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La suba del dólar no encuentra techo impulsada por la crisis global y los “asuntos internos”

La incertidumbre sobre la economía local y la crisis internacional llegaron para quedarse por un tiempo y han conformado un peligroso cóctel que asusta al ahorrista, lo lleva a a salir de los plazos fijos y a refugiarse en el dólar.

Frente a ello, los bancos se ven obligados a hacer más tentadoras sus ofertas, subiendo las tasas de interés que pagan por las colocaciones, y así evitar un mayor drenaje hacia el billete verde.

El dólar sube y empuja la tasa
“Los bancos tenemos que subir las tasas para seducir al inversor a que no se pase a dólares”, señaló a iProfesional.com el gerente de Finanzas de Banco Piano, Francisco Riveiro.

Es así como en apenas un mes, la tasa trepó cerca de 7 puntos porcentuales y para una colocación a 30 días ahora se paga casi el 18% anual, según fuentes del mercado consultadas.

iProfesional.com dio cuenta días atrás de este movimiento ascendente, incluso alentado por el propio Banco Central (BCRA) como parte de una estrategia para inducir al ahorrista a que no retire sus plazos fijos (ver nota: Con el dólar arriba de $3,25, las tasas trepan hasta el 15% para retener los depósitos).

Las que más subieron fueron las de corto plazo. Por el “call money” algunas empresas llegan a pagar hasta el 30% por dinero a un día de plazo.

Del plazo fijo al billete verde
Sin embargo, la mayor incertidumbre reinante por estos días puede más que la suba del tipo de interés, y esto hace que muchos bancos den cuenta de una caída en el volumen de colocaciones de los plazos fijos.

“Los depositantes optan por no renovarlos o retiran los pesos de las cajas de ahorro para comprar dólares”, sostuvo el directivo de una importante entidad, que también explicó que desde que la divisa comenzó a dispararse, ha crecido la cantidad de particulares que se han acercado a los mostradores.

La repentina suba en la cotización del billete a lo largo de este último mes también contribuyó a rememorarles “viejos recuerdos”. Y esto se refleja en el mayor movimiento registrado en casas de cambio, que en algunos casos reconocieron incrementos en la demanda de hasta un 50 por ciento.

Posteriormente, los billetes encuentran su destino final en cajas de seguridad y, en menor medida, en las de ahorro. Es por ello que, desde los propios bancos reconocen que ya no tienen stock disponible de cajas y esto derivó en un incremento en el precio, aunque admiten que es un fenómeno que comenzó a crecer tiempo atrás, desde el conflicto con el campo.

A la hora de enumerar las causas que presionan al dólar, muchas de ellas interrelacionadas entre sí, se distinguen:

1. Mayor incertidumbre local: el fin de AFJP y el rol del Estado en dar créditos
En el mercado informal o blue, la brecha se agrandó y cerró el viernes a $3,43, una prueba más que evidente de la desconfianza que invade a la plaza local por estos días.

“Cuesta digerir el anuncio de las estatización de las jubilaciones, su impacto sobre el crédito y el de un Gobierno que termine decidiendo a quien prestarle – y bajo que condiciones – y a quien no”, señaló una fuente en estricto off the record, en relación al futuro papel del ANSES ocupando el rol de dador de crédito en reemplazo de las AFJP.

“La ANSES reemplazará a las AFJP en el mercado de crédito de corto y mediano plazo”, afirmó Amado Boudou. El director de la entidad tampoco tuvo reparos para decir: “Por reglamento, no podemos tener más de 10% del total del capital de una empresa. Si recibimos el 33%, no lo vamos a regalar. Vamos a ir acercándonos al objetivo del 10%. Si hay que poner un director por el reglamento de la empresa, lo pondremos, pero no es nuestra voluntad tomar decisiones empresariales”.

Esos temores, generados “puertas adentro” del país, espantan a los grandes inversores que optan por deshacerse de activos riesgosos e ir a la moneda norteamericana.

2. La crisis global y la mayor demanda de bonos del Tesoro y dólar
Otra de las causas de la intranquilidad del público es la caída de las bolsas de todo el mundo.

“Ante un escenario de incertidumbre, los argentinos históricamente eligen al dólar”, explicó Riveiro. Se trata del “fly to quality”, en el que los demandantes buscan mayor calidad y respaldo de sus activos.

“En un contexto internacional de mucha volatilidad, los bonos del gobierno de Estados Unidos se tornan más seguros que el resto de las inversiones. El dólar sigue siendo la moneda fuerte elegida, si caen acciones y bonos”, afirmó Mario Sotuyo, de la consultora Economía y Regiones.

3. La fuga de capitales que no cesa
Un factor asociado al anterior, que suma el componente de riesgo local al internacional, tiene que ver con la continua e incesante salida de divisas del sistema financiero. Desde Finsoport señalan que el promedio de fuga se acerca a los u$s5.000 millones trimestrales.

Según varios operadores de Wall Street, los argentinos estuvieron entre los primeros en salir del sistema y se habrían llevado algo más de u$s 50.000 millones desde el inicio de la crisis global.

