Actualmente, realizar eventos de incentivo que incluyan a empleados, directivos, distribuidores y clientes es una alternativa que debe ser tenida muy en cuenta por las compañías. Está comprobado a nivel mundial que este tipo de acciones mejora el rendimiento del staff y afianza las relaciones interpersonales entre miembros con poco o nulo contacto diario. Es por ello imprescindible que formen parte de la planificación anual de los departamentos de Recursos Humanos.
Son muchas y variadas las opciones que un evento de incentivo nos ofrece. Puede durar desde un par de horas hasta dos o tres días; organizarse in company o al aire libre. Debido a esto, están al alcance de cualquier presupuesto, trátese de una gran empresa o una PyME.
En los casos en los que la contabilidad no permite grandes gastos, puede optarse por clases grupales de cocina o coctelería con la participación de los empleados; shows de magia o clases de gimnasia o yoga. Se trata de actividades que no demandan más que un par de horas.
En tanto, si se puede desembolsar un poco más de dinero, lo ideal es destinar una jornada completa a la realización de actividades que refuercen la unión grupal y creen nuevos lazos entre el personal con menos contacto laboral, proveedores y clientes. En estos casos, lo más solicitado por las firmas son los eventos outdoor, en quintas, clubes o estancias alquiladas para tal fin. El cumplimiento de consignas lúdicas siempre responderá a desafíos a resolver en grupos, con la intención de analizar los movimientos en equipo, las falencias que pueden surgir y, por qué no, descubrir a algún líder oculto. También es importante que tanto altos directivos como empleados borren sus jerarquías durante este tipo de encuentros, con el propósito de reforzar lazos afectivos ya no entre trabajadores sino entre personas.
En un último escalón en cuanto a costo se encuentran los viajes de dos o tres días. En estos casos, se sugiere que los contactos con el exterior se limiten a llamados, por la noche, a la familia. Sin celulares ni conexión a Internet, los participantes se dedicarán tiempo completo a disfrutar de las actividades propuestas sin interrupciones.
Alternativas novedosas incluyen la realización de acciones de Responsabilidad Social Empresaria (RSE) que incluyan a los empleados. Dedicar tiempo de trabajo a reciclar materiales de la fábrica u oficina para donar a alguna institución; pintar los juegos de una plaza de barrio, cortar el pasto y juntar la basura; plantar árboles o pasar una tarde colaborando en un merendero son opciones que fidelizan al staff y afianzar las relaciones interpersonales.
En todos los casos, los objetivos últimos son mejorar la comunicación; promover las relaciones interpersonales; reducir el nivel de conflicto; fortalecer los vínculos; trabajar en equipo; promover la cooperación; trabajar sobre el liderazgo, la motivación y la creatividad; incentivar a nuevas ideas en un contexto de distensión; y aumentar la productividad.
Es importante que, tras cada jornada o actividad que se lleve adelante, se realice una charla en la que se reflexione sobre lo vivido y se marquen los paralelismos con el accionar diario de un equipo de trabajo. Y siempre su planificación debe estar coordinada por un organizador profesional de eventos.
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