Tomar un vino es algo más que ingerir una bebida, personalmente creo que no sólo se disfruta de la bebida, sino del rito de tomarla, y de su efecto en cada uno de nuestros sentidos, creo que se podría decir que disfrutar de un buen vino es una experiencia extra sensorial.
Para que esta experiencia sea plenamente placentera debemos prestar atención a muchos detalles, entre ellos, la copa en la cual vamos a beber el elíxir.
De la correcta elección de la copa dependerá que el aroma y color del vino lleguen correctamente a nosotros, por lo tanto, no podemos dejar al azar la elección de la misma.
Les presento algunos consejos para saber cómo servir un vino, y para que puedan decidir por que copa optar de acuerdo al tipo de vino que beberán.
* Las copas deben tener sus curvas en los lugares adecuados, el fondo debe ser redondeado para ayudar a airear el vino y dejar que se desarrolle su aroma, a su vez, la parte superior de la copa debe finalizar en forma cónica hacia el interior para que no se escape la esencia.
* Es fundamental que el talle de la copa sea lo suficientemente largo como para no tocar el cáliz y evitar el calentamiento del vino con nuestras manos.
* El cristal debe ser transparente y liso, sin dibujos o colores, de esta forma podremos apreciar mejor la calidad y brillantez del vino.
* Las medidas estándares de una copa son: 5 cm de alto, 10 cm de fondo y 6,5 cm de ancho, las mismas fueron establecidas por Iso (International Standard Organization).
