Inicio Empresas y Negocios ¿Por qué Argentina ganará el mundial? Un análisis basado en números…

¿Por qué Argentina ganará el mundial? Un análisis basado en números…

Estamos a horas del puntapie inicial del Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010. En las últimas semanas, como siempre ocurre en estos eventos, se han lanzado las más diversas especulaciones acerca de quién se quedará con la copa.

No obstante, las predicciones se encuentran fuertemente afectadas por un factor clave: la nacionalidad del analista.

Así que rastreé, dentro de la prensa deportiva de los países considerados “grandes candidatos”, artículos de analistas especializados con predicciones sobre el desempeño de cada equipo.

Los datos confirman la hipótesis inicial. Se observan fuertes sesgos en la recolección, análisis e interpretación de los datos.

En Brasil, España, Francia, Alemania, Holanda, Inglaterra, e Italia, se registra una sistemática sobreestimación de las posibilidades del propio combinado nacional. En la Argentina, curiosamente, el sesgo se manifiesta en sentido opuesto: los analistas subestiman las chances del equipo.

Este fenómeno es, en cierta medida, una manifestación futbolística de los sesgos que afectan a los ejecutivos a la hora de analizar información para la toma de decisiones. Con mucha frecuencia, buscamos y presentamos sólo los datos que confirman nuestras intuiciones mientras desestimamos aquellos que contradicen nuestra teoría.

De esta forma, me propuse realizar un análisis absolutamente imparcial. Sometí a los grandes favoritos arriba mencionados a una minuciosa recolección de datos y una rigurosa evaluación lógica. Sin prejuicios, sin manipulaciones, sin estrafalarios modelos econométricos, ni la pasión del simpatizante de fútbol…

Con los datos adecuados, usando sólo la razón y el sentido común, demostraré que la Argentina será el próximo campeón del mundo.

Al igual que la dinámica del torneo, avanzaremos eliminando sucesivamente a cada candidato, hasta observar que el seleccionado de Diego Maradona es el único que soporta el frío test empírico.

Inglaterra y Brasil, los favoritos de los bancos de inversión

En las últimas semanas, los bancos JP Morgan y Goldman Sachs publicaron informes con predicciones sobre el desempeño de los distintos países en Sudáfrica 2010. El primero estima el que campeón será Inglaterra. El segundo, que la copa viajará a Brasil.

¿Cómo llegaron a estas conclusiones? Con datos extraídos de diversos corredores de apuestas a los que aplicaron los mismos modelos cuantitativos que utilizan en sus operaciones de trading.

Aunque, ¿podemos confiar en los mismos modelos matemáticos que afirmaban que las inversiones hipotecarias eran seguras?

Al fin de cuentas, las predicciones de los modelos dependen de los supuestos con que son construidos, ponderando en mayor o menor medida las variables que nos aseguran que obtendremos los resultados deseados. Y estos supuestos dependen de los intereses de los analistas (y de sus jefes).

Como muestra, basta lo siguiente. El modelo de Goldman Sachs sostiene que los Estados Unidos tienen un 2,81% de probabilidades de quedarse con la copa, por encima del Portugal de Cristiano Ronaldo (¡y casi el triple que Paraguay, que hizo una impecable eliminatoria!).

¿Es muy descabellado pensar que se trata de una “devolución de gentilezas” al gobierno norteamericano por el salvataje que el banco recibió en octubre de 2008?

Es evidente que cualquier predicción realizada con estos modelos es sesgada y errónea. De esta forma, podemos deducir que ni Inglaterra ni Brasil ganarán la copa del mundo.

España, un equipo no mundialista

En 2008, España ganó la Eurocopa. Así, muchos la señalan como favorita para Sudáfrica 2010.

Pero, si analizamos los datos históricos, sencillamente vemos que España nunca llegó a disputar siquiera una semifinal de una Copa del Mundo (ni siquiera en 1982, cuando organizó el torneo). La camiseta que vestirán Puyol, Xavi y el Niño Torres no rinde en los mundiales.

