La suba de precios y escasez de la carne vacuna modifican los hábitos de consumo locales. Cada argentino come ahora 12 kilos menos de carne que en 2009. El consumo cayó de 68,5 kilos a 56,2 kilos por habitante en el año.
Los datos se desprenden del informe mensual de CICCRA (Cámara de la Industria de la Carne), que precisó que en el primer trimestre de 2010 “el consumo interno recibió 118 mil toneladas menos que en el mismo lapso del año anterior”, o el 17,2% menos.
La faena, además, cayó más del 17% y lo mismo pasó con la producción de carne. Respecto a los precios, los valores del novillo en el Mercado de Liniers subieron de $3,30 a 5,80 por kilo vivo, casi 75%. Esto se traduce en subas de 40% en el mostrador que debe afrontar el consumidor final.
Según Clarín, las exportaciones de carne también retrocedieron algo más del 20% respecto del trimestre enero/marzo de 2009. Fueron de escasas 99.000 toneladas. En marzo el envío de carne al exterior fue de sólo 27.000 toneladas.
En tanto, el Mercado de Liniers no registró ingreso de hacienda, en el marco del segundo y último día de paro del sector ganadero. De todos modos, se aseguró que la provisión de carne está garantizada ya que hay stock suficiente en las cámaras frigoríficas de los supermercados y de las carnicerías.
El paro de compraventa de hacienda durante 48 horas fue impulsado por la Mesa de Enlace y gremios frigoríficos bonaerenses, en protesta por la política oficial.
