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Me atiende una agencia boutique

Cuando una agencia creativa pequeña crece de manera rápida, en algún momento se replantea en qué lugar está. Si bien la esencia en la forma de trabajo va a ser la misma, el planteo pasa por saber qué tipo de servicios ofrece y a qué tipo de clientes apunta luego del crecimiento.

Esto hace que se ubique entre una agencia grande y una pequeña, y que se considere, entonces, una agencia boutique. Es decir que se define como una agencia de publicidad que hace comunicación y comunica cosas que tienen que venderse, y también como una boutique, porque esto establece la forma de atención y el tamaño de la agencia.

Respecto de la forma de atención, se desprende que una agencia boutique es una empresa “atendida por sus propios dueños”. Así prioriza tener menos clientes, pero bien atendidos y con un trato más personalizado. Esto no quiere decir que tengan pocos clientes, sino los suficientes como para seguir estando al tanto de cualquier pieza de comunicación y poder estar involucrados en esas piezas. Tal vez no en todo el proceso creativo, pero sí en las instancias donde es importante tomar decisiones sobre la estrategia de comunicación.

Además, son los mismos dueños los que charlan con el cliente, le presentan los trabajos y están cuando el cliente necesita una respuesta. Esto es un diferencial que se plasma en la forma de trabajo y también en la pieza final.

Por otro lado, una agencia boutique es expeditiva a la hora de brindarle soluciones al cliente, y estas respuestas están a la medida de sus necesidades. No tienen una carpeta de soluciones y de allí usan la que les queda mejor, sino que se involucran con la problemática cuando algo no funciona e interpretan esa necesidad.

A su vez, la agencia boutique es una opción a tener en cuenta en cuestión de costos, porque al no demandar a tantas personas en un proceso, encarecen menos el servicio y las empresas pequeñas o medianas pueden afrontar estos costos sin que les generen un gasto excesivo.

Además, pueden trabajar con clientes chicos, con un presupuesto más acotado, estando a la vanguardia de todo lo que tiene que ver con medios digitales, dispositivos y formas de comunicación no tradicionales, que proponen costos accesibles. Y si bien las cuentas grandes no van a dejar de estar en los medios tradicionales que son los más caros, una cuenta más chica asesorada por una agencia boutique puede utilizar fácilmente las nuevas herramientas y soportes, con costos menores y grandes beneficios.

Así es como la agencia boutique gana espacio en el mercado y se presenta como una opción altamente competitiva a la hora de contratar una agencia de publicidad diferencial y personalizada.