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Oportunidades de la crisis: inversores ganan hasta 50% apostando a bonos y acciones

Abril fue el segundo mes de parabienes para la mayoría de los inversores, aquí y en otras latitudes. Esto es así porque ese mes pudo marcar la profundización del cambio de tendencia, que comenzó a experimentarse a partir de marzo.

Claro está que esta exitosa performance de los mercados no estuvo exenta de algunos contratiempos, típicos de épocas de crisis, de la que aún nadie se anima a precisar cuál es su profundidad y cuánto puede llegar a extenderse en el tiempo.

Aunque, en este sentido, hay una corriente de opinión que cada vez va ganando más adeptos – y de la que diera cuenta iProfesional.com – que sostiene que la crisis global comienza a ceder lentamente (en especial en Estados Unidos) y el país va quedando más atado a los mayores riesgos que genera la incertidumbre local. En particular, producto de un escenario político difícil de predecir y por la falta de un plan económico integral para resolver cuestiones de fondo.

En ese contexto, un escenario como el actual es visto por algunos inversores como un momento ideal para comprar a precios bajos y hacerse de suculentas ganancias, aun a expensas de asumir mayores riesgos. Y si hay que elegir a los ganadores del mes estos fueron, sin dudas, aquellos que dirigieron sus fondos a los títulos públicos que, tras varios meses de caída libre, se tomaron su revancha en abril.

Ya sea en pesos o en dólares, una extensa nómina de bonos logró este mes superar la línea de 20% de aumento. El ranking estuvo liderado por el Par ajustado por CER, que aumentó un 50%, seguido por Bocon Pro 13 (47,2%) y luego por un virtual empate (29%) entre el Bogar 2018 y el Bocon Pro 12. En cuanto a los títulos dolarizados, las mayores subas fueron para el Boden 2015 (26,3%) y el Par legislación local (21,4 por ciento).

A la hora de justificar esta explosión de las cotizaciones, las respuestas son múltiples. Pero, básicamente, los analistas se refieren en concreto al atraso de las mismas, en especial a partir de la nacionalización de los fondos de la ANSES y de los persistentes rumores sobre posibles incumplimientos del Gobierno en sus compromisos futuros.

Ganar con la recuperación
Para Dionisio Corneille, de Corneille Sociedad de Bolsa, el abrupto incremento registrado en las cotizaciones vino acompañando por la mayor presencia de inversores que “eligieron asumir un mayor riesgo” al detectar que algunos títulos tenían sus valores por el piso.

El especialista explicó que “el repunte tuvo lugar tras la drástica caída que habían sufrido en meses anteriores. El rebote que se ve ahora es fuerte, pero si se tiene en cuenta la drástica caída que tuvieron, es más lo que se perdió hasta ahora”.

Juan Southall, de De Bary Sociedad de Bolsa, aseguró: “Básicamente la suba se debe a que los precios de los bonos estaban demasiado bajos y en algún momento tenían que buscar su recuperación”.

Para Osvaldo González, de Arpenta, “el motivo del repunte es algo que se viene arrastrando desde septiembre y octubre de 2008, cuando se pensaba que no se iba a pagar el Boden 2012. Sin embargo, se pagó en diciembre y los bonos empezaron a subir, tímidamente en principio, y a mediados de febrero se fueron afirmando más aquellos que registraban un mayor atraso”.

En tanto, Mariano Tavelli, de Tavelli y Cía., aseguró: “La suba es la consecuencia natural de la fuerte baja que se dio antes por la crisis. Además la ANSES se quedó con gran parte de las tenencias y encima hubo recompras”.

El analista Victor Poma aportó un dato clave, al referirse a una salida de la crisis que para varios operadores, puede darse antes de lo esperado. “El mercado está viendo que la recesión no sería tan fuerte y el rebote que se esperaba para fin de año puede llegar antes”, dijo.

Poma concluyó diciendo que “hay que tener en cuenta que en la Argentina, con poco volumen se puede registrar esta fuerte suba, no como sucede en Brasil, donde se negocian mayores montos y las variaciones no son tan bruscas. Además, nuestro país está más atado a los precios de los granos, entre otras cosas”.

Perfil inversor
En opinión de los expertos, el avance de los bonos en abril no fue casual. Otro dato que destacan es que también influyó la presencia de algunos fondos de inversión del exterior atraídos por los elevados retornos que prometían.

