Como si no importara que se llene de arena, crema o algas marinas, como si no bastara con llevarse trabajo a casa durante el año laboral, la notebook acompaña cada vez a más hombres y mujeres que salen de vacaciones. Según una encuesta de Associated Press-Ipsos, una de cada cinco personas lleva su computadora portátil en sus viajes de placer, una cifra casi igual a la de veraneantes que se conectan durante esos días de descanso por e-mail o teléfono con el trabajo para saber cómo van las cosas.
Las razones expuestas, según el informe, fueron mayormente la necesidad de estar disponible ante una eventual necesidad de su empresa, la preocupación por no perderse información importante y el simple hecho de estar conectado, como una forma de tener mayor tranquilidad.
Como contracara, los que seguramente no tienen tranquilidad a la hora de trabajar son los que deben llevar a sus niños en sus viajes de negocios. Algunos lo hacen ante una emergencia, por no contar con alguien que los cuide. Pero según otro informe de AP, las compañías norteamericanas demuestran cada vez más flexibilidad con los empleados que viajan de manera frecuente. La inclusión de los hijos en viajes de este tipo es una propuesta que surge de las propias compañías, y va en aumento.