Lógicamente, podemos eliminarla de la lista de candidatos.

Holanda, tierra de crack pero sin mundiales

Holanda, con apenas 16 millones de habitantes, es quizá la tierra con mayor producción de cracks per cápita del mundo. De allí salieron Johan Cruyff, Ruud Gullit, Marco Van Basten, Frank Rikjaard, Edgar Davids y Patrick Kluivert, entre otros.

Pero lo cierto es que Holanda casi no se ha beneficiado de su talento futbolístico. Si bien estos jugadores han descollado en los mejores clubes del mundo, su desempeño en los mundiales ha sido muy pobre.

En 1974, la Naranja Mecánica de Cruyff y Rinus Michels no pudo en la final contra la Alemania de Franz Beckenbauer y Gerd Müller.

En 1978, otra caída en la final, esta vez con Argentina.

En 1990, llegaron como favoritos, con Gullit, Van Basten, y Rikjaard, las estrellas del histórico Milan de Arrigo Sacchi en su mejor momento. Pero cayeron en octavos de final, dejando una triste imagen.

Lo que no pudieron Cruyff, Gullit, Van Basten, Rikjaard, Bergkamp, Davids y tantas otras estrellas, ¿podrán conseguirlo en Sudáfrica Heitinga, van der Vaart, Babel y Huntelaar? (con todo el respeto que merecen estos buenos jugadores).

Lógicamente, podemos eliminar a Holanda de la lista de candidatos.

Italia no puede ganar dos mundiales seguidos

En la posguerra, ningún equipo ganó dos mundiales seguidos con el mismo director técnico.

Argentina conquistó el trofeo en 1978 con César Luis Menotti. Pero hizo un flojo papel en 1982 con el mismo conductor.

En 1986, volvió a consagrarse, esta vez, con Carlos Salvador Bilardo. En 1990, tuvo un pobrísimo desempeño. Si llegó a la final fue sólo por las manos heroicas de Sergio Goycochea.

Es evidente que mantener al mismo líder genera una repetición de la vieja receta que llevó al éxito en el torneo anterior. Pero, en un fútbol tan dinámico como el de hoy, esto es un camino al fracaso.

Como se sabe, el DT de Italia es Marcello Lippi, el mismo que ganó la copa en 2006. Inevitablemente, será incapaz de repetir el triunfo en 2010.

Con toda confianza, pues, podemos eliminar a la escuadra azzurra de la lista de candidatos.

Francia, sin Zidane es imposible

Francia es el país que más ha progresado futbolísticamente en los últimos años. Entre 1930 y 1994, no disputó ninguna final de un mundial. En 1998 se consagró campeón por primera vez, en aquel recordado 3-0 contra Brasil en Saint-Denis. En 2006, perdió la final por penales contra Italia.

Los años dorados del fútbol francés tienen una explicación con nombre y apellido: Zinedine Zidane.

De hecho, en Corea-Japón 2002, cuando Francia fue eliminada en primera ronda, Zidane estaba lesionado y se perdió los dos primeros partidos. Recién lo incluyeron en el tercero, aún lesionado, pero la suerte ya estaba echada.

Zizou jugó su último partido para les “bleus” en la final de 2006 contra Italia. Su carrera terminó con aquel recordado cabezazo al zaguero Marco Materazzi. Y, con esa expulsión, acabaron también los años dorados del fútbol francés.

Podemos, entonces, afirmar con absoluta certeza que Francia no ganará el mundial.

Alemania y la imposibilidad geográfica

Alemania nunca llegó a la final de un mundial disputado en el hemisferio sur. Más aún, los tres mundiales que ganó fueron en Suiza (1954), Alemania (1974) e Italia (1990). Es decir, siempre jugando de local o dentro de un área de influencia cercana a sus fronteras.