“Aunque el panorama a mediano plazo no cambió, se redujo el temor, por eso algunos fondos que invierten en renta fija tomaron bonos en países como Argentina. Se trata de carteras muy grandes que destinan un parte a inversiones de alto riesgo”, agregó Poma.

Para De Bary, la suba registrada pone en evidencia la incursión de inversores experimentados “que siguen al mercado y saben lo que están haciendo, porque para invertir en bonos se necesita un cierto grado de conocimiento”.

Según González, “a mediano plazo, lo que se puede esperar son altibajos normales y una tendencia a la suba”. Los expertos resaltan que la volatilidad persistirá hasta tanto pasen las elecciones, y podría continuar en mayor o menor nivel según el resultado de los comicios.

En este sentido, Tavelli agregó que ”los bonos deberían trepar por encima del valor actual, pero de aquí en adelante todo dependerá del contexto internacional y si la crisis se estabiliza”. “En el orden local habrá que esperar hasta después de las elecciones para saber cuál es el plan de financiamiento del Gobierno para el segundo semestre del año”, concluyó.

¿Quienes invierten en títulos públicos?
El mercado de títulos públicos se conforma por dos grupos de inversores. Por un lado están aquellos que, con conocimiento del tema, apuestan a la mayor seguridad que en teoría ofrecen estos papeles, dado que están respaldados por el Estado.

Claro está, que cuando los mismos corresponden a un país que ha practicado varios defaults, la percepción de riesgo crece en forma exponencial, por lo que el motivo de su compra pasa a ser una apuesta para la obtención de retornos importantes.

Por otro lado, se ubican los tenedores de títulos públicos que los han recibido a manera de compensación de parte del Estado y que los mantienen en cartera.

En el mercado actual y por el contexto incierto en el que se transita se da una mezcla de ambos. Para González, “no hay un perfil de comprador claro, están los que compran con $3.000 y también los grandes fondos. Son los actores que se fueron por miedo y de a poco están volviendo”.

“El perfil de los inversores se puede definir como al institucional local que administra una cartera importante de títulos, que al vencimiento de cada cupón reinvierte en los mismos. Pero también están los minoristas, que ingresaron a este mercado por la baja de las acciones”, explicó Tavelli.

Dólar, plazo fijo, soja y Merval
En el mercado accionario local las grandes ganadoras fueron Mirgor, Tenaris e YPF, en tanto que quienes compraron ciertas commodities, o divisas, tampoco se vieron defraudados.

Quienes optaron por las monedas extranjeras, que no fueron pocos, lograron rendimientos más que favorables, ya que el dólar avanzó un 7,6% y el euro, expresado en pesos un 15,3 por ciento.

Los ahorristas más conservadores que eligieron quedarse en el plazo fijo lograron, a duras penas, salvarse de la inflación “real”, ya que a lo largo del mes las tasas abonadas por los bancos privados fueron levemente inferiores al 13% anual.

Mucho más acotada fue la situación en los bancos públicos, donde las tasas que se pagaron fueron relativamente menores, pues se movieron en un rango de un punto y medio por debajo de los privados. Por último, las entidades no bancarias mostraron niveles que promediaron el 16,7%, con una amplia volatilidad a lo largo del mes.

En cuanto a los depósitos que superan el millón de pesos, las tasas se mostraron sin mayores cambios a lo largo de abril, pues se mantuvieron en torno al 12,1 por ciento.

Los inversores que prefirieron apostar por ciertas materias primas también obtuvieron interesantes rentabilidades.

Los más beneficiados fueron los que decidieron colocar su dinero en contratos de soja o azúcar, ya que a lo largo del mes obtuvieron una rentabilidad del 15,5% y del 10,8%, respectivamente. En cambio, quienes incursionaron en materias primas como plata u oro perdieron el 4,8% y el 3,3%, respectivamente.

El Merval ganó 13,26%, con una clara tendencia creciente a lo largo de buena parte del mes, que se vio opacada por una corrección en las últimas ruedas. Como viene ocurriendo desde hace tiempo, el desarrollo bursátil de abril se caracterizó por la fuerte dispersión de las cotizaciones.

