Inicio Empresas y Negocios Los plazos fijos crecen aunque paguen tasas reales negativas

Los plazos fijos crecen aunque paguen tasas reales negativas

Los depósitos a plazo fijo constituidos en los bancos locales crecieron de forma explosiva durante el primer mes del año, ya que si se comparan los montos vigentes al 25 de enero, que es la última información publicada por el Banco Central frente a los saldos de fin de año, suben un 51 por ciento. (No obstante, si se toma el valor actual y se lo compara con el de un año atrás, el aumento es del 25 por ciento).

La explicación que dan los analistas sobre este desfasaje entre el corto y el largo plazo, se sustenta en que a partir de mayo del 2007 se registró una marcada reducción de los depósitos atribuída a factores tales como:

* El estallido de la crisis de las hipotecas subprime en los EE.UU., que frenó el ingreso de fondos y endureció las condiciones de los mercados internacionales de crédito.
* La incertidumbre propia de un año preelectoral.
* Los niveles crecientes de inflación, que ante las deficiencias de la estimación oficial, llevaron a conjeturar diferentes niveles, según la fuente requerida, en un rango que va del 15 al 24 por ciento.

Los pequeños ahorristas no están solos
A fines de diciembre del 2007 los depósitos a plazo fijo en pesos:

* Sumaban $29.537 millones
* El 52% se concentraba a menos de 60 días (en menos de un mes subieron un 32 por ciento)
* La franja que va de los 120 a los 179 días aumentó un 186% en ese mismo lapso

Un dato no menor para los analistas es que, por primera vez en mucho tiempo, las colocaciones a mediano plazo superan a las de corto. Y la principal razón es el retorno de los inversores institucionales al sistema, en especial las AFJP. Ello hizo que:

* La participación de los “plazos cortos” bajara 10 puntos porcentuales (en el total general).
* Las colocaciones que van de los 120 a los 179 días pasen del 36,7 al 43,7 por ciento.

Los depósitos suben, las tasas bajan
Por su parte, esta fuerte suba de las colocaciones impulsó una abundante liquidez en los bancos que hizo que la tasa de interés que pagan se derrumbara, en especial en la banca privada. En efecto, a fines del 2007, las entidades privadas pagaron en promedio una tasa del 12,5%, mientras que a fines de enero la misma se ubicó en 9,18%. Diferente es el caso de los bancos públicos, ya que mantienen sus tasas en el orden del 6,6% anual desde diciembre de 2007.

Pensar en verde
Con las evidencias a la vista, cabe preguntarse que es lo que determina la conducta de los ahorristas, en especial los pequeños.

La cuestión clave es que el inversor local, por su natural predisposión a ahorrar en dólares, mide su rentabilidad en la moneda norteamericana. De hecho, “no se entendería que inmovilice su dinero en un banco, que debido a la inflación, al retirarlo puede consumir menos que en un principio” sostienen los analistas.

En tal sentido, Jorge Todesca, de Finsoport, expresa que “el ahorrista común va al plazo fijo por dos motivos: primero, en un contexto de mucha volatilidad, no hay muchas alternativas seguras para el ahorro, por eso dudosamente vaya a las acciones o activos de renta fija y segundo, la gente mide mucho el rendimiento en dólares, porque el dólar no se movió hasta ahora y se espera que no lo haga este año. O sea, apuestan sabiendo que habrá un tipo de cambio fijo que les dará ganancia cuando salgan del plazo fijo”.

Según el analista, “esta tendencia de apostar al plazo fijo seguirá en el corto plazo, aunque otro refugio podría ser el euro, pero es más difícil porque no está establecida una dinámica local con esa moneda”.

En tanto, para el economista Tomás Bulat “esto ocurre principalmente porque, en el actual contexto de volatilidad no hay otras alternativas seguras de inversión. El ahorrista siente que le ofrece seguridad, pero existe otro motivo, pero minoritario, y es que con un tipo de cambio fijo, al ahorrista apuesta a un plazo fijo en pesos y, como el tipo de cambio está inmovil, comprará luego más cantidad de dólares”.

