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Oportunidades de verano

Se trata de poner un pie adentro. Los programas de trabajo de verano (conocidos por su denominación en inglés, summer jobs) permiten a los candidatos hacer una práctica laboral en una compañía de su interés y sentar un precedente sobre su desempeño.

Su performance es importante porque, en muchos casos, las pasantías estivales abren la puerta a la futura incorporación. Pero aún en el caso de que eso no suceda, contribuyen a la formación de los pasantes y los preparan para nuevas experiencias. Son varias las compañías que ofrecen esta modalidad de contratación, que dura entre dos y tres meses y apunta, generalmente, a jóvenes que están haciendo su primera experiencia laboral.

Acerca de la paga que reciben, Laura Bitocco, gerente de Reclutamiento y Selección de Hidalgo y Asociados, comenta: “Se trata de asignaciones estímulo y el monto depende de la empresa. Varía entre 1100 y 1700 pesos netos. Algunas empresas también proveen servicios de planta y de charter. En el caso de pasantías de más larga duración también se dan otros beneficios, como obras sociales”.

En SC Johnson & Son de Argentina (SCJ), empresa mundial de fabricación de productos de limpieza e insecticidas, el programa de summer jobs existe desde hace diez años, y se realiza en enero y febrero.

Gabriel Volpi, gerente de Recursos Humanos y Relaciones Institucionales, define al programa como un semillero. “Los jóvenes empiezan en las divisiones inferiores, pero pueden mostrar su talento -explica-. Muchos de ellos luego podrán realizar el programa de Jóvenes Profesionales. Es un escalón.”

Gracias a esta concatenación de planes, alrededor de la mitad de quienes alguna vez realizaron una pasantía de verano se encuentra trabajando en la empresa.

Santander Río tiene un plan de summer jobs desde hace ocho años. María Flaherty, gerente de Desarrollo Directivo y Talento, explica que los jóvenes no sólo pueden hacerse conocer por un posible futuro empleador, sino que “salen del mundo de la estudiantina”. El banco encuentra una manera de reforzar su dotación de personal en vacaciones.

La entidad ofrece un contrato de pasantía de tres meses. Está abierto a alumnos regulares de carreras comerciales y de Marketing de 63 universidades del país con las que tiene convenios. Además, se utiliza una base de datos que provee Universia, que es un portal nexo entre universidades perteneciente a Santander Río. Por edición ingresan 60 personas, que se desempeñan en atención en la red de sucursales.

Aldana Cabrera tiene 23 años y trabaja como pasante en la sucursal Retiro del banco. “Es una gran oportunidad para empezar a conocer el mercado laboral en el área de bancos y finanzas, y las principales necesidades que tienen los clientes. Me sirve para poner en práctica lo que veo en la facultad. La capacitación que estoy teniendo y las herramientas que el banco me brinda son lo que más destaco”, comenta.

Antonela Tallercio Di Dorio coincide con el testimonio anterior y agrega: “Es una práctica profesional muy buena y al ser estudiante de la carrera de Administración de Empresas, se me abren muchas puertas en el mundo laboral. Tengo muchas expectativas de seguir trabajando en el banco”, asegura desde la sucursal Güemes de Mar del Plata.

Práctica rentada
También la consultora Deloitte Argentina ofrece un programa. Existe desde 2000 y este verano se incorporarán 30 jóvenes de diferentes lugares del país. “Es una práctica rentada, con un formato de contrato a plazo fijo, con acceso a medicina prepaga y capacitación especializada. La principal diferencia con los programas de pasantías o de trainees es que esto no involucra a la universidad como intermediaria”, explica Valeria Silvestroni, gerente de Reclutamiento y Selección de Recursos Humanos.

Matías R. ingresó por segunda vez al programa de verano de Deloitte. “El hecho de que la auditoría se basa en trabajo en equipo hace aún más interesante la experiencia ya que uno aprende cómo se debe interactuar con sus compañeros de trabajo y con el cliente. Es destacable cuánto uno aprende en muy poco tiempo”, opina.

“El año pasado -agrega el joven-, cuando finalizó el programa me ofrecieron quedarme en la firma, pero por cuestiones de estudio no pude hacerlo. Así que decidí ingresar nuevamente este verano. Todavía me queda un año más de facultad, pero al finalizar la carrera considero la opción de trabajar en Deloitte como una de las más atractivas para desempeñarme laboralmente.”

Reclutamiento
Los programas de summer jobs recurren a múltiples fuentes para atraer jóvenes. Las universidades son un recurso común, por eso las firmas hacen presentaciones corporativas en ellas, se preocupan por figurar en sus carteleras y realizan acuerdos con sus autoridades. Otras canales son la publicación gráfica, Web de la firma, mailing y planes de difusión interna.

Cada empresa tiene su requisito formal específico, pero en lo que hace a aptitudes la mayoría suele buscar candidatos que demuestren una actitud proactiva y capacidad de trabajo en equipo. Muchas ponen el foco en el espíritu emprendedor, la capacidad de relacionarse con clientes y la apertura al aprendizaje.

En general, para ser elegidos los jóvenes deben pasar por entrevistas individuales y assesment centers. Las tareas que desempeñan varían en su complejidad, pero en la mayoría de los casos tienen el apoyo de un tutor.

En el caso de Deloitte, los candidatos preseleccionados participan de reuniones grupales en las que están presentes el área de Recursos Humanos y el área donde van a trabajar. Los perfiles buscados son estudiantes de al menos segundo año de carreras de Ciencias Económicas. “No solicitamos experiencia previa, excepto muchas ganas de aprender y trabajar en equipos profesionales”, dice Silvestroni.

“Luego de su capacitación -agrega la ejecutiva de Deloitte-, ingresan en equipos que ya están trabajando con clientes. Desde el primer día sus tareas se unen a las de aquellos que ya forman parte de los equipos en tareas de auditoría de entidades comerciales o financieras. Allí tendrán la oportunidad de participar en las diferentes etapas y procesos que se realizan en cada grupo de trabajo.” Finalizado el programa, los participantes que están a un año de recibirse pueden acceder a programas de pasantías y de trainees. A los que están a punto de graduarse se les ofrece ingresar en el staff permanente.

La organización en SC Johnson & Son es diferente. Todos los años en septiembre diversas áreas presentan sus propuestas en las que especifican para qué tareas podrían incorporar pasantes. Se hace una selección de las mismas. “Queremos que se incorporen a proyectos concretos. En ese relevamiento pedimos al área que defina el tutor de quien ingresa. Su responsabilidad es acompañarlo, facilitarle la información que necesite y guiarlo”, destaca Volpi.

Suelen abrirse posiciones en Ventas, Marketing y Trade Marketing. Y, en menor medida, en Finanzas, Recursos Humanos, Operaciones y Supply Chain. “Las tareas que desarrollan los jóvenes son más desafiantes que simples, ya que deben desarrollar un proyecto desde el inicio hasta el fin”, agrega.

Experiencia laboral para los jóvenes y una fuente de futuros talentos para las empresas. Los programas de summer jobs son prácticas corporativas donde ambos pueden ganar.