En el Merval 25, las mayores subas correspondieron a Mirgor (53,4%), Tenaris (21,6%) e YPF (16,1%), en tanto que las mayores caídas se registraron en Siderar (-6,7%), Grupo Clarín (-5,4%) y Pampa, que bajó 5 por ciento.

En términos de dólares, el Merval ganó un 13,4%, por lo que se encuentra en una segunda línea junto al IPC mexicano, pero muy por detrás del gran rendimiento de la bolsa de San Pablo, que ganó 22,6 por ciento.

A nivel global las bolsas europeas avanzaron en promedio un 12%. Con respecto a las neoyorkinas, se destaca el fuerte avance del índice tecnológico Nasdaq (12,4%), que opacó el avance del Dow Jones, pese a que éste subió un 7,4 por ciento.

El podio, en lo que va del 2009
Con el otoño llegó cierta mejora en los rendimientos. Durante los cuatro primeros meses del año, el Merval 25 de la Bolsa porteña gana el 16,2%, en particular por el gran desarrollo de abril, aunque se registraron profundas diferencias entre los papeles cotizantes.

Las mayores subas correspondieron a Petrobras Brasil, que ha ganado hasta ahora el 56,6%, seguida por Tenaris (31,2%) y Mirgor (30,5%). Los mayores retrocesos se han observado en Siderar (-38,7%) y Grupo Clarín, con una baja del 34,5 por ciento.

En materia de títulos públicos, se destaca la suba de los cortos en pesos (26,9%), y los largos en dólares (16,6%). Los cortos en dólares, por su parte, han avanzado un 7,4% y los largos en pesos perdieron un 16,3 por ciento.

Mercados internacionales
Con los resultados obtenidos en abril, las acciones líderes de la Argentina cerraron el cuatrimestre con una ganancia en dólares del 9,8%, por lo que en América latina se ubican en un rango intermedio entre el Bovespa de San Pablo, que fue el que más ganó en la región y el IBG de Caracas (26,6%) y IPC mexicano que perdió el 2,6 por ciento.

Las mayores ganancias a nivel global se remitieron al RTSI de a Bolsa de Moscú, que ganó un 37%, seguido por el Bovespa y el JKSE de Indonesia con 31,3 por ciento.

Los mayores quebrantos, siempre en dólares, se concentraron en las bolsas de Madrid (-9,8%), Tokio (-8,7%) y Budapest, que perdió un 7,6 por ciento.

Los principales mercados neoyorkinos, al igual que los europeos mostraron caídas generalizadas, a excepción del Nasdaq, que con una notable recuperación, avanzó un 8,9%. El resto de los mercados perdió entre el 1,66% y el 9,9% para la bolsa española.

Materias primas
En los primeros cuatro meses de año se destaca la suba del precio de la soja, con un avance del 19,1%, por lo que mantiene la tendencia del año anterior. Le siguen en orden de ganancias el petróleo y el azúcar.

El resto de los commodities muestra valores positivos, aunque relativamente bajos, a excepción del trigo, que pierde un 6,8% en lo que va del año.

Monedas
En lo que va del año se registra un leve tónica devaluatoria de las monedas frente al dólar estadounidense. El caso más notorio es el del fiorint húngaro, que cayó el 13,8%, seguido por el yen (8,8%) y el rublo ruso, que perdió el 8,4%. El euro, por su parte, se depreció un 5,7% y el peso argentino otro 7,4 por ciento.

Entre las monedas que se apreciaron, se destaca el peso chileno, que avanzó un 9,1% y el real brasileño, con un 5,4 por ciento.

Perspectivas
Pese a la buena evolución de la Bolsa porteña en abril, las perspectivas no son del todo promisorias. Por una parte, el escaso volumen operado sigue siendo una gran restricción para el mercado.

La ausencia de volúmenes importantes de dinero le quita vuelo. Esta situación se registra desde que se decidió la estatización de los aportes realizados a las AFJP ya que con ellas desaparecieron los grandes inversores institucionales, claves de cualquier mercado.

A ello debe sumarse la desconfianza de los inversores respecto del contexto local. El período que media hasta las elecciones del 28 de junio promete transformarse en un camino lleno de obstáculos a sortear, y gran parte de lo que pasará en el segundo semestre estará marcado por el resultado final de los comicios.