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¿Por qué la banca pública gana terreno a la hora de financiar consumo y producción?

La banca pública avanza firme y sin pausa en el otorgamiento de créditos a las empresas y a las familias.

El contexto político-económico local sumado a la debacle financiera internacional provocaron la salida de depósitos del sistema. Los bancos privados reaccionaron aumentando las tasas, y acentuando la diferencia de tasas respecto de las de la banca pública, y extremando la prudencia al sentarse en la liquidez y limitar el otorgamiento de nuevos préstamos.

Como resultado, los bancos privados cedieron 2,5 puntos porcentuales de participación en el mercado crediticio con destino a particulares y empresas, según los últimos datos disponibles del Banco Central.

Así, en la actualidad, el 65% de las nuevas líneas que se están otorgando provienen de bancos públicos, revelan distintas consultoras privadas a iProfesional.com, acentuado por el respaldo de los depósitos públicos y aún más desde la estatización de las jubilaciones privadas.

La banca pública al frente
En este escenario, el crédito al sector privado de parte de los bancos públicos ascendió a $34,6 mil millones en septiembre del año pasado -últimas cifras disponibles del BCRA-, un 28% del mercado, según un informe del Centro de Economía y Finanzas para el desarrollo de Argentina (CEFIDAR) basado en datos del Banco Central.

En un año, la banca pública ganó más de 2,5 puntos respecto de la participación con la que contaba el año anterior, con un stock de $24,5 millones.

¿Las razones? En el mercado coinciden en explicar que, en un contexto de incertidumbre, hay cierta prudencia entre los bancos privados para prestar que los públicos no necesitan, porque tienen objetivos ligados a las políticas públicas.

Es por ello, entonces, que según un relevamiento realizado por el portal especializado Notibancos.com, el 65% de los nuevos créditos son otorgados por el Banco Nación (BNA), el Provincia de Buenos Aires (Bapro) y el Ciudad de Buenos Aires.

“Hubo una mayor participación del Estado en la banca al elevar la cartera de colocaciones, producto de la mayor disponibilidad de los fondos de las ex administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones (AFJP). Parte del acuerdo que tienen entre las partes es volcarlos al financiamiento al sector privado”, explicó Gustavo Giraldez, CEO de Notibancos.

La expansión en el mercado del sector público proviene de un crecimiento del 41,2% en las líneas otorgadas, contra el 24% de los privados, calculó CEFIDAR.

En el último trimestre, un consultor vinculado al sector financiero, que prefirió preservar su identidad, explicó que el crédito al sector privado de parte de los bancos privados fue casi nulo. “Hasta octubre, venía creciendo alrededor del 30% y terminó el año con un 20%. Significa que en el último trimestre, más que nada desde noviembre, cayó prácticamente a 0%”. Y agregó: “Ese ajuste viene desde mitad de año, pero en el último trimestre, se profundizó”.

De hecho, hace pocos días, el Banco Nación difundió que desembolsó más de $14 mil millones en préstamos durante el año pasado, con lo cual elevó del 10 al 14% su participación en el sistema financiero.

Que los bancos públicos ganen participación “es un fenómeno muy nuevo”, dijo el director de la consultora Exante, Aldo Abram. “En líneas generales, se ha comprobado que los públicos no han sido el principal sostén del crédito al sector privado, sino que el aumento del crédito fue gracias a la banca privada”, agregó.

Después de la crisis bancaria de 2001, el crédito se expandió por la banca extranjera, luego a la nacional y finalmente la pública, recordó Abram.

“Ahora como los públicos están ganando las licitaciones que realiza la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES), puede ser que tengan mayor impacto en el financiamiento del sector privado, pero se va a dar un contexto de pobre evolución del crédito”, advirtió el experto.

Liquidez e incertidumbre
La fuente de financiamiento de los créditos son los depósitos de los ahorristas e inversores. El año pasado, entre la profundización de la crisis financiera internacional y ruidos a nivel local, la fuga de pesos del sistema hacia la compra de dólares puso en alerta a los bancos.

