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Los impuestos indirectos a los bienes y servicios adquieren protagonismo a nivel global a medida que las alícuotas del impuesto a las ganancias continúan en descenso

El último estudio sobre las alícuotas impositivas y su efecto en el ámbito empresarial realizado por KPMG, la red global de firmas de servicios profesionales, reveló que las alícuotas aplicables al impuesto a las ganancias continuaron en descenso durante 2007, a la vez que los gobiernos de todo el mundo impulsan y refuerzan los impuestos indirectos a los bienes y servicios (también llamados impuestos en tiempo real) con el fin de compensar el déficit fiscal.

Por primera vez desde 1994, ninguno de los 106 países que fueron objeto del estudio, entre ellos la Argentina, aumentó las alícuotas correspondientes al impuesto a las ganancias durante el último año.

La alícuota promedio del impuesto a las ganancias a nivel mundial es del 25,9%, lo cual demuestra una caída por debajo del 1% con respecto al año pasado. Las alícuotas más bajas aún se encuentran en la Unión Europea (UE), donde la alícuota promedio ha caído un 1% desde 2007 hasta llegar al 23,2% actual. Las alícuotas promedio más altas se encuentran en la región de Asia Pacífico, donde las alícuotas cayeron un 0,8% hasta llegar al 28,4 % actual.

La alícuota promedio del impuesto indirecto a nivel mundial es del 15,7%, y casi no ha tenido variaciones en los últimos cinco años. Sin embargo, las alícuotas promedio de impuestos indirectos en la UE (impuesto a los bienes y servicios – IBS o impuesto al valor agregado – IVA) son las más altas del mundo, alcanzando un 19,49%. En la región de Asia Pacífico encontramos la más baja, con un 11,14%, aunque la alícuota promedio ha incrementado un 0,5 % desde el año 2006.

“En los últimos años hemos advertido que los gobiernos de los distintos países han comenzado a prestar más atención a los impuestos indirectos, y este año no es la excepción ya que esa tendencia se ha acentuado”, afirma Rodolfo Canese Mendez, socio de Impuestos de KPMG en Argentina.

“Tres son los aspectos clave que confirman esta tendencia. En primer lugar, las alícuotas de los impuestos indirectos se han mantenido estables, mientras que las alícuotas del impuesto a las ganancias han bajado de manera constante. En segundo lugar, cada vez son más los gobiernos que están introduciendo sistemas de impuestos indirectos (en la actualidad este sistema ya ha sido implementado en 135 países, mientras que otros se encuentran camino a hacerlo). Por último, existe una continua expansión de las operaciones a las cuales se aplican estos impuestos, y los fiscos son cada vez más eficientes en la recaudación de impuestos indirectos a través de departamentos especialmente creados a tal efecto”.

“En un mundo en el que las empresas y sus beneficios tienen cada vez mayor movilidad, los impuestos al consumo constituyen una fuente de ingresos a la que pocos gobiernos se pueden resistir. Su aplicación no depende de beneficios empresariales únicamente, sino que descansa en toda la economía, ofrecen un flujo continuo de ingresos en lugar de grandes sumas de dinero recibidas en intervalos amplios de tiempo y, una vez producido su vencimiento, se recaudan mucho más rápidamente que los impuestos a las sociedades. Un claro exponente de ésto es el impuesto sobre los débitos y créditos en Argentina,” afirma Canese Mendez.

“Estamos presenciando una tendencia mundial hacia los impuestos indirectos a bienes y servicios, lo que exige que los departamentos de impuestos tengan una visión en tiempo real de lo que está sucediendo en sus compañías, con un nivel de conocimiento mucho más profundo del que se tiene en la actualidad en cuanto a sus operaciones y los procesos fiscales.”

A pesar de que la competencia internacional todavía está manteniendo las alícuotas del impuesto a las sociedades en un nivel bajo, existen indicios de que los gobiernos están reforzando el cumplimiento también en esta área.

Uno de los nuevos sectores con mayor actividad en materia de regulación fiscal es el área de precios de transferencia, y cada vez son más los países que están creando normas para regular los precios que las compañías de un mismo grupo internacional aplican a las compras y ventas mutuas.

En nuestro país, por ejemplo, el gobierno ha adoptado una fuerte posición con respecto a las compañías que erosionan la base impositiva del país para mejorar los márgenes de ganancias en otras partes del mundo. Al respecto, las autoridades fiscales de Argentina, han desarrollado el denominado “sexto método” que establece que cuando se trata de exportaciones realizadas a sujetos vinculados que tengan por objeto cereales, oleaginosas y demás productos de la tierra, hidrocarburos o sus derivados y, en general, bienes con cotización conocida en mercados transparentes en las cuales intervenga un intermediario internacional que no sea el destinatario efectivo de la mercadería, se considerará como mejor método a fin de determinar la renta de fuente argentina de la exportación, el valor de la cotización del bien en el mercado transparente al día de la carga de la mercadería –cualquiera sea el medio de transporte–, sin considerar el precio al que hubiera sido pactado con el intermediario internacional.

“Existe una tensión evidente entre los beneficios económicos que todos podrían obtener a partir de cadenas de suministro más eficientes y una mayor libertad en el comercio y la necesidad de los gobiernos de asegurarse sus ingresos”, sostiene Rodolfo Canese Mendez.

“Los profesionales del área impositiva se encuentran justo en medio de este dilema. Deben estar en condiciones de promover los beneficios de un comercio internacional eficiente a los gobiernos y ayudar a desarrollar las nuevas políticas fiscales que estos países necesitarán si quieren acceder a su porción de la riqueza mundial. Si analizamos esto junto con el mayor grado de supervisión que exigen los nuevos sistemas impositivos que están surgiendo a nivel mundial, podemos afirmar que en materia de impuestos corporativos, hoy más que nunca resulta necesario adoptar una actitud global, progresista y orientada a crear valor”.