El profesor emérito de biología de la Universidad de Harvard Otto Solbrig aseguró que “la ventaja comparativa de la Argentina está en la agroindustria”, pero advirtió que los productores deben comprender que “el uso abusivo de los recursos naturales pone en peligro esa ventaja”.
“Es imperativo que se adopten buenas prácticas agrícolas. Estas no son recetas, sino actitudes que deben prevalecer. El agroecosistema debe mantenerse lo más cercano posible a un sistema natural, y conservar las reservas naturales”, sostuvo el especialista al disertar en la 5ta. Jornada de la Cadena Agroindustrial Argentina, en el Hotel Marriott Plaza de la Ciudad de Buenos Aires.
Según Solbrig -quien nació en Mar del Plata pero desarrolló su carrera en los Estados Unidos- se debe “practicar el manejo integrado de plagas para reducir el impacto negativo de los pesticidas: no tenemos que envenenar a la población utilizando demasiados agroquímicos”.
Asimismo, resaltó que “hay que proteger los cursos de agua superficiales y subterráneos de la contaminación de los agroquímicos, y es aconsejable reducir los combustibles fósiles”, y señaló que además “se requieren reglas de juego claras y protección a los derechos de propiedad, que son muy importantes”.
Solbrig abrió la jornada de la Cadena Agroindustrial Argentina titulada “Agro y ambiente, una agenda compartida para el desarrollo sustentable”.
“Hay que tratar de intensificar en lugar de abrir nuevas tierras, sobre todo en zonas como Chaco, donde hay mucha incertidumbre de cómo serán las precipitaciones en el futuro. Hay que utilizar las mejores tecnologías existentes, y monitorear los cambios para saber lo que está pasando y poder reaccionar, no ser complacientes. Hay que proteger la biodiversidad, mantener los servicios ecológicos y proteger humedades, claves en el manejo de la biosfera, y utilizar buenas prácticas agrícolas”, prosiguió.
Según el especialista, debe cambiarse “la manera de pensar: hay que proteger le medio ambiente, aumentar la productividad al máximo sin destruir los recursos para que produzcan de año a año. No son fórmulas, es una manera de pensar”.
“El suelo debe protegerse por técnicas de cultivo conservacionistas, la siembra directa es importante, pero no la única. La extracción de nutrientes debe ser restituida con fertilizantes, inteligentemente, pero no pasarse al otro lado”, añadió.
Asimismo, el profesor emérito de Harvard explicó que “en términos mundiales, tenemos mucha suerte: el efecto del cambio climático va a ser mucho más agudo en el norte. Va a ser menor, pero tenemos un problema: si somos inteligentes y queremos mantener la productividad argentina, hay que hacer algo. Si no hacemos nada, se espera una reducción del 2 al 5 por ciento de la productividad. No es un 50 por ciento, no es un desastre, pero al país lo va a afectar seriamente”.
