El espectacular crecimiento que China está experimentando en los últimos años hace que las empresas compitan por ofrecer sus servicios a este mercado pujante.
La decisión reciente de Lenovo de vender PCs a un precio reducido en el medio rural chino precede a la que tomó Dell en marzo con las mismas intenciones.
El modelo de Lenovo se comercializará a un precio entre los 199 y los 399 dólares (una cifra entre los 143 y 288 euros), mientras que la opción de Dell se sitúa entre los 223 y los 515 dólares (unos 161 y 373 euros, respectivamente).
Para cubrir el vasto terreno fijado como objetivo (a superficie de China mide aproximadamente 9,5 milllones de kilómetros cuadrados), Lenovo tendrá a su disposición 5.000 comerciales. Pero de las características del ordenador poco se ha revelado. No hay datos confirmados sobre el procesador, aunque sí se sabe que se comercializará junto con un teclado y que podrá utilizar la televisión como monitor.
Parece bastante acertado pronosticar que, a ese precio, el ordenador no incluirá las últimas prestaciones del mercado. Está pensado para satisfacer las necesidades de un usuario novel. La simplicidad no es un inconveniente, sino una necesidad.
Desde Lenovo aclararon que esta decisión no es fruto de un intento por hacer la competencia a Dell, sino que es la evolución natural de la línea estratégica trazada desde hace años.
Las explicaciones son necesarias dada la trayectoria de Lenovo. El grupo Chino adquirió en 2004 la división de ordenadores personales de IBM, convirtiéndose en el tercer distribuidor de PCs tras Dell y HP. Dos años después, Lenovo fichaba a altos ejecutivos de Dell para incorporarlos a su plantilla, evidenciando una competitividad feroz.
No es de extrañar, por tanto, que el grupo Chino se lance a la conquista de un mercado de 800 millones de personas cuyo sueldo ronda de media los 560 dólares (405 euros) y crece a un ritmo superior al 10% anual.
