Si invitás a comer a una inglesa, pedir una botella de un buen vino rosado te puede servir para sumar algunos puntos. Gracias al arraigo que logró en el público femenino, las ventas de esta clase de vino se dispararon en Gran Bretaña, alcanzando los ¡900 millones de dólares en tan sólo un año! (entre febrero de 2007 y febrero de 2008), con picos de ventas para Navidad y San Valentín.
Esto representa el 10% del total del consumo de vino en Gran Bretaña, mientras que en 2006 abarcaba a tan sólo el 6% del total. Esta expansión de los vinos rosados es el resultado de la política de los bodegueros de EEUU, que impulsaron la producción y el consumo de este tipo de productos, de acuerdo con el Daily Telegraph.
Como sea, Chile, Australia, Argentina, Sudáfrica y Nueva Zelanda también se han subido a la “ola rosada”, aumentando su producción. El precio promedio de una botella de vino rosado es de 8 dólares, lo mismo que una botella de vino blanco pero más barato que el promedio de una botella de vino tinto.