Gabriel Caamaño, economista de Estratego, comenta que “van al plazo fijo porque no hay otras opciones, las demás inversiones dan más rendimiento pero tienen barreras de entrada: en la Bolsa no entra cualquiera, se tiene que contar con un determinado monto de dinero, lo mismo que para adquirir un inmueble y alquilarlo. Además, “el plazo fijo es más seguro porque se inmoviliza a corto plazo, a 30 días, y entonces si se ve algún nubarrón, se puede salir más o menos rápido”, afirma.

Otro economista, Osvaldo Cado, expresa que “supongo que con todo el lío de los EE.UU. y las bolsas, hay muchos inversionistas no sofisticados que operaban con los fondos de los bancos. Pero ahora, como no quieren arriesgar en el mercado, pero tampoco dejar inmovilizado su capital, salen del mercado y se van al plazo fijo hasta que aclare el panorama”.

Marina Dal Poggetto, de Orlando Ferreres & Asociados, sostiene que “los inversores buscaron los plazos fijos porque son más rentables que otras inversiones, sobre todo respecto a la BADLAR, que está en torno al 10%”. Y concluye diciendo que “en casi todas las inversiones se pierde contra la inflación, aunque el plazo fijo es una de las más seguras: el plazo es corto y cubre contra la volatilidad del mercado”.

La estrategia de los bancos
En un mercado en el que está claro que las tasas de interés no son remunerativas en términos de inflación, las entidades apelan a su ingenio y plantean diversas estrategias para atraer a sus clientes. Entre las diferentes alternativas que ofrece la mayoría de los bancos, se destacan por ejemplo:

* Plazos fijos precancelables. A través de éstos, se tiene la opción de cancelar el certificado antes de la fecha de vencimiento, a partir de cumplido un número determinado de días desde la fecha de realización del certificado. Los plazos posibles van de los 30 a los 180 días, según las operaciones se realicen a 180 o 548 días. Los bancos los promocionan mediante el argumento de que el cliente se beneficia con el rendimiento de una inversión a largo plazo, y cuenta con la tranquilidad de disponer de su dinero cuando lo desee.

* Ajustable por CER. Esta alternativa le garantiza al cliente una rentabilidad por encima de la inflación. El plazo mínimo es de 365 días. Si bien los bancos los promocionan como una interesante opción para cubrirse de la inflación, el descrédito en que ha caído el índice oficial prácticamente a llevado a estos a su extinción.

* Plazo Fijo con Pago Periódico de Intereses. Es una inversión a 180 días que, dado el plazo, le permite al cliente acceder a mejores tasas y además le paga intereses mensuales. Se lo promociona como ideal para inversores de mediano y largo plazo que buscan asegurar un rendimiento sobre su capital pero que desean contar con efectivo periódicamente, porque además de asegurarle un rendimiento fijo, le paga los intereses en forma periódica cada 30 días.

* Plazo fijo a renta variable. Es interesante para quien quiere invertir a mediano plazo. Tiene por objetivo alcanzar un rendimiento igual o mayor al mostrado por el promedio del mercado, pues tiene como base la tasa de encuesta del BCRA y suele abonar un interés adicional fijo que se pacta con el cliente. Además, si se lo constituye a 180 días ó más, liquida y paga los intereses mensualmente.

* Además de estas opciones, que ofrecen la mayoría de los bancos, existen otras más sofisticadas como los plazos fijos con renta asegurada del BBVA Francés, que pagan la mayor tasa observada dentro de un conjunto de alternativas y el Plazo Fijo Tentación, que es una alternativa desarrollada por el Banco de Galicia, que le permite al cliente “disfrutar” de los intereses a partir del momento de su constitución, mediante el otorgamiento de bienes de consumo durable, como por ejemplo televisores, DVD, Home theatre.

Como se aprecia, las estrategias de los bancos buscan que las bajas tasas de interés se vean de alguna manera compensadas con incentivos adicionales, que le permitan al inversor cubrirse de las volatilidades de los mercados.