Mattel, líder mundial en la industria del juguete, enfrentó este año una de sus peores crisis en las más de seis décadas de existencia. Debió retirar del mercado 20 millones de productos fabricados en China, cuya pintura contenía altos niveles de plomo. Con una facturación anual de más de 5600 millones de dólares, es conocida mundialmente por ser la fabricante de la muñeca Barbie.
Richard Dickson, vicepresidente senior de Marketing, Medios y Entretenimiento en el nivel mundial, vino al país para presentar el primer Barbie Store (con una inversión de $ 1,5 millones) que integra la venta de muñecas y de indumentaria con espacios de belleza, gastronomía y entretenimiento, dirigidos especialmente a las niñas. Aunque no brindó números sobre la crisis de los juguetes, reconoció que afectó la producción, pero se mostró optimista sobre mantener los niveles de venta.
-¿Han evaluado qué daño produjo el incidente a la compañía?
-Desafortunadamente, experimentamos prensa negativa relacionada con el retiro de productos y la producción en China. Los desafíos se sortearon al hacer lo correcto. A medida que pase el tiempo, no sólo vamos a mejorar, sino que también la reputación va a mejorar porque creemos que estamos haciendo lo correcto para el consumidor y para la seguridad de los niños.
-¿Tienen una evaluación económica del daño?
-Hay actualmente ciertos desafíos con la producción y la distribución, pero finalmente vemos que los productos se venden, los niños adoran nuestros productos, los padres confían en nosotros. Y, por lo tanto, nuestros productos siguen vendiéndose bien en todo el mundo. Hay evaluaciones por algunos períodos de tiempo que sugieren que la producción bajó un poco, por algunos de los desafíos con los distribuidores, pero sentimos que este obstáculo también lo vamos a sortear.
-¿Cómo se maneja internamente una crisis de este tipo?
-Hay diferentes maneras en las que las compañías manejan la crisis. Uno puede estudiar algunos casos, como el de Tylenol, que hizo un retiro de todos sus productos [después de la muerte de siete personas en 1982], o el de Jet Blue [aerolínea que debió enfrentar una cancelación masiva de sus vuelos]. Nosotros nos encontramos hoy en una situación en la que una compañía tiene que confiar en su integridad y en su sistema de valores. Nuestro sistema de valores está muy arraigado en hacer lo correcto y asegurarnos de que nuestros productos estén testeados y sean seguros para todos los niños del mundo. Esto es costoso, pero voluntariamente hicimos el retiro de todos estos productos. Creemos que nuestra compañía finalmente va a ser juzgada por haber hecho lo correcto.
-¿Producir en China es completamente seguro?
-En cualquier país siempre va a haber algún problema que surja en los negocios. Los problemas que nosotros tuvimos en China no necesariamente reflejan la cultura, el pueblo o el gobierno chinos. Mattel ha trabajado con China por más de 20 años y vamos a seguir trabajando allí.
-¿Por qué abrir un Barbie Store en la Argentina?
-La idea del Barbie Store ha sido un sueño que tenemos hace rato, un lugar donde podemos darle vida a la marca. Vimos varias ciudades en el mundo. Buenos Aires es una de las más importantes, una de las capitales de la moda. La marca tiene una gran relación con las chicas y con las madres aquí. Tenemos un equipo fantástico y decidimos abrir el primer local experimental aquí y esperamos que se expanda en la Argentina, en América latina y en el mundo.
-¿Qué futuro tiene Barbie?
-Barbie siempre refleja la moda y la tendencia cultural del momento. Si uno se remonta a las muñecas de los 60, ve que son la réplica de esa época. Constantemente puede cambiar su look y lo que hacemos es seguir la tendencia de un momento en particular. No hay un final para Barbie.
-Algunos le encuentran un sesgo ideológico. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dijo esta semana que lava el cerebro a los niños. ¿Cómo enfrentan esta visión?
-En primer lugar, Barbie sólo es una muñeca. Es un juguete. La idea es ser un vehículo para que las chicas se imaginen que pueden ser todo lo que quieran ser. A veces es desalentador que ciertas personas pongan cosas en la muñeca que no están relacionadas con la marca. Como cuando dicen “si Barbie fuera adulta, sería anoréxica” o “sería desproporcionada”. ¡Sí, es cierto! ¡Pero no es un adulto! Es una muñeca, nada más. Nunca fue nuestra intención que fuera un adulto.