Por ello, entidades privadas decidieron sentarse en su liquidez, que en noviembre llegó al 28,1% de los depósitos totales, 5,8 puntos más que el año anterior, según el Central. Así, buscan fondearse y no prestar para poder hacer frente a una posible pérdida de depósitos que la incertidumbre reinante en el devenir económico y en la cotización del dólar podría desatar, resaltan los especialistas consultados.

Al mismo tiempo, el fondeo de ambos sectores bancarios es diferente: los bancos públicos cuentan con los fondos del Estado y los del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), que estaban en manos de las ex AFJP que no sufren episodios de retiro como los depósitos de los privados. La consultora Finsoport confirmó que los depósitos del sector público crecieron un 35% el año pasado, en tanto, las colocaciones privadas, por debajo del 10%.

Créditos al sector productivo
Encadenado al fondeo barato de los bancos públicos, la brecha de tasas entre lo que paga la banca pública y privada llegó a ser del 11,4 puntos a fines de octubre, apenas se eliminaron las AFJP. En las últimas semanas, se acortó a 5 puntos por una cuestión estacional de liquidez.

Los bancos privados hoy pagan tasas del 18%, pero llegaron a superar el 20% en noviembre. Ese es el piso para otorgar los préstamos. Con el riesgo que significa prestar, el costo de girar en descubierto incluso llegó al 45% entre octubre y noviembre últimos. No obstante, el nivel de tasas se suavizó, aunque se mantienen en niveles altos:

La retracción de la banca privada hizo que en el financiamiento a las Pyme, los bancos públicos ganaran cinco puntos de mercado, al 30,18%, a septiembre pasado, al contar con un stock de $10,4 mil millones, según el informe de CEFIDAR.

El BNA confirmó, en un comunicado, que “el aumento del crédito a la producción fue el factor determinante del liderazgo del BNA en el sistema financiero”. El 79% de las operaciones crediticias que realizó fue adjudicado a los sectores productivos, mientras que el 21% restante se dirigió a solventar créditos hipotecarios y personales, entre otros.

Licitaciones de ANSES, una herramienta clave
Para bajar el nivel de tasas y sostener el nivel de actividad y evitar un mayor desempleo, el Gobierno decidió redirigir $13.200 millones en créditos al sector privado a un costo menor al del mercado. La ANSES realizó ya tres licitaciones por un total de $1.300 millones de fondos previsionales para colocar en depósitos a un año y destinarlos a prestar a las Pyme y familias.

“Los fondos públicos entran a “marcar la cancha” en la intermediación financiera, a través de los procesos licitatorios de los fondos de la ANSES. Y en la medida en la que no se restablezca el flujo de fondos privados, debilitado a partir del conflicto agropecuario, el Gobierno hará valer todo su poder de fuego”, precisó el informe de Finsoport.

Pero los bancos privados sólo ganaron el 33% de los fondos licitados, hasta ahora. Según las fuentes consultadas, los bancos temen que si no cumplen con el objetivo, les retiren los fondos.

La ANSES coloca esos depósitos al 11%. Como resultado de las compulsas, los bancos deberán prestar a tasas del 13,6 a 16,25%, según el destino.

Sin embargo, para los privados no es competencia, no los obliga a bajar la tasa. Para ello, “debería aumentar el nivel de liquidez del sistema”, dicen en el mercado. Pero “están reasignando dinero y eso no tiene efecto de bajar tasa, sino que podría subir un poco porque al banco que le sacan la plata tiene miedo de perder fondos”, explicaron.

Abram coincidió en que “los depósitos de ANSES tiran las tasas de los banco públicos que ganan la licitación para abajo, pero tiran para arriba la de los bancos que no ganan las licitaciones y la de los sectores no beneficiados por los créditos sectoriales” (a diferencia de los productores de heladeras, por ejemplo). “Ello significa una escasez de depósitos para determinados sectores y bancos no beneficiados arbitrariamente, cuyo crédito será más caro”.

Según los expertos, para la banca privada no es remunerativo prestar a las tasas con que cortan las licitaciones por los costos operativos que enfrentan. Es por ello que concluyeron que los bancos públicos tienen objetivos políticos y que, además, pueden captar fondos y cobrar un spread bajo a costa de perder dinero, cuya traducción ya se deja ver a la hora de otorgar préstamos a las familias y empresas.