La mayor parte estaba invertida en el Citibank y Bank of America. Se estima que más de la mitad de los dólares fugados de esas entidades tuvieron como destino los bonos del Tesoro de Estados Unidos. Otro monto importante viajó a plazas como Suiza, Luxemburgo y Austria.

Según la estimación de la Dirección de Cuentas Internacionales, los fondos de argentinos en el exterior superan los 140.000 millones de dólares. Fuentes extraoficiales elevan esa cifra hasta 230.000 millones de dólares.

Sin embargo, en la presentación de Bienes Personales de 2008, correspondiente al año anterior, sólo se declararon bienes en el exterior por u$s18.181 millones. Es decir, la mayor parte está en negro.

Algunos de los destinos fueron: cuentas en bancos (u$s55.0000 M), inversión en empresas (u$s18.0000 M), acciones de compañías extranjeras (u$s 15.0000 M), títulos públicos de otros países (u$s 13.000 M), cajas de seguridad (u$s 12.000 M), inmuebles en Estados Unidos y Uruguay (u$s 11.0000 M) y bonos del Tesoro Americano.

4. La devaluación de otras monedas, entre ellas el real
El Banco Central tiene la “sarten por el mango” y ya demostró que puede subir y bajar la cotización de la divisa norteamericana a su antojo, aunque esto le cueste sacrificar reservas.

Sin embargo, la crisis internacional condicionó en parte ese manejo autárquico y lo obligó a subir la divisa de una manera más abrupta a la que la misma autoridad monetaria tenía proyectado.

Ocurre que Brasil, que no maneja un sistema de flotación administrada similar al del BCRA, sufrió los embates de la crisis y el real se ha depreciado cerca de un 40% desde agosto.

Durante el 2006 y 2007 el país vecino apreció la moneda en forma significativa, pero los temblores financieros mundiales “terminaron dando vuelta la cotización”, afirmó Ramiro Castiñeiro de Econométrica.

En este contexto, el Banco Central de Brasil debió anunciar un agresivo programa de subastas a futuro de u$s50.000 millones, mientras el presidente Luiz Inácio Lula da Silva dijo que está dispuesto a tomar medidas para superar el tembladeral y evitar que la moneda de su país siga en caída libre.

No obstante, el real no fue la única moneda que se derrumbó: en octubre el euro cayó un 14%, la libra un 15%, el peso argentino 6%, el real 22,2% y el peso chileno 21,5 por ciento.

Por detrás de este derrumbe, está la presión de los industriales argentinos que ya se atajan de una avalancha de importaciones a precios más que atractivos, junto a una moneda brasileña más devaluada.

“Las consecuencias futuras serán profundas no sólo para el nivel actividad sino fundamentalmente para las exportaciones y el nivel de empleo”, advirtieron en un comunicado desde la Unión Industrial Argentina (UIA).

De esta forma, el impacto de la devaluación del real amenaza con diezmar la competitividad de la economía local, sobre todo en un escenario donde las monedas del mundo tienden a depreciarse.

“El peso tiene que seguir al resto de las monedas, sobre todo a la de los socios comerciales y para venderle a Brasil nuestra moneda se va a tener que depreciar en algún momento”, afirmaron desde Economía y Regiones.

Para el Gobierno, no es una decisión fácil inclinarse por una devaluación pronunciada que esté a la altura de Brasil u otros socios, teniendo en cuenta que, según analistas, esto haría resurgir el problema de la inflación, cuando la desaceleración del consumo parecía haberle puesto un freno.

“El Gobierno no deja que el peso se devalúe tanto, porque la gente lo asocia con la inflación. Se encarecen bienes exportables que también se venden en el mercado interno y eso trae aparejado aumento de precios interno”, dijo el economista de Economía y Regiones.

5. El superávit que no alcanza para abastecer la demanda
Tal como diera cuenta iProfesional.com, la oferta de divisas provenientes del sector exportador resulta cada vez más insuficiente para abastecer al mercado (ver nota: La economía encuentra su talón de Aquiles: crece fuerte la dolarización de carteras).

“Como la demanda de dólares supera las divisas que genera la soja a través del superávit comercial, el que termina ofreciendo dólares es el Banco Central y la demanda hace que aumente el billete verde”, señaló Castiñeiro.

”El superávit comercial lo está comprando en su casi totalidad la gente y las empresas, por lo que el Banco Central puede comprar poco y nada”, resaltan desde la consultora de Carlos Melconian y Rodolfo Santángelo.

La consecuencia de esto es que, desde abril pasado, la cantidad de pesos en circulación y el dinero en las cuentas transaccionales de los bancos crecen menos que la tasa de inflación.

De esta manera, el sector privado pasó de ser oferente de dólares a ser demandante neto de la moneda estadounidense y el Central debe recurrir a las reservas.

Esto obliga al BCRA a vender más dólares para abastecer a particulares y empresas. Las estimaciones privadas dan cuenta que al finalizar octubre y a lo largo de los últimos meses se habrá desprendido de una cifra cercana a los u$s2000 millones.

El sistema financiero argentino parece mostrar capacidad de resistencia a la creciente reducción de reservas. “No hay corridas o salidas importantes, el sistema está bien”, aseguró Riveiro de Banco Piano, quien reconoció que los portafolios “se están dolarizando en cifras razonables”, por ahora.