Las causas de este fenómeno aún no han sido claramente dilucidadas. Pero, a los fines de nuestra investigación, no necesitamos indagar más.

Sudáfrica queda en el hemisferio sur y a casi 10.000 kilómetros de Berlín, echando por tierra todas las aspiraciones germanas de conseguir su cuarta copa del mundo.

Argentina campeón, por necesidad estadística

Hasta aquí, hemos desarrollado un riguroso método lógico/estadístico que ha ido eliminando sucesivamente a los distintos candidatos a alzarse con la copa.

Ahora veremos cómo este mismo método nos permite deducir que la selección argentina se anotará su tercer mundial en Sudáfrica.

El paralelismo de la clasificación agónica: Este es un argumento conocido, pero no por ello menos poderoso.

En 1985, Argentina se clasificó al Mundial con un agónico gol de Ricardo Gareca contra Perú en el estadio de River Plate. Y, como se sabe, la albiceleste se quedó con la Copa en México ’86.

En 2009, 24 años después, el gol de la clasificación lo marcó Martín Palermo, en el mismo arco del mismo estadio, contra el mismo rival y también empujando un centro rasante sobre la línea. El paralelismo es evidente.

El paralelismo del liderazgo: En México ’86 e Italia ’90 los puestos directivos clave de la selección argentina eran ocupados por Julio Humberto Grondona (presidente de la AFA), Carlos Salvador Bilardo (director técnico) y Diego Maradona (que manejaba el equipo dentro del campo).

Tras 20 años de sequía, en 2010, Argentina tiene a las mismas personas en posiciones de liderazgo. Grondona sigue como presidente de la AFA, Bilardo regresó como manager general de la selección y Maradona es el DT.

Siempre que estas tres personas estuvieron en el mismo equipo durante un mundial, la Argentina llegó, como mínimo, a la final (y pudo quedarse con la copa en Italia, de no haber sido por aquel dudoso penal cobrado por el árbitro mexicano Edgardo Codesal, que Andreas Brehme cambió por gol). Nuevamente, el paralelismo es evidente.

El paralelismo del clima: Un minucioso análisis de los datos nos revela que todos los mundiales disputados en el hemisferio sur fueron ganados por países de dicho hemisferio: Uruguay 1930 (campeón Uruguay), Brasil 1950 (campeón Uruguay), Chile 1962 (campeón Brasil), Argentina 1978 (campeón Argentina).

Es claro que los equipos europeos no están preparados para ganar un mundial en invierno y en una tierra donde el agua se va por el retrete en dirección opuesta a la que están acostumbrados. Entonces, los posibles campeones son Argentina, Australia, Brasil, Chile, Nueva Zelanda, Paraguay, Sudáfrica y Uruguay.

No es necesario extendernos sobre los casos de Australia, Chile, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Paraguay y Uruguay. Nadie en su sano juicio los pondría en la lista de candidatos. Y, más arriba, hemos explicado por qué Brasil no será el campeón. Esto nos deja a la Argentina como única posibilidad.

En definitiva, en las últimas semanas hemos oído toda clase de especulaciones acerca de los resultados de la próxima copa del mundo.

La mayoría se basa en la pasión futbolera o en modelos matemáticos cuya aparente objetividad encubre, en realidad, fuertes sesgos en los supuestos para obtener el resultado deseado.

Como alguna vez dijo el célebre estadístico Damodar Gujarati: “Si se tortura lo suficiente a los datos, éstos acaban por confesar”.

En este artículo, hemos desarrollado un análisis absolutamente objetivo e imparcial, con datos certeros e indiscutibles que cualquiera puede comprobar, sin fanatismos, sin prejuicios, sin colores ni intereses ocultos.

Gracias a este análisis, hemos identificado correctamente las causas y efectos que explican el desempeño de un equipo en un mundial. Así, podemos afirmar, lógicamente, que el seleccionado argentino se alzará con la Copa del Mundo 2010. Es una necesidad histórica.