Inicio Empresas y Negocios Más allá de la buena presencia: ¿qué es y cómo se construye...

Más allá de la buena presencia: ¿qué es y cómo se construye una imagen profesional?

Un joven con rastas, graduado con honores en finanzas, se presenta a una entrevista para un puesto de analista bursátil. El reclutador inmediatamente le dice: “Disculpe, creo que usted no es lo que estamos buscando”…

La imagen profesional es una serie de características de una persona percibidas por aquellos con los que interactúa laboralmente.

Colegas, jefes y clientes, observando su aspecto y comportamiento, construyen interpretaciones sobre sus competencias y valores.

Inevitablemente, estas interpretaciones se difundirán por el mercado y afectarán las oportunidades de carrera de una persona.

Sin embargo, señala un artículo de la escuela de negocios de Harvard, no sólo el comportamiento de una persona contribuye a la formación de su imagen profesional.

Existe un factor que escapa a nuestro control y que suele ser decisivo en la determinación de la forma en que nos percibe el mercado: el estereotipo.

En los Estados Unidos, por ejemplo, los afroamericanos son percibidos como menos inteligentes que los blancos.

Los asiáticos, por su parte, están catalogados como buenos técnicos pero carentes de habilidades interpersonales (una notable restricción a la hora de aspirar a posiciones de liderazgo).

Incluso, por más asombroso que pudiera parecer en el siglo XXI, muchos todavía asocian la imagen de una mujer con delantal con una enfermera.

Desde luego, el hecho de que usted decida peinarse con rastas no implica necesariamente que usted carezca de las habilidades para trabajar, por ejemplo, de analista bursátil en un banco multinacional.

Sin embargo, en un proceso de selección, es probable que usted se encuentre en desventaja contra candidatos de cabello al ras y prolijamente afeitados.

Ahora bien, vencer un estereotipo no es tarea sencilla. No existe ninguna receta única de construcción de imagen profesional (la situación es mucho más compleja que la vieja máxima de “vístete de acuerdo al trabajo que querrías tener”).

No obstante, señala el artículo de Harvard, algunas pautas de análisis pueden ser útiles para evaluar la imagen actual que percibe el mercado e identificar algunos pasos a seguir para proyectar la imagen deseada.

1) Identificar la imagen deseada

Según su plan de carrera, ¿cuáles son las competencias y actitudes que desea que la gente asocie con usted? ¿Cuáles de sus características profesionales desea enfatizar en sus interacciones laborales? ¿Cuáles prefiere minimizar?

2) Evaluar la situación actual

Imagine que las personas con las que interactúa profesionalmente se reunieran para hablar de usted a sus espaldas. ¿Qué cree que dirían? La respuesta a esta pregunta es, precisamente, su imagen profesional. ¿Esta percepción es coherente con lo que usted desea transmitir?

3) ¿Vale la pena el cambio de imagen?

Es frecuente que la imagen deseada sea diferente de aquella que actualmente usted proyecta al mercado. Sin embargo, esto no necesariamente significa que sea hora de cambiar.

Los procesos de cambio de imagen exigen gran esfuerzo psicológico. Por lo tanto, antes de emprender la tarea, es aconsejable un minucioso análisis de costo-beneficio. ¿Vale realmente la pena?

4) Credibilidad versus autenticidad

El objetivo de un cambio de imagen profesional radica en incrementar la credibilidad. Es decir, lograr que los demás crean que usted posee ciertas competencias que usted considera valiosas para su carrera.

Sin embargo, existe un trade-off entre credibilidad y autenticidad.

Ser usted mismo (ser auténtico) puede perjudicar su credibilidad si las competencias que el mercado percibe en usted no son las que necesita para su carrera.

Sin embargo, esforzarse demasiado en construir la imagen deseada, le hará perder autenticidad. Su actitud no sólo parecerá impostada sino que hasta tendrá grandes costos psicológicos.

Los cambios radicales son imposibles e indeseables. Dejar de ser uno mismo para consolidar una carrera es una apuesta inútil.

5) Monitoreo de los resultados del proceso

Un proceso de cambio de imagen requiere un enfoque coherente y orientado por los resultados, muy similar a cualquier proyecto corporativo.

Por lo tanto, a lo largo del proceso, es necesario mantener una coherencia en el comportamiento y monitorear las reacciones de los otros para ir ajustando el mensaje.

En definitiva, la construcción de una imagen profesional es un proceso que se desarrolla inevitablemente.

Le guste o no, colegas, jefes y clientes siempre recibirán una imagen de usted y la utilizarán para realizar inferencias sobre sus competencias.

Y, si usted no se toma unos minutos para pensar en la imagen que proyecta, posiblemente termine siendo víctima de estereotipos que afectarán sus oportunidades de carrera.