Las empresas que contratan empleados apoyándose en la intuición pueden estar gastando miles de millones de dólares en costos y tiempo perdido al seleccionar a las personas equivocadas, revela el informe 2008 de Global Interviewing Practices and Perceptions de la consultora de Recursos Humanos DDI.
Según el relevamiento difundido por Intermanagers.com, casi la mitad de los entrevistadores le dedica menos de 30 minutos a las charlas con cada candidato.
al respecto, Steve Newhall, vicepresidente de DDI Europa, dijo que, además, el entrevistador promedio tiene mucha más confianza en sus habilidades de las que la investigación muestra que debería tener.
“En el clima de crisis actual, las empresas no pueden arriesgar su tiempo y dinero en contatar a la persona equivocada para roles críticos”, destacó.
Y añadió: “Esta investigación subraya la necesidad de que las compañías diseñen procesos eficientes de reclutamiento.”
Entre los resultados, Intermanagers.com destaca:
* El 88% de los entrevistadores piensa que las entrevistas de trabajo son “importantes” o “muy importantes”. Pero el 47% decide a quien contratar en menos de 30 minutos.
* El 73% de los estrevistadores califica sus habilidades de reclutamiento como un 10 o un 8.
* El 64% está preocupado de que se les pase algún dato importante acerca de las debilidades del candidato que más tarde salga a la luz en la oficina. Muchos no pueden identificar cuáles podrían ser los potenciales problemas legales de hacer las preguntas equivocadas.
* Los entrevistados informaron que lo que los desalentaba acerca de las entrevistas eran las técnicas tipo “interrogatorio” (43%), el tiempo que llevaba el feedback (42%) y que no se les hablara de frente acerca del salario, las horas de trabajo y las expectativas laborales (39 por ciento).
* Los entrevistadores de Australia, Francia y Alemania son los menos conscientes acerca de cuáles son las preguntas ilegales en una entrevista de trabajo: el 60% no puede identificarlas. Incluso, en países sensibles a las demandas judiciales como los Estados Unidos y Canadá, casi el 40% de los entrevistadores no puede reconocer las preguntas ilegales.
