Se acerca la primavera, reaparece el sol, la temperatura sube y las piernas retoman el protagonismo. Por eso, es necesario prepararse desde ahora para lucir unas piernas saludables.
La mayoría de las mujeres durante el invierno se relaja con respecto al cuidado de sus piernas ya que acostumbran a usar prendas de vestir que las cubren por completo. De este modo, no se sienten obligadas a mantenerlas en forma porque no es necesario exhibirlas. Sin embargo, con el regreso de los días más templados la ropa comienza a ser más ligera y es en este momento cuando aparece la desesperación por recuperar el estado de plenitud. Por eso, es fundamental trabajar y mimar la piel durante todo el año para llegar a la primavera con las mejores piernas.
Para comenzar, se sabe que el sedentarismo y una mala alimentación son tan sólo algunos hábitos poco saludables que afectan la salud de nuestras piernas. ¿Qué hacer entonces? Simplemente ponerse en acción proponiéndose nuevas rutinas diarias y cuidados básicos. Existen algunos muy simples y efectivos. El secreto está en cuidarse con sencillas prácticas que rápidamente se pueden incorporar en el día a día poniendo el acento en tres objetivos: tonicidad, circulación e hidratación.
Tanto la tonicidad como la circulación están asociadas a la actividad física. Es recomendable tomar medidas que van desde ir al gimnasio y practicar alguna disciplina aeróbica y ejercicios localizados o simplemente optar por salir a caminar o dar un paseo en bicicleta.
Las piernas también son el reflejo de nuestra alimentación. No sólo para evitar algunas poco estéticas enfermedades vasculares, sino también para sentir que tus piernas te acompañan sin molestias ni dolores. Beber mucha agua (mínimo dos litros diarios), evitar en lo posible el alcohol y el tabaco, reducir el consumo de sal y aumentar el consumo de fibra, incorporando verduras crudas, cocidas, frutas, cereales integrales y legumbres, son hábitos que harán de tu dieta un aliado más.
La cuestión es que además de firmes y sanas lo ideal es que las piernas se vean suaves y tersas. Para conseguirlo, lo más importante es exfoliar e hidratar la piel. Lo primero, favorece la irrigación, suaviza y deja un aspecto parejo y luminoso y se hace con productos especializados o con elementos para frotar como escobillas, guantes o esponjas. Lo segundo, se logra mediante la aplicación de cremas y/o aceites con masajes ascendentes -en especial después de la ducha- para dejar una piel más suave, joven, resistente y elástica.
Algunos rituales que suman a tu plan de embellecimiento
Una manera de conservar la piel tersa y lozana es recurrir durante el momento del baño a una línea de jabones gourmet característicos por sus propiedades nutritivas y el exquisito aroma que dejan en la piel.
En la variedad se puede elegir aromas tales como almendras emolientes, miel rica en vitaminas, chocolate nutritivo, delicioso dulce de leche, entro otros. Un resultado tan saludable como sensual.
A la hora del baño es aconsejable no salir de la ducha sin antes brindarse un masaje super relajante en todo el cuerpo con sales exfoliantes que pueden ser de almendras y miel, de menta y eucaliptus, de naranja y canela, o de leche y azúcar. Son cristales de sal bañados en un blend de aceites naturales combinados de aloe vera, caléndula y manzanilla, con un magnífico poder relajante, que logran una exfoliación suave e intensa.
La aplicación del producto en agradables masajes circulares sobre la piel húmeda elimina las células muertas y actúa sobre la suciedad, al mismo tiempo que mejora la circulación y da energía.
Una vez que la piel está limpia e hidratada, se puede disfrutar de la aplicación de cremas ricas en vitaminas que estimulan el colágeno, tonifican y reafirman los tejidos, además de mejorar visiblemente la apariencia de la piel. Las cremas con efecto drenante que incorporan vitaminas C y E fortalecen las venas y los capilares y estimulan la circulación. Con una textura suave y delicada, estos productos dejan la piel muy hidratada y perfumada. Intensamente nutritivas pero de rápida absorción previenen el envejecimiento de la piel y actúa de manera eficaz sobre los efectos del frío, y la ropa que usamos en invierno.
Como tratamiento ultra efectivo se recomiendan las mantecas hidratantes de coco, almendras o leche, especialmente indicadas para aquellos lugares que necesitan una atencion especial: sequedad en las piernas, talones, codos, planta de los pies. Estas cremas dejan una capa de aceite sobre la piel que se va absorbiendo lentamente, además otorgan un tono satinado y resplandeciente. Un tratamiento intensivo que por su textura puede usarse también para masajes relajantes.
Todos estos son rituales de baño que ayudan a sentirse bien, dejar atrás el frío y las presiones del día, dormir toda la noche y preparar al mismo tiempo la piel para la primavera, con resultados muy visibles.
