Una mujer de 40 años, es la flamante mamá de Yanina Daiana, una niña concebida con óvulos criopreservados hace 14 años. La beba nació el pasado 5 de marzo, por cesárea y pesó 3.050kg. El caso marca un nuevo récord mundial – el anterior fue de óvulos congelados durante 12 años- en el período más largo de almacenamiento de gametos femeninos seguido de nacimiento vivo. Esta noticia reafirma lo exitoso de esta técnica para la preservación de la fertilidad.
En el año 1999, Mónica, con 25 años fue tratada por su infertilidad, sin éxito, criopreservándose en ese momento 6 óvulos por una técnica novedosa en ese entonces, desarrollada por el Dr. Carlos Quintans, en el Laboratorio de Halitus Instituto Médico, que consistía en reemplazar el sodio por la colina en el medio de cultivo y que marcó un hito en la criopreservación de óvulos en ese momento dado que fue adoptada a nivel mundial. Luego de varios años en los cuales tuvo un hijo en forma natural, la mujer volvió a Halitus Instituto Médico en 2013 por aquellos óvulos congelados y hoy tiene su segunda hija.
La técnica de preservación de óvulos en frío, ya sea por criopreservación lenta o vitrificación de óvulos, ha demostrado una vez más su eficacia. Se recurre a ella no sólo para los casos de tratamiento de la infertilidad sino que en modo creciente como una herramienta de preservación. Es una aliada valiosa cuando se la aplica a los casos en los que la mujer va a someterse a tratamientos que potencialmente podrían afectar negativamente su fertilidad– como tratamientos contra el cáncer- o para aquellas mujeres jóvenes que -por distintas circunstancias- postergan la maternidad. En este último caso es posible anticiparse a los efectos negativos de la edad sobre la reserva ovárica y la calidad de los óvulos, criopreservándolos a una edad más temprana y favorable.
Si bien la criopreservación de óvulos es una realidad, siempre es necesario recordar que lo más conveniente es realizarla a la edad adecuada -dado que la calidad de los óvulos tiene estrecha relación con la edad de la mujer- mientras mantenga una buena reserva ovárica. Preferentemente antes de los 35 años e idealmente, antes de los 33. Pero no deja de ser importante también que esa criopreservación se lleve adelante adecuadamente. Hoy con el advenimiento de la vitrificación, pueden verse resultados aún más exitosos. Los primeros nacimientos luego de ovocitos vitrificados en un programa de fertilización in Vitro con estimulación se dieron en el mundo en 2003 pero no fue hasta varios años después que ocurrieron en nuestro país. Las mujeres cada vez más postergan el momento de la búsqueda de embarazo -por diferentes razones-, ya desde el 2011 aumentó la cantidad de pacientes que criopreservaron óvulos respecto de los años anteriores y el promedio de edad se mantiene relativamente estable en los 36 años, según nuestros datos de los últimos 3 años. Por todo esto es necesario crear conciencia y difundir la importancia de esta técnica de criopreservación de óvulos.
“Durante muchos años se pensó que la preservación en frío permitiría mantener la viabilidad de los óvulos durante largo tiempo. Hoy resulta tranquilizador saber por experiencias prácticas que efectivamente esto es así, y no sólo por permitir recuperar el material genético en la forma en que se congeló, sino porque además puede llevar a nacimientos de bebés sanos. Pero no hay que dejar de resaltar que si bien esto prueba que gametas y embriones pueden mantenerse congelados quizás por mucho más de 14 años, la vida de quienes les dieron origen sigue adelante sin detenerse”, concluye el Dr. Sergio Pasqualini, Director Científico de Halitus Instituto Médico.
