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Piden combatir con más fuerza las importaciones chinas para defender a la industria nacional

Los empresarios de Pro Tejer y sectores sensibles describieron con crudeza el peligro que significa el crecimiento permanente de las importaciones de productos chinos y si bien elogiaron el apoyo del Estado para frenar esta invasión, pidieron aumentar las herramientas con que cuenta el Gobierno para defender a la industria nacional.

En la primera mesa del día, bajo la propuesta de debate sobre “Las importaciones chinas, un problema de todos” y ante 1200 referentes del sector que siguieron durante toda la jornada que se desarrolla en el Predio de La Rural, los empresarios del sector plantearon los problemas que conllevan el continuo crecimiento del ingreso de productos asiáticos, de un 200% de 2003 a esta parte, aunque para algunos sectores el incremento fue aún mayor.

Al respecto, Raúl Zylbersztein, Presidente de la Cámara Industrial de las manufacturas del Cuero de la República Argentina, explicó que China representa para ellos una amenaza por doble vía, ya que son los principales “invasores” del mercado, pero también los que más cueros argentinos compran.

“Nuestro sector mantiene 10 mil empleos directos y exporta valor agregado por 4.500 dólares la tonelada, pero se importan productos por 400 dólares la tonelada. En 2006 tuvimos más importaciones que durante la peor época de la convertibilidad”, explicó el empresario.

Zylbersztein relató que en 2007 iban a entrar al país 30 millones de carteras, cuando en el mercado nacional se consumen 28 millones en un año. “Esto no lo arreglaba el mercado, porque lo iba a hacer cuando todos hubiéramos quebrado. Se paró con intervención del Estado y nuestros reclamos. Después de eso, las importaciones bajaron 20% en unidades porque se sinceró el nivel de subfacturación que había. Pero también es importante saber que China solo no puede invadirnos, tiene una conexión local”, sostuvo.

Por último, el empresario del Cuero hizo una referencia al tipo de cambio: “En 2003 ganamos mucha competitividad con esa sola medida y creo que no podemos dejarla de lado como política industrial.

En tanto, Horacio Mosqueto, Secretario de la Cámara Argentina del Calzado, explicó que las importaciones chinas en este sector crecieron 5.300 por ciento de 2003 a esta parte y que, pese a que esta industria nacional crece, los productos asiáticos lo hacen en la misma proporción.

“Nuestro sector tiene 55 mil puestos de trabajo repartidos en 1.100 plantas ubicadas en su mayoría en la Provincia de Buenos Aires y también en Santa Fe. Fabricamos 92 millones de pares el año pasado, cuando en 2002 habíamos hecho 32 millones de pares. Exportamos calzados de alta gama y nuestros principales compradores son Chile, la Unión Europea y los EE UU”, explicó el empresario.

Desde que esta industria empezó a generar puestos de trabajo y producir más, avanzó y a la par lo hicieron las importaciones chinas.

“Lo que no podemos explicarnos es como China con procesos de inflación interna y mayores costos internos, sus productos entran a precios cada vez más bajos. Desde 2002 los precios retrocedieron un 41%. Además, es falso que lo que viene de China tiene mayor tecnología, es absolutamente necesario ver las condiciones mundiales de crecimiento chino, porque no sólo avasalla a Argentina: en Europa entra calzado deportivo a 50 centavos de dólar”, dijo Mosqueto.

El industrial señaló la importancia del Consejo de sectores sensibles desde donde prometió “seguir luchando para defender a la industria nacional”.

En tanto, Norberto García, Presidente de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete, defendió el modelo de crecimiento y el apoyo del Estado hacia el sector.

“Desde la Aduana tenemos una ayuda importante, y desde Industria lo mismo. Necesitamos este modelo de crecimiento y el apoyo fuerte del Estado. Tenemos ahora 112 empresas cuando la convertibilidad había dejado sólo 60 en pie y logramos en 2005 llegar al 45% del mercado, porción que mantenemos, pese a que en el uno a uno sólo teníamos el 10%. Demostramos que podemos abastecer el mercado y dar vuelta la idea de que en Argentina sólo se hacían palitas y baldecitos. Tenemos contrincante poderoso pero estamos dispuestos a darles batalla”, señaló el empresario.

China es el primer productor de juguetes del mundo. Antes de la convertibilidad éramos 330 las empresas y quedamos sólo 60. Ahí fue cuando nos replanteamos todo. En función del apoyo oficial nos dedicamos a crecer, de tener el 10% pasamos al 45%. Esto hasta 2005. En ese momento empieza a crecer la importación y en nuestro sector no se necesitan especialistas, ya que cualquiera puede traer juguetes. Pero fuimos uno de los primeros sectores favorecidos en licencias no automáticas. Esto fue un hito que dio vuelta la historia. Pasamos a manejar valores criterio lógicos y en función de toda esta estructura pudimos hacer desaparecer a algunos de estos jugadores del mercado con los que competíamos en desventaja”, explicó García.

Para Carlos Bender, Director de la Cámara del Vidrio, la producción de ese sector no está tan afectada por las importaciones, pero sí la industria del termo, que en nuestro país es emblemática.

“Esta rama estaba muy afectada por la apertura indiscriminada. Pero hubo una barrera natural para frenar a los productos chinos, que fue la calidad. Por eso reconocemos las políticas industrialistas y las medidas antidumping”, agregó el empresario del vidrio.

Bender relató cómo en algunos casos las empresas chinas que exportan tienen sedes en otros países del sudeste asiático para eludir el verdadero origen de los productos. Con eso cambian posiciones arancelarias.

En cuanto a las mercaderías que entran a nuestro país, explicó que “hay sobrefacturación, se mezclan productos y se sube el precio del container para no pagar aranceles o multas. Llevamos estos pruebas a Industria y Aduana y siempre nos ayudan, pero creemos que hace falta dotar de mayores medios a los organismos de control para poner más trabas a las importaciones”.

Por último, Marco Meloni, Pro Secretario de la Fundación Pro Tejer, fue contundente al calificar a las importaciones chinas. “Impactan de una manera letal y mortífera en el mercado nacional y su control es una cuestión de vida o muerte. La industria textil es el primer empleador femenino y el segundo de la industria manufacturera. Por eso apoyamos la regulación del comercio exterior, aunque tenemos asignaturas pendientes porque el crecimiento de las importaciones es desmesurado, ya que no se está complementando la demanda sino sustituyendo al productor local”.

Meloni aseguró que se pierden trabajadores argentinos a costa de otro trabajador chino “esclavo y explotado”.

“Circulé la década del 90 y me decían que estaba loco. En los últimos 50 años Australia, China, Brasil, EE UU, cerraron y cierran sus mercados para industrializarse con políticas desarrollistas y proteccionistas. Yo quiero tomar ese camino: desarrollo industrial, dar trabajo, tener identidad”, puntualizó Meloni.