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Percepciones sobre la crisis: “Las presentaciones de los productos que se consumen habitualmente redujeron su tamaño”

Un estudio reciente realizado por la consultora de investigación de mercado Neder reveló que la mayoría de los consumidores argentinos no cree que la crisis actual revista la gravedad de la situación de 2001, si bien se evidencia en ciudades del interior, una preocupación mayor que en Buenos Aires. El estudio midió la percepción de los consumidores acerca de la situación local y de cambios en la oferta de productos tales como precios, calidad y tamaños de las presentaciones.

“Nuestro interés fue conocer, por un lado, cómo la población vive el contexto actual y, por el otro, determinar cuáles son las categorías de productos más afectadas por aumentos de precios, reducción de tamaños de envases, y bajas de calidad”, argumenta Silvina Neder directora de la consultora NEDER.

Neder entrevistó a 550 personas residentes AMBA, Rosario y ciudad de Córdoba, de 18 a 65 años, por medio de encuestas coincidentales personales.

Contexto Local
La consultora solicitó a los entrevistados definir si estaban de acuerdo o no con que “Estamos en una crisis tan grave como la de 2001”, si “Hay mucha inflación” o si “Estamos igual que siempre”.

Tanto en la cuidad de Buenos Aires como en el interior, más de la mitad de los entrevistados manifestó percibir que hay mucha inflación. Sin embargo, las proporciones de quienes perciben que “estamos en una crisis tan grave como en 2001” difieren sustancialmente entre la capital y las ciudades del interior: Solo un poco más de un sexto de los porteños perciben estar en una crisis tan aguda, mientras que en Córdoba y Rosario estas proporciones se duplican (Alcanzan el 31 y 34% en Rosario y Córdoba respectivamente).

En cuanto a si “Estamos igual que siempre” o no, los habitantes de Buenos Aires son más optimistas que los Rosarinos o Cordobeses: Quienes acuerdan con esta frase representan el 30% en Buenos Aires, el 15 en Rosario y el 13% en Córdoba.

En cuanto a la diferencia de vivencias entre las personas de diferentes estratos sociales, las de niveles más altos perciben más la inflación que el resto, pero menos viven este momento como una crisis terminal como la de 2001.

Aumentos de precios, reducción de las presentaciones y baja en la calidad de los productos.

La percepción de que los precios aumentaron es unánime en las tres ciudades y en todos los niveles socio-económicos: sólo un 4% de la muestra dice que no notó aumentos de precios.

Por otro lado, Neder observó que más de la mitad de la muestra detecta que las presentaciones de los productos que consume habitualmente son más chicas ahora. Esto lo notan más las mujeres (62%), mientras que las personas de nivel alto y los cordobeses prestan menos atención a este hecho (47% y 36 % respectivamente).

En cuanto a la calidad de los productos cotidianos, el 49% de la muestra admite que sus marcas perdieron en este aspecto. Otra vez las mujeres son más críticas que los hombres. La sensación de pérdida de calidad aumenta a medida que baja nivel socioeconómico de los entrevistados.

Reconocimientos y Castigos
Neder indagó también cuáles eran las marcas y productos cuyos fabricantes más se esforzaron por mantener los precios. La categoría más valorada fue alimentos en general, seguida por lácteos y bebidas. Las tres empresas que más menciones de sus marcas recibieron fueron La Serenísima, Molinos y Coca Cola.

A pesar de que la gente valora las marcas de alimentos por hacer un esfuerzo para mantener los precios, esta categoría es también la más criticada a la hora de achicar presentaciones o bajar la calidad.

“Como vimos en estudios anteriores, los consumidores están más atentos a movimientos en aquellas categorías de producto que consumen a diario. Esto se refuerza con los alimentos, en especial entre las mujeres que eligen alimentos para sus familias”, observó Silvina Neder.

La ropa y servicios como telefonía no fueron reconocidas por ayudar a mantener los precios.