Inicio Empresas y Negocios Los préstamos a las familias crecen más despacio, mientras aumenta la morosidad

Los préstamos a las familias crecen más despacio, mientras aumenta la morosidad

Según el último informe sobre el sistema financiero que elabora el Banco Central, durante octubre continuó creciendo el crédito bancario al sector privado a pesar de atravesar un contexto de marcada volatilidad en los mercados financieros locales e internacionales.

Producto de esta expansión, el financiamiento a las familias y a las empresas alcanzó 40,1% del activo total de la banca en el mes, llegando a más que triplicar la exposición al sector público, que se ubicó en 13,1 por ciento.

Las financiaciones totales al sector privado, que incluyen tanto las denominadas en pesos como en moneda extranjera registraron un incremento de 2,3% en octubre.

Como consecuencia de esta suba, en octubre el saldo de las financiaciones al sector privado registró un crecimiento anual del 24%, resultando 16 puntos porcentuales menor que el evidenciado hace un año. Un punto a destacar es que esta menor evolución resulta generalizada entre todas las líneas.

En el mes los préstamos en pesos al sector privado aumentaron $3.500millones, destacándose el dinamismo de las financiaciones mediante tarjetas de crédito, que crecen 3,6% y de los créditos prendarios, que se expanden 2,6 por ciento.

Por su parte, el incremento en el saldo de los créditos personales se vio influenciado por la emisión de fideicomisos financieros y terminó creciendo un 2,8%, mientras que los adelantos presentaron una reducción en el mes.

Un hecho interesante es que el incremento del crédito en pesos se produjo en el marco de un comportamiento dispar de las tasas de interés. Así, las tasas de interés activas de las líneas vinculadas con la actividad comercial, como adelantos y documentos se incrementaron, mientras que las de las tarjetas de crédito y de los créditos personales verificaron cierta reducción.

En el mes, el incremento del crédito total al sector privado fue principalmente impulsado por la banca pública, que observó un aumento mensual de $2.200 millones. De esta manera, se evidencia una evolución crediticia más heterogénea entre grupos de bancos a lo largo de 2008 respecto de años previos, con un mayor dinamismo en los bancos oficiales.

Ampliando la información a noviembre, los préstamos al sector privado aumentaron en su comparación con el mes inmediato anterior un 0,4%. Siendo un rasgo distintivo del mes la abrupta disminución de las colocaciones en la mayoría de las líneas, comparadas con el mes anterior.

El cambio más significativo se registra en Adelantos, que casi cuadruplicó su caída frente a lo ocurrido el mes anterior y los Documentos a sola firma que también muestran cancelaciones. Un punto que también merece mencionarse es el menor crecimiento de los préstamos personales y tarjetas en noviembre, respecto de lo ocurrido en el mes anterior.

En noviembre se destaca la caída en términos absolutos de los adelantos, que pierden el 5,75% y de los adelantos a sola firma, que se reducen un 0,34 por ciento. En cuanto a las mayores subas, estas se concentran en los hipotecarios (2,76%) y tarjetas de crédito (2,35%) ya que los personales crecen apenas el 1,35 por ciento.

Con estas variaciones, el acumulado de los once meses del año muestra una notable desaceleración respecto de igual período del 2007. Así, se destaca la notable caída del ritmo de aumento de los adelantos, que responde al menor nivel de actividad y a la suba de las tasas de interés, seguido por los prendarios y personales, cuyo avance prácticamente cae a la mitad.

Tal como se desprende de un informe de la consultora Finsoport, los datos que marcan la caída en la evolución de los préstamos dirigidos a particulares y empresas son elocuentes:

* A fines de 2006 crecían a tasas superiores al 30 por ciento

* A fines de 2007 esa tasa de crecimiento se redujo a la mitad (16 por ciento)

* A fines de 2008, (noviembre) apenas supera el 6 por ciento

Según el mencionado estudio realizado por Finsoport, “se han dejado de prestar cerca de $16.000 millones desde mediados de este año”, producto de la mayor incertidumbre que se adueñó del mercado local.

