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Políticas de beneficios en contextos inflacionarios

Argentina se encuentra en un proceso inflacionario en su ciclo económico. Según a que índice se tome como referencia, sea el IPC elaborado por INDEC o el elaborado por la oposición parlamentaria, se podrá debatir sobre el porcentaje; pero no sobre la cuestión de fondo. Acompañando a esto, la economía argentina ha entrado en un período recesivo, ya desde hace más de un año, de acuerdo a un estudio realizado por la Universidad Nacional del Tucumán.

Como beneficios complementarios se entiende al conjunto de suplementos, directos o indirectos, al salario que colabora en la optimización de la relación con los recursos humanos. Conjuntamente, mejoran la masa salarial en base a criterios de productividad y desempeño que son determinados y evaluados por las empresas.

Entre sus puntos más fuertes se destaca que son una excelente herramienta de retención de talento, reforzamiento de la buena conducta laboral, refuerzo al logro de los resultados y, fundamentalmente, motivan a la plantilla.

Este tipo de políticas de recursos humanos tiene generalmente dos variantes. Los beneficios blandos, que son aquellos referidos a elementos nos remunerativos; como por ejemplo las guarderías corporativas. Y por el otro, aquellos netamente monetarios, como puede ser un adicional por presentismo. Es claro que en contextos de incertidumbre económica, los dinerarios son mucho más valorados por los colaboradores.

Algunos consejos a tener presente la elaboración de un cuadro general de beneficios para la organización, en contextos como el actual, son:

1.- Estudie su realidad organizacional. No use recetas de manual, cada empresa es diferente y para cada situación serán diferentes las propuestas.
2.- Piense en todos sus empleados. Es importante recordar que en una organización conviven muchas jerarquías. Todos deben tener sus políticas de beneficios, respetando el status de los miembros.
3.- Contemple las relaciones gremiales. En empresas con un corrimiento salarial muy fuerte entre empleados, agremiados y no agremiados, serán una muy buena opción para manejar el “solapamiento” salarial.
4.- Brinde ambos tipos de políticas. Es claro que en estos contextos prima el ingrediente monetario, pero no deje de lado las cuestiones blandas. Estas marcan un diferencial y le ayudarán a futuro en su estrategia de recursos humanos.

Concluyendo, es importante recordar que en épocas de turbulencia económica el factor humano se vuelve más importante aún en el desarrollo y supervivencia empresarial. Contar con un buen cuadro de beneficios ayudará a fidelizar a su personal y levantar barreras protectoras frente a la acción de head hunter´s.