo y la definición de las formas que producen los tejidos que lo recubren, las alteraciones en el mentón pueden afectar la armonía y funcionalidad de un rostro. La presencia de un mentón pequeño o retraído (microgenia) afecta al 20% de la población pero, como en la mayoría de los casos las alteraciones de la oclusión a las que suele asociarse son corregidas por la ortodoncia en la adolescencia, pasa desapercibido.

En el tercio inferior facial, la pérdida de volumen o la ausencia genética de un adecuado contorno mandibular producen una modificación estética muy importante. En ocasiones, esta carencia, afecta, además, la funcionalidad y apariencia de la boca, del mentón y el cuello. Además, durante el proceso de envejecimiento, momento en que se produce una desproporción progresiva entre el esqueleto mandibular y los tejidos blandos que lo recubren, las estructuras blandas se vuelven laxas y pierden su función de soporte. La pérdida de dentición acelera este proceso: la mandíbula tiende a reabsorberse, aparece una desproporción entre el esqueleto mandibular y los tejidos blandos (que se manifiesta por la flacidez de los tejidos, pérdida de definición del labio inferior y presencia de papada). Finalmente, la reducción del volumen esquelético, con o sin asimetrías, también se puede presentar después de un traumatismo.

Un contorno de la mandíbula bien definido ayuda a dar balance a la cara y es una parte fundamental del perfil de cada persona. Cuando ésta se mira en el espejo, su mirada se focaliza en el tamaño o la forma de su nariz, sus orejas o en las finas arrugas de su piel. Pero aunque pocos examinan su mentón con la misma atención, el ser poseedor de un mentón “débil” no ayuda a obtener un resultado facial armonioso. El mentón junto a la nariz y los pómulos determinan primordialmente la simetría y el balance estético facial. El mentón define el carácter de la cara y con ello la imagen personal ya que se asocia un mentón destacado con fuerza y determinación, mientras que un mentón pequeño evoca debilidad (cara de pájaro). En el sexo masculino, por tratarse de un carácter sexual secundario deseado, un mentón pequeño es más notorio.

¿Cómo se corrige?
La mejora en calidad de los productos para el tratamiento de las deformidades del mentón trajo consigo una simplificación de la técnica y el tiempo operatorio así como la disminución de las complicaciones operatorias.

En tanto que es uno de los principales puntos de referencia para el estudio estético del rostro debe tratarse en conjunto con la boca, la nariz y los ojos. La mentoplastia (también llamada genioplastia) es un procedimiento quirúrgico que busca lograr un aumento en la proyección del mentón. Con la aparición del polietileno de alta densidad la técnica hoy es sencilla y rápida En general se utiliza la vía intraoral o un pliegue submentoniano para acceder a la mandíbula. Se diseca cuidadosamente el sitio lo más próximo al borde inferior de la mandíbula y, adecuadamente centrado, se coloca el implante que se fija al hueso para evitar desplazamientos posteriores.

La utilización del polietileno de alta densidad disminuye casi totalmente la reabsorción ósea que producían las prótesis anteriores dejando un aumento de volumen estable y natural. En el post operatorio se deja un vendaje que rodea al mentón durante 5 a 7 días, fecha en que se retiran los puntos si los hubiera. Una vez terminado el edema post quirúrgico la corrección será estable y duradera. El procedimiento es ambulatorio por lo que no requiere internación y, para los cirujanos plásticos, esta es la opción más adecuada para este procedimiento por su sencillez, mínima cicatriz y rápida recuperación.