Avanza el riesgo crediticio en segmentos medios
El mismo informe considera que la expansión del financiamiento al sector privado continúa desarrollándose en un marco de riesgo de crédito reducido. Como reflejo de esto, la irregularidad se ubicó en 2,8% de las financiaciones al sector privado, con una disminución de 0,4 puntos porcentuales a lo largo de 2008.

De esta manera, la irregularidad de las financiaciones al sector privado alcanza un mínimo histórico. Según los últimos datos conocidos, la mejora en el desempeño de la cartera crediticia continúa siendo impulsada por las financiaciones a las empresas. En particular, el sector corporativo alcanzó una morosidad de 1,8%, verificando una caída de 1,4 p.p. en el transcurso de 2008.

Por su parte, el ratio de irregularidad de las financiaciones a las familias se estabilizó en torno a 4,1% en los últimos cuatro meses.

La calidad de las financiaciones a las familias verifica un deterioro interanual de 0,6 p.p., evolución principalmente explicada por el comportamiento del crédito al consumo, líneas que muestran un incremento de 1,2 p.p en su morosidad en los últimos 12 meses (hasta 4,7%). Las financiaciones al consumo de menor tamaño relativo por saldo residual presentan los ratios de irregularidad más elevados.

Sin embargo, en los últimos 12 meses se observa que el mayor incremento en la morosidad se dio en los tramos por saldo residual intermedios.

En particular, las financiaciones entre $5.000 y $10.000, que representan 23,5% del total, verificaron un ratio de irregularidad 2,1 p.p. superior al registrado un año atrás, alcanzando un nivel de 5 por ciento.

Los depósitos
El comportamiento de los depósitos del sector privado durante octubre se vio afectado por un acotado desajuste en la demanda de dinero en el marco de las turbulencias financieras.

Cabe destacar que durante los primeros 10 meses de 2008 los bancos lograron mantener el crecimiento de la intermediación financiera en un marco de consolidación de los niveles de liquidez. En este sentido, el aumento de los depósitos, tanto de los sectores público como privado, resultó la principal fuente de fondeo de las entidades financieras en lo que va del año.

Tales recursos fueron fundamentalmente destinados a expandir el financiamiento a las empresas y a las familias, y a robustecer los recursos líquidos de la banca.

En octubre los depósitos totales del sistema financiero experimentaron una transitoria reducción explicada por el desempeño de las colocaciones en pesos del sector privado, al igual que lo sucedido en mayo pasado.

El saldo de los depósitos totales cayó $2.400 millones en el mes, fundamentalmente producto de la disminución de $4.600 millones en las colocaciones del sector privado, que resultó en parte compensada por la suba de $2.650 millones de los depósitos del sector público.

Con referencia particular a los depósitos del sector privado, la disminución mensual del saldo de balance se debió al retroceso de las colocaciones en pesos (- $7.000 millones), movimiento atemperado por un aumento del saldo contable de las imposiciones en moneda extranjera ($2.400 millones).

El incremento en el saldo de los depósitos en dólares recogió el efecto de la suba mensual en el tipo de cambio nominal peso-dólar, siendo el crecimiento mensual registrado en moneda de origen de u$s140 millones.

La caída de los depósitos en pesos del sector privado en el mes se verificó principalmente en las cuentas a la vista y, en menor medida, en los depósitos a plazo, tanto minoristas como mayoristas.

La merma mensual en los depósitos del sector privado impulsó un marco de incrementos en las tasas de interés pasivas. Tal aumento resultó superior en las colocaciones de mayores montos relativos, mientras que en las colocaciones minoristas la suba se registró en todos los plazos.

Cabe considerar que en noviembre se observó una recuperación de los depósitos totales, fundamentalmente por la mejora de las colocaciones del sector privado en pesos, tanto a la vista como a